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Escrito por: Artist Interviews Entrevistas

Entrevista a Anamusma

Ana Vásquez Adán -Anamusma-, (Madrid, 1972) es una artista multidisciplinar, que problematiza la representación femenina, tomando el testigo de la tradición artística de finales del siglo XX, pero encuadrándola dentro de los planteamientos de género actuales.

Autoretrato. ‘Mujer botijo’. 2016.

Su trabajo ahonda en la identidad femenina impuesta, maleada por cánones y limitaciones de diversa índole que atraviesan ese cuerpo social, constriñendo también el cuerpo/sujeto femenino y su ámbito simbólico. Ana propone curar las heridas a la vez que una reconstrucción consentida de esa identidad, desde un trabajo poético, empático y lleno de verdad.

Asimismo, sus obras no sólo retoman algunos oficios femeninos sino también la praxis y el contexto en el que se solían dar dicho oficios, como son el tejer y coser en corrillos y grupos en los que la mujer solía aprender, trasmitir un saber mediante esa práctica así como tener un espacio de libertad en petit comité. Y estos rituales son retomados en sus proyectos colaborativos en los que se invita a hombres y mujeres a crear juntos y a perpetuar estas laborales.

De igual manera, resulta muy interesante recorrer la investigación formal de Ana. Materiales de distintos orígenes suponen un reto plástico que Ana aprovecha para dar rienda suelta a sus ideas y generar proyectos instalativos, muchas veces de una gran complejidad formal, demostrando una experiencia técnica plausible. En esa exploración, Ana plantea otros temas e intereses que le permiten seguir reflexionando sobre la identidad social que no es fija ni eterna.

Actualmente realiza un proyecto colaborativo online al que puede sumarse quien quiera a través de Instagram.

‘Vulva’, (Cepos para Lobos). Terciopelo, corteza vegetal, hilo, tojo gallego. Detalle de instalación. Fundación Vicente Risco. Allariz – Ourense.2016.

D.V. – Ana, cuéntanos sobre los estudios que realizaste y que fueron construyendo tu educación artística.

Anamusma – Comencé estudiando tres años de Medicina y luego un par de años de Psicología, ambas en la Universidad Complutense de Madrid, hasta que decidí dar un giro radical y tomar el camino de la creación artística. Los años de Universidad fueron difíciles y preferí buscar otras formas alternativas de aprender, así que ingresé en la Escuela de Cerámica de la Moncloa del Ayuntamiento de Madrid, lugar en el que volví a nacer.

Me encontré con una escuela libre, creativa, con una tradición artesanal que combinaba un lenguaje muy contemporáneo en su enseñanza y un ambiente de gran familia. Al tercer año simultaneé estudios con la Escuela de Artes y Oficios de la Palma, donde me inicié en técnicas escultóricas con diversos materiales.

Estuve unos años haciendo proyectos hasta que ya me reconcilié con la Universidad e hice Bellas Artes en la Complutense de Madrid.

D.V. – ¿Quién es la persona que más te ha influenciado en tu trabajo y por qué?

Anamusma – Sin lugar a dudas Juana Linares, a la que considero mi “madre artística”. Ella fue profesora en La Escuela de Cerámica de la Moncloa y su forma abierta de enseñar, su sensibilidad, sus amplios conocimientos, generosidad y su inmensa creatividad me reventaron la cabeza. Descubrí un mundo del que decidí nunca más bajarme.

Filosofía, Poesía, Arte, Antropología, Ciencia… todo confluía en las clases de Juana y tomaban forma artística en los lenguajes más variados. Ella ya sabe que siempre la llevo dentro…

Cosieron las palabras a mi garganta, (De madres a hijas). Impresión digital sobre retor teñido con café y té, bordado. 2006.

D.V. – Aparte de lo escultórico en tu obra, hay también una puesta en escena, un display bastante importante en muchos de los proyectos, ¿cómo es esta manera de proceder y cómo llevas a cabo este proceso?

Anamusma – En cada proyecto planteo una especie de “tesis” llena de licencias poéticas que monto en torno al tema que necesito reflexionar y comprender. Digamos que, tras documentarme desde diferentes disciplinas sobre el tema en cuestión, hago relaciones y construyo metáforas que toman forma plástica relacionando el cuerpo, el objeto, la acción y el espacio que ocupan. De ahí esa puesta en escena o instalaciones, que permiten relacionar todos estos elementos que forman parte del discurso.

Las piezas individualmente pueden funcionar a un nivel estético pero la mayoría de las veces necesitan su contexto y el conjunto para generar un nivel de lectura más profundo.

D.V. – La investigación formal es muy importante en tu obra, experimentas con cosas nuevas, materiales naturales, orgánicos. ¿De dónde viene este interés?

Anamusma – Las ideas, los temas a explorar es lo que lleva a diferentes materiales y viceversa. Es bidireccional. Si hay búsqueda y exploración de ideas también la hay de materiales…. considero muy importante que ambas cosas se apoyen y dialoguen. Conseguirlo es otra cosa… ese es el reto… saber valorar lo anecdótico de un material y saber renunciar a él, por muy “bonito” que quede.

D.V. – ¿Y el uso de elementos sanitarios en tu obra?

Anamusma – Todos los lugares por los que pasamos suman en nuestras formas de ver las cosas y esos tres años en la Facultad de Medicina afortunadamente afloran… de ahí la visión médica y biológica con la que abordo muchos trabajos. Lo que aprendí en otras disciplinas lo aplico ahora al campo artístico.

El mundo es complejo y eso le hace apasionante, todo se puede enfocar desde muchos puntos de vista. Las relaciones entre diversos enfoques están ahí, hay que poner las antenas y descubrirlas. Trabajar desde la interdisciplinariedad es fascinante.

Soy texto. Aluminio, vías extracción de sangre, tinta, lápices y bolígrafos
Detalle instalación para Laboratorium (residencia Espacio Nigredo sobre Arte y Ciencia). Espacio Swinton and Grant, Madrid. 2019.

D.V. – ¿Qué material te ha supuesto un reto?

Anamusma – Los materiales efímeros.

Estos me han planteado, sobre todo un reto mental, porque me cuesta desligarme de esa idea más tradicional de permanencia y eternidad, esa fantasía romántica de inmortalidad del artista gracias a que su obra sigue presente físicamente en el mundo aunque él ya no esté… pero precisamente el uso de este tipo de materiales es lo que me ha ayudado a irme liberando de esa atadura.

D.V. – El formalismo en tu obra está en consonancia con la idea, la complementa y casi la deja atrás; el objeto artístico es muy llamativo y sorprendente en tu obra.

Anamusma – Me interesa que los trabajos tengan diferentes niveles de lectura e intentar cuidarlos en la medida de lo posible.

El nivel visual, es uno que mimo mucho porque es el más inmediato. Intento al menos que la visión inicial de las piezas ya en sí produzcan alguna reacción. Luego ya, al que le apetezca parar un ratito y dialogar con ellas, fantástico.

Cabezas para medusa. Algas frescas tejidas de la playa de Meirás, A Coruña. 2016

D.V. – Asimismo trabajas cosiendo y tejiendo, oficios de tradición femenina. Tus piezas aluden a objetos de uso personal, en los que el cuerpo está implícito, como zapatos, vestidos, muelas, la vagina etc. ¿Cómo es la relación con el cuerpo?

Anamusma – El cuerpo es una incógnita constante.

Todavía me siento heredera de una tradición judeo cristiana que negó el cuerpo, que lo mostró como una jaula. El romper con todo eso, supone volver a explorarlo y descubrirlo con otra disposición. Por ello, casi todo lo que trabajo pasa por el cuerpo de una u otra forma: cuerpo biológico, cuerpo cultural, cuerpo colectivo, cuerpo individual, cuerpo errante …

D.V. – En tu obra hay también una reflexión sobre la mujer, sobre los tópicos femeninos. En ese cuestionamiento parece que buscas la identidad femenina, aquella que se corresponde más contigo y con el momento que vivimos.

Anamusma – El proyecto citado anteriormente De madres a hijas inició un camino que aún sigo; el de entender qué somos biológica y culturalmente así como individual y colectivamente con una perspectiva de género que enfoca la mayoría de los trabajos.

De Madres a hijas exploraba a la mujer tradicional, cuidadora, relegada al espacio privado del hogar. Los siguientes proyectos intentarían avanzar dando sucesivos pasos, cuestionando estereotipos para llegar a una mujer más empoderada… y como culmen, alcanzar la disolución del género como lo entiende la tradición patriarcal.

Los proyectos son como peldaños de una escalera que me permiten ir comprendiendo e interiorizando pasito a pasito. Las teorías, las entiendo pero el cambio profundo personal y colectivo en base a ellas, lleva su tiempo, un tiempo lento, un tiempo artesanal de pensar con las manos….

Descarnadas (disecciones con estilete). Cera abeja, parafina teñida e hilo
Detalle instalación para Franqueados JustMad, 2017.

D.V. – Ha habido algunas incursiones en la performance (tuya o ajena), o ésta ha hecho parte de algún proyecto. Asimismo has realizado algunas piezas de forma colectiva. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Anamusma – Era el paso que tenía que dar para avanzar. Considero completamente necesarios a los demás para entenderse a uno mismo; preciso de sus aportaciones, incluso el hecho que las piezas se emancipen y sean tomadas por otros para darles una nueva vida.

En este momento del camino he adoptado como guía una frase de Margarita Andreu que dice El arte es relación y me encantan los lugares a los que me está llevando.

D.V. – ¿Qué proyecto colectivo te gustaría poder hacer pero aún no has podido?

Anamusma – Más que pensar en un proyecto concreto, me viene a la cabeza qué me gustaría conseguir, qué busco en el arte participativo. Muchos de los proyectos que he iniciado a título personal pueden pasar a ser participativos e ir creciendo, desligándose poco a poco de la autoría de la que partieron, ese sería el punto al que me gustaría llegar y creo que el desarrollar un proyecto participativo concreto u otro estará consciente o inconscientemente en función de esta búsqueda….

El tradicional corrillo de labor por su potencial relacional es un formato que llevo explorando hace tiempo en varios y me encantaría poder desarrollarlo con más intensidad y profundidad.

In civitate peccatrix. Misales intervenidos con pelo de mujer. Instalación para Masquelibros, Biblioteca Eugenio Trías, Madrid. 2016. Foto cortesía de Chiar Oscuro.

D.V. – Estuviste voluntariamente aislada hace tiempo en Galicia, pero ahora lo estás nuevamente por la situación que vivimos de pandemia. ¿Cómo lo estás viviendo? ¿Qué te ha aportado esto?

Anamusma – Evidentemente no es lo mismo aislarse voluntariamente para trabajar en un proyecto (Cepos para Lobos) que hacerlo obligado por una pandemia mundial… he tenido la inmensa suerte de mantener la salud durante lo que llevamos de confinamiento y eso me ha permitido aprovechar este estado de aislamiento para concentrarme y seguir trabajando. Me considero una privilegiada en medio de esta difícil situación.

D.V. – ¿Qué proyecto te ha marcado o ha resultado muy importante en tu carrera?

Anamusma – De madres a hijas (2006). Se trata de una reflexión sobre la transmisión de los valores tradicionales femeninos de generación en generación a través de la costura como una forma de comunicación encubierta ante el silencio impuesto históricamente a las mujeres.

Fue el primer proyecto que expuse individualmente y supuso un proceso de sanación frente a un problema de salud por una operación de tiroides durante la cual “cosieron las palabras a mi garganta”, quedando completamente muda. Extrapolé ese silencio personal al silencio histórico de las mujeres.

Salir de uno mismo, saltar de lo propio a algo universal ayuda a relativizar y a sacar provecho de momentos complicados.

Gravidez Cero. Performance- danza de Cecilia Gala accionando las piezas. Rayo Box. Taller Hombre Rayo, Madrid. 2019. Foto Consuelo Ramos.

D.V. – ¿Cuál ha sido el más complejo de realizar y por qué?

Anamusma – Cepo para Lobos (2016). Fue una estupenda oportunidad que me brindó la Fundación Vicente Risco de Allariz (Ourense). Pude instalar con completa libertad toda la investigación realizada durante el retiro en soledad del que hablábamos antes.

En este proyecto la idea del lobo amenazante para las “mujeres indefensas” presentes en los mitos, cuentos y leyendas de la tradición se invierte. Surgen así agresivas piezas con forma de vulva femenina que evocan a los cepos usados para dar caza al temido animal.

Se trataba de una instalación nocturna de tojo y vulvas de tojo (cepos), planta llena de pinchos típica de Galicia. El hecho de que forme parte de la historia de Allariz el juicio de un famoso licántropo u hombre lobo, convertían a la Fundación en el espacio ideal.

Todo estaba a oscuras y para poder visualizar las piezas de la instalación, era necesario portar una linterna con forma de cola de lobo que facilitaba la búsqueda activa de los cepos entre la oscuridad y así evitar no pisar ninguno y pincharse.

Se llenó de tojo toda la sala … fue un trabajo físico muy fuerte que llevó varios días de colocación. Prácticamente vivía allí y encantada por ello… disfruté muchísimo.

Y si a esto le añadimos que el proyecto se gestó unos años antes en un retiro de un mes en una granja familiar abandonada en pleno monte gallego… un proyecto de completa inmersión, muy intenso en todos los sentidos…

Korrillo. Red participativa de tejido online. @korrillo_hashtag. 2020.

D.V. – ¿En qué estás trabajando ahora?

Anamusma – Justo ahora, durante el confinamiento, estoy desarrollando dos proyectos con participación, que estoy disfrutando muchísimo. Y desde aquí quiero agradecer a todos los participantes su interés.

Uno se llama Web, realizado para Galería Pequeño Ser, un espacio expositivo que ha montado la artista Sandra Fdez. Sarasola en su propia casa a raíz de padecer una dolencia que le obligó a confinarse antes de la crisis del COVID.

El proyecto trata el tema del cuerpo físico y el virtual a través del tejido de redes y culminó con un korrillo abierto, en el que nos reunimos mucha gente por videoconferencia para tejer o bordar un símbolo# mientras hablaban artesanas y artistas del mundo textil. Una experiencia colectiva inolvidable.

El otro proyecto se trata de un calendario on line en el que se habla del paso del tiempo recluido en casa a través de las raíces del pelo, las cuales van creciendo y dejan ver su estado original. La pregunta que se lanza es ¿El confinamiento en casa está provocando una vuelta a nuestras raíces? Recibo selfies de las raíces del pelo de los participantes tal y como están y las voy colgando en Instagram cada día con la etiqueta #estassonmisraíces.

Calendario de raíces, abril. Proyecto participativo online a base de selfies. 2020.
Etiquetas: Última modificación: 6 septiembre, 2023