Desde que conocí el trabajo de Daniel Silvo (1982, Cádiz) me atrajo su capacidad de transformar y codificar la realidad. Dando forma a conceptos siempre apoyado por la investigación y documentación. Después de un breve tiempo, en el que coincidimos laboralmente, nos volvemos a encontrar y no me resisto a entrevistarle.
PAC -¿Cuándo decides que quieres dedicarte al mundo del arte?
DS -Entré en la carrera de bellas artes para hacer diseño gráfico o algo similar, así que ser artista no es algo que haya decidido en un momento determinado. Poco a poco me fui viendo involucrado en esto. Empecé a hacer algunas obras durante mi etapa de formación, fui exponiéndolas en algunos sitios, y continué con este trabajo. Pero no hay un momento en el que pensase en ser artista.
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PAC -¿Cómo definirías tu obra?
DS -Sencilla. Trato de evitar las grandes super producciones. Generalmente no aporta nada a la idea un trabajo costoso, gigante y preciosista. Trato de hacer las cosas bien, con el máximo cuidado, pero sin perder la frescura de una obra sencilla. Cuando he trabajado en proyectos que se han prolongado en el tiempo ha sido porque me ha interesado investigar en las múltiples facetas que ofrecía la idea, como por ejemplo en la serie «Cómo doblar tu dinero», que comencé a desarrollar a finales de 2008 y terminé de cerrar en 2010, y que abarca el vídeo, la serigrafía, la fotografía, el dibujo, la escultura, la performance…
PAC -Tu trabajo abarca fotografía, vídeo, instalación, dibujo… ¿Te sientes mas cómodo con alguna técnica o procedimiento en particular?
DS– El dibujo es una herramienta que utilizo a menudo para concretar ideas, como un paso previo a otra formalización, pero también me gusta usarlo como medio para realizar obras sencillas y directas, como la serie de dibujos de coches Lada que presenté en la galería Marta Cervera en 2011, en la que quise jugar con las transparencias del papel cebolla y dejar al azar el misterio de la desaparición de las líneas cuando éste se separa del dibujo que cubre. La fotografía la uso exclusivamente cuando considero que es el único medio posible para afrontar la idea que tengo entre manos. Hay que ser consciente de que la fotografía está congelando el tiempo, deteniendo una forma en un preciso momento, y ese es un poder muy fuerte como para tomárselo a la ligera. Creo que con la herramienta que más cómodo me siento es el vídeo. Me gusta manejar el tiempo y el espacio en mi trabajo, y tanto el vídeo monocanal como la videoinstalación me resultan muy atractivos para lograr esto.
PAC- Muchos te conocimos a través de vídeo «Tecnoaceitunas» (2002) cuando apenas tenías veinte años. ¿Qué ha cambiado desde esos inicios?
DS- Han cambiado muchas cosas. Ahora me parece todo más difícil, más complejo. En aquellos momentos, quizá por el desconocimiento que tenía de los mecanismos del arte, todo me resultaba más fácil. Ahora me da la impresión de que necesito más energía para sacar adelante mis proyectos e ideas, tanto al enfrentarme a ellos como al darlos a conocer.
PAC -Nostalgia y Memoria son conceptos que están muy presentes en tus obras, ¿por qué?
DS– Son dos temas que estoy investigando desde hace no nucho tiempo. En 2010 comencé a tratar con la idea de la nostalgia de lo no vivido. Me resultaba interesante observar desde fuera cómo se manifestaba la nostalgia. Creo que este interés surgió en mi viaje a Cuba, donde me encontré una sociedad totalmente nostálgica: nostalgia por el entusiasmo de una revolución que acabó degenerando, nostalgia por los productos de consumo procedentes de la Unión Soviética, nostalgia por un futuro que se escapa entre los dedos mientras se aguarda a que sucedan los cambios. En definitiva, nostalgia por una utopía no realizada. La memoria según la trato en mis últimos trabajos, concretamente en «Europa Crítica» (presentado en esta última edición del concurso Generaciones), también tiene un cariz nostálgico. ¿Qué ha sido de la esperanza de cambiar el mundo? ¿Qué fue del entusiasmo de Mayo del 68? Estamos volviendo a experimentar algo similar con el 15M, pero creo que hay algunas diferencias, y con este trabajo invito a comparar ambos fenómenos.
PAC -Transformas los códigos de comunicación y formas de percepción en busca de metáforas visuales. Tal vez, resultado de un problema de interpretación del lenguaje.
DS- Transformo los códigos de comunicación en busca de formas plásticas originadas precisamente en esos problemas de interpretación. Cuando un lenguaje se torna incomprensible se libera de su significado, se transforma en imagen, se convierte en forma sin sentido literal. Es la manera en la que me gusta convertir el texto en forma plástica. Eso hago con la serie de obras realizadas a partir del lenguaje braille, en las que busco diferentes maneras de hacer intocable el texto (recordemos que el braille sólo es comprensible por el invidente cuando se toca): lo coloco a tres metros de altura, lo imprimo sobre papel sin darle relieve, los proyecto en el suelo a través de los rayos de sol… Y eso mismo hice en el vídeo «Breakfast» (2004), en el que subtitulo en persa una entrevista realizada en swahili. Textos incomprensibles que se vuelven forma y sonido puros.
PAC -En varias de tus obras el dinero tiene un gran protagonismo: origamis con billetes, monedas «Sin Patria», Plusvalía emocional, la pirámide de los billetes de dólar…
DS -El dinero es uno de los objetos que siempre tenemos a mano. Mirémonos en los bolsillos o en la cartera, y probablemente tengamos una moneda o un billete. Como te decía antes, me gusta trabajar con los objetos que tengo más cerca, en busca de la sencillez y la frescura. El dinero es, a demás, un objeto sobre el que en los últimos tiempos se ha vertido mucho pensamiento. La crisis ha hecho notoria la necesidad que tenemos de él, y eso ha hecho, por tanto, que muchos artistas hayamos fijado muestra mirada sobre este objeto en los últimos cuatro años. Fue en 2008 cuando comencé a trabajar en «Cien formas de doblar tu dinero», el año en el que ya se empezaba a hablar de crisis. Y es ahora cuando quiero cerrar el ciclo con la serie «Sin Patria», una serie de monedas de 1 y 5 céntimos de peso cubano a cuya leyenda «Patria o Muerte» y «Patria y Libertad» les he tachado la palabra Patria, quedándome sólo con los términos «Libertad o Muerte». No hay más.
PAC -Además de tu trabajo como artista, hace relativamente poco has organizado la exposición «Una Historia Vintage». Háblanos de tu faceta como comisario.
DS -Me resultaba interesante experimentar con la obra de arte desde otro ángulo. Como artista, conozco cómo funciona por dentro una obra, y cuál es su proceso de creación. Pero quería observar cómo se relacionan entre sí y con el espacio distintas obras de diferentes artistas. A partir de este interés decidí realizar este proyecto comisarial. Ya había tenido alguna experiencia previa, pero no de una forma tan completa: en «Una Historia Vintage» me encargué de la selección de artistas, la búsqueda del local, el diseño del catálogo, su edición, la búsqueda de patrocinio, el diseño expositivo… Y el resultado fue una exposición de la que me siento muy orgulloso.
PAC -¿Con qué artistas te sientes identificado?
DS– Me siento identificado con los artistas con los que comparto charlas y preocupaciones, con los de mi generación, me identifico con Marco Godoy, Humberto Díaz, Hisae Ikenaga, Karmelo Bermejo, Momu & No Es y muchos otros amigos y compañeros con los que se puede hablar de arte y compartir los mismos debates.
PAC -¿Cuáles son tus próximos proyectos?
DS- Ahora mismo estoy en Utrecht realizando un proyecto de vídeo auspiciado por la Fundación Impakt. Se llamará «¿Pueden el arte y el diseño defendernos de un ataque nuclear?», y trata de cuestionar el poder del arte y el diseño poniéndolos en una especie de stress test, una situación límite, como es una bomba atómica. ¿Dónde radica el poder del arte y del diseño? ¿Nos protegerán de una catástrofe como esta?
PAC -¿Qué significado tiene el arte para ti?
DS -Precisamente a esta pregunta pretende responder el vídeo que desarrollaré en Holanda. Cuando lo tenga acabado podré darte una respuesta.
PAC- Muchas gracias Dani, ha sido un placer volvernos a encontrar.
Etiquetas: Daniel Silvo Last modified: 7 septiembre, 2023
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