El hombre como principal actor y transformador del entorno y la fotografía como medio de (re)presentación de la ciudad son las premisas sobre las que circula la muestra Paisaje urbano En la colección de fotografía del IVAM. Una exposición en la que la comisaria Ana Lozano hace uso de alrededor de 100 piezas de unos 70 artistas de los fondos fotográficos del museo.
Siguiendo la estructura de Italo Calvino en Las ciudades invisibles, la muestra está organizada en torno a la relación de las ciudades con los ojos, la memoria, el deseo, los signos, la sutileza, los intercambios o las ciudades escondidas o dobles. Asimismo, a lo largo de la muestra y en las diferentes categorías nos encontramos con obras de artistas entre los que se encuentran Eugène Atget, Horacio Coppola, John Baldessari, Gordon Matta-Clark, José Manuel Ballester, Franco Fontana y, como curiosidad, un óleo de Eduardo Arroyo, entre otros.
En Las ciudades y los ojos se incluyen fotografías que tratan de capturar a la ciudad con el objeto de catalogarla, centrándose únicamente en el componente visual. Una vez superada la idea de la fotografía como medio objetivo para representar de manera neutral la ciudad, ésta, entendida aquí como sujeto, es retratada e interpretada por el fotógrafo. Ésta subjetividad se ve reflejada en los encuadres más íntimos de las piezas que constituyen Las ciudades y la memoria, donde el espectador entra a formar parte de la fotografía.
La ciudad es también el lugar donde en público o en privado se proyectan y acontecen nuestros deseos. Aparece en Las ciudades y el deseo el influjo de la publicidad y el condicionamiento que ésta supone en nuestro modo de ver y entender la ciudad.
Esta idea se desarrolla en Las ciudades y los signos donde se hace patente cómo con la globalización se extiende la idea de la ciudad como espacio de consumo, con el cambio de escenografía correspondiente.
Las ciudades sutiles nos habla de los elementos trascendentales a menudo ligados (o no) con la religión que conviven en las sociedades materialistas.
Las ciudades son el escenario de todas las relaciones humanas, idea que se recoge en Las ciudades y los intercambios.
Lo que no se ve, forma parte de la ciudad tanto como lo que vemos, según vemos en Las ciudades escondidas.
Las ciudades dobles incide en la idea del autor como creador de sentido, pieza clave en el discurso de la obra. En esta categoría vemos piezas como ésta sutil y pareciere paradójica fotografía que muestra cómo es posible el juego allí donde las heridas de la barbarie son una marca visible.
Esta fotografía nos sirve además para ilustrar la idea de la que habla la comisaria Ana Lozano de la ciudad como palimpsesto: “Manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente”, reza la primera acepción de la RAE. Idea según la cual no cabría mejor lugar para realizar dicha muestra que sobre una sala que alberga restos arqueológicos de una Valencia anterior.
Artista: V.V.A.A.
Fechas: Del 2 de octubre de 2014 al 15 de febrero de 2015
Lugar: Institut Valencià d’Art Modern, Valencia
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