Desde el pasado 5 de diciembre, Casa Botines abre sus puertas a Salvador Dalí con la exposición titulada Dalí y la Divina Comedia de Dante. Las obras creadas para ilustrar el famoso poema italiano escrito en 1300, retratan el viaje imaginario del poeta florentino a los reinos ultraterrenales. Esta famosa serie de xilografías surge del encargo por parte del gobierno italiano con motivo del 700 aniversario del nacimiento de Dante, sin embargo, esta encomienda se vio frustrada debido a la gran polémica suscitada en Italia por causa de que el artista seleccionado para este fin no era italiano.
A pesar de ello, entre 1960 y 1964 se compone la primera edición en francés de La Divina Comedia para la cual Dalí realizó el trabajo que hoy podemos admirar: 100 grabados realizados sobre planchas de madera de 25’5 x 17’5 cm. sobre un formato de 33 x 26 cm. para el papel que recibió la estampa. Esta primera edición en francés hace constar la duración del trabajo realizado: “Cette édition en langue française…elle a nécessité cinquante-cinq mois de un travail patient éd assidu. Commencé an avril 1959 elle fut achevée le 23 novembre 1963”.
La muestra tiene lugar en un espacio expositivo privilegiado, Casa Botines, una de las muchas estructuras arquitectónicas creadas y diseñadas por Antoni Gaudí, la cual se ha convertido en una de las construcciones insignia de la ciudad de León. No podría encontrarse un emplazamiento mejor para dar cobijo a esta exposición pues, Dalí era un gran admirador y defensor de la obra de Gaudí. En uno de sus numerosos manuscritos Dalí expresó: «Elevar torres de carne viva y huesos vivos al cielo vivo por excelencia de nuestro Mediterráneo, eso fue la arquitectura de Gaudí, inventor del gótico mediterráneo destinado a resplandecer al sol antiguo de Grecia.» Dejando clara su inclinación favorable hacia la figura y obra de Gaudí cuando este había sido denostado.
El padre del Surrealismo, ha elaborado con tenacidad gráfica el Paraíso, el Purgatorio y el Infierno, a través de una representación artística re-evolutiva de la travesía concebida y escrita por Dante Alighieri. El deleite compositivo y los fuertes rasgos de color que se pueden encontrar en las 100 obras expuestas nos conducen a lugares alejados de la realidad, donde todo se mueve a través de la imaginación.
Con una mirada psicoanalítica, se logra mantener la atmósfera onírica percibida en el poema, con la adición de las características identificativas del excéntrico trabajo pictórico de Dalí, como las figuras blandas y los espacios infinitos; también la representación de personajes como: Caronte, guía de las almas errantes, o Cerbero el monstruo con tres cabezas que protege el inframundo. La exposición, organizada por la Fundación España-Duero bajo el comisariado de Elis Kaufman, Diego Diez y Miguel Antolín, fue articulada con la participación de un grupo de estudiantes de conservación y restauración de bienes culturales, como parte de la organización de prácticas profesionales promovido por la Escuela de arte de León y la propia fundación.
El vínculo que se establece entre la palabra y la forma se concreta, el viaje épico de Dante se convierte en el viaje ilustrado de Dalí, con un único hilo conductor, en el que la magia y los símbolos se materializan a través de un espacio temporal diferente, ligado por un ideal común, el del hombre y su deseo de conocimiento que guiará al espectador a un viaje más allá de sí mismo y de sus propios límites, que al final de la exposición, satisfechos y felices como Dante al concluir su viaje, saldrán a ver las estrellas de nuevo…
Etiquetas: Casa Botines, Dalí, La Divina Comedia Last modified: 11 diciembre, 2017
Excelente exposición,tanto la ilustrda como la escrita