Desde el pasado 29 de Mayo, se puede ver en el espacio Azul-Tierra (Barcelona) la exposición “Evolución Tóxica” del artista Álvaro Soler Arpa.
De esta manera, el artista, nos muestra el resultado de más de 6 años recolectando y trabajando con huesos de animales. Y es que este artista presenta una naturaleza agredida y transformada por los efectos del hombre como la contaminación.
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Álvaro Soler lo consigue través de esculturas donde presenta un tipo de animales mutados, tullidos, deformados pero que transmiten movimiento, energía y vida.
Una naturaleza que a pesar de los problemas que se encuentra en convivencia con el hombre sigue evolucionando, y se adapta a pesar de estas taras genéticas, y es que no nos tenemos que imaginar animales “inválidos” ni impedidos, si no son animales que luchan para sobrevivir.
Así vemos como llega a crear una cabeza de cabra con patas de cangrejo, o una escultura que se puede describir como el esqueleto de un ser con tres largas cabezas, o una estructura con tres patas, dos cabezas y si nos fijamos en la zona que queda vacía dentro de las costillas está lleno de basura creada por el hombre como latas, bolsas, plásticos…
O “Fauno”, una mezcla de patas de vaca y avestruz, columna vertebral de caballo y cabeza de Ñu.
A parte de la serie “Evolución Tóxica” se pueden ver piezas de series anteriores, como algunas de “Craniums” (2009), un conjunto formado por 30 cráneos de toro tratados y manipulados con diferentes técnicas. Con esta serie el artista quiere desvincular la idea de hueso y cráneo de los aspectos negativos con los cuales normalmente los vinculamos.
Álvaro Soler Arpa propone una variación de cómo podría ser una posible futura fauna afectada por la intervención agresiva del hombre en el medio.
Una espectacular y nada convencional exposición, donde sus criaturas cobran vida y nos interrogan y nos culpan sobre nuestro consumismo descontrolado.
Etiquetas: Alvaro Soler Arpa, Espacio Azul-Tierra, Evolución tóxica Last modified: 4 septiembre, 2014