Visit Sponsor
Ismael Rodríguez en Copeland Gallery

Escrito por: Crítica de arte Exposiciones Londres

Ismael Rodríguez: La Isla que respira

Entre agosto y septiembre de 2023, el artista visual venezolano Ismael Rodríguez Fernández inauguró su primera muestra individual en la ciudad de Londres, en los espacios de Copeland Gallery. Titulada The Breathing Island, la exposición está concebida como el culmen de trabajos recientes de Rodríguez, en los que aborda temas recurrentes en su obra como lo son la naturaleza, la memoria y los imaginarios personales, hibridados con un nuevo contexto, preocupaciones contemporáneas por su entorno y vivencias adquiridas en su experiencia de desplazamiento.

Ismael Rodriguez: The Breathing Island. Sala 1 (The Jaguar Woman).

El deseo una sociedad natural (y otros oxímoron)
por Manuel Vásquez Ortega

Más allá de lo humano, todo cuerpo viviente también piensa. En cada una de sus maneras de existir, los seres vivos –tanto animales como vegetales– desarrollan mecanismos semióticos que le permiten ser parte de un ecosistema de signos, comunicaciones y representaciones cuyo entendimiento supera en gran medida las lógicas humanas. De esta manera, por debajo nuestras líneas de visión, un universo de especies establece diálogos entre sí, conformando todo un mundo más-que-humano (Khon, 2021): un paisaje rastrero que existe previo a la construcción de cualquier idea de sociedad, con dinámicas de organización grupal, estructuras sustentables de vida y respeto por otros individuos, que nos hacen ver en dichas relaciones un sustrato filosófico creado en sintonía con la naturaleza.

Atento a los comportamientos de estos cuerpos minúsculos pero significativos, el artista visual venezolano Ismael Rodríguez Fernández (Caracas,  1990) propone en su exposición individual The Breathing Island –en los espacios de Copeland Gallery, en la ciudad de Londres–,  un muestrario de formas de vida pensantes, sintientes y relevantes con las cuales comparte memorias que le acompañan desde sus tempranas vivencias en la ciudad de Mérida, Venezuela, y que se hibridan con las circunstancias actuales de su nuevo sitio habitado, en Oxford, Inglaterra. En este proceso de adaptación migratoria, Ismael Rodríguez toma apuntes libres de observaciones entomológicas y botánicas, en las cuales el rigor del dibujo analítico se integra con un lenguaje desarrollado por el artista en sus prolíficos años de joven carrera: una sintaxis de figuración informal y expresionismo pictórico que ha dado lugar a paisajes y personajes que constituyen un imaginario propio y característico en su trabajo.

Partiendo de estas figuras, Rodríguez plantea la idea de un lugar vivo: una isla respirante ubicada en un territorio que le pertenece, y que toma forma desde los recuerdos y las preocupaciones latentes en la vida de un joven artista que intenta descubrir las maneras de vivir sobre un planeta en riesgo.

Ismael Rodríguez: I am my house (2023).
Ismael Rodríguez: On my way to the river (2023).

Para intentar dar respuesta a sus dudas existenciales, la mirada pictórica de Ismael Rodríguez se posiciona desde un punto en el que “no basta pensar para ser” (Silvia Rivera Cusicanqui, 2018); en cambio, sus imágenes hablan desde un lugar en el que el sujeto experiencia las muchas formas de existir instauradas fuera de una conciencia establecida, y que se fundamentan en la relación con los otros, para intentar capturar los territorios reales en los que se emplaza. Es así como el ecosistema del artista se construye a partir de la relación con la diversidad de comunidades, especies y formas de vida que coexisten en su nuevo lugar de residencia, mientras comparte las complejidades de la similitud y las diferencias ineludibles con las montañas andinas en las que vivió por tantos años.

Ismael Rodríguez: Diary of a bee (2023).
Ismael Rodríguez: Bromeliad from La Pedregosa (2023)
Ismael Rodríguez: Inhabitant 3 (2023).

La observación comparativa de sus realidades presentes y pasadas es así la premisa de esta muestra de trabajos recientes, en la Rodríguez despliega sus eclécticos procesos –que pasan por el collage, la pintura, el dibujo y la escultura– y que acentúan su experimentalidad plástica al incorporar elementos de su entorno actual: un paisaje que ha dejado de ser motivo de contemplación inmóvil para ser entendido como espacio de inmersión, observando no sólo las construcciones visuales tradicionales de una naturaleza arquetipada, sino experienciando los detalles considerados ‘menores’ por nuestras miradas antropocéntricas: el camino de las hormigas, el aleteo de un escarabajo, los dibujos de una telaraña.

Imágenes presentes en las cinco salas de Copeland Gallery a lo largo de una muestra compuesta por más de 50 obras de distintos formatos, en los que rostros humanizados y siluetas animales y vegetales proponen, en su conjunto, un oxímoron propio de nuestros días en desequilibrio: la idea de una “sociedad natural” (ídem), cuya imposibilidad se hace evidente en los modos de vida humo que evolucionan en el sentido de progresivo deterioro. En este escenario imaginario planteado por el artista, las especies establecen un intercambio a través del diálogo entre ellas, permitiendo el desarrollo relacional entre todas las dinámicas de vida entre sujetos productores de significados.

Ismael Rodríguez: The Breathing Island. Sala 3 (Rituales y Conjuros).

En la poética de estas señales ínfimas de vida, nuestro artista encuentra vínculos entre el suelo de los lugares que han sido sus hábitats; pues en ambas ciudades, a pesar de las diferencias geográficas propias de sus latitudes, las pequeñas rutinas del humano son acompañadas por la interacción cotidiana con la abundante existencia de organismos artrópodos: escorpiones, escarabajos, libélulas y arañas que ahora son parte de las grafías de Rodríguez. La comparación imaginaria entre estos escenarios le permite al artista identificarse con los pequeños seres en los que deposita sus recuerdos, generando situaciones en las que la intangibilidad de los procesos de la memoria se sumergen en las complejidades de las dinámicas biológicas. De esta manera, los recuerdos de los paisajes del páramo andino venezolano hacen simbiosis con la naturaleza oceánica inglesa, generando un ecosistema imaginado, compuesto por seres fugaces que se relacionan y se entienden entre sí.

Ismael Rodríguez: The Breathing Island. Sala 1 (Inhabits).

La vida de estos insectos, animales y plantas le dan forma así a una Isla que respira, una extensión de tierra rodeada de aguas y memorias cuyo futuro es impreciso pero también posible. En este territorio que se hace a sí mismo de la realidad y la imaginación, las imágenes creadas por Ismael Rodríguez se transforman en signos que a su vez invitan a pensar en una condición viviente, pero sobre todo más-que-humana: un modo de re-presentar en el cual las imágenes del entorno se convierten en revelaciones a partir de sus detalles: el sobrevuelo de un coleóptero, la pisada de una danta, el capullo de una oruga… 

A partir de la sensible mirada hacia estos seres vivientes, la isla viviente imaginada por Ismael se muestra como la representación de una ausencia por venir, la de un futuro en el que los pensamientos de todos los seres importan, y en el cual los individuos que la habitamos existimos armónicamente en una misma condición. Finalmente, las obras presentes en The Breathing Island son así las imágenes crisálidas de sus vivencias y sus añoranzas  aspiracionales de una ’sociedad natural’, cuyo futuro depende de la reconstrucción de las relaciones humanas frente a otras especies, en todos sus niveles.


Referencias

GUATTARI, Félix: Las tres ecologías (1990). Editorial Pre-Textos, España.
KOHN, Eduardo: Cómo piensan los bosques. Hacia una antropología más allá de lo humano (2021). Ediciones Abya Yala, Ecuador.
RIVERA CUSICANQUI, Silvia: Un mundo ch’ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis (2018). Ediciones Tinta Limón, Argentina.

_________________________

Ismael Rodríguez Fernández (Caracas, 1990). Realizó estudios en la Universidad de Los Andes titulándose como Licenciado en Artes Visuales (2015). Desde el 2010 ha participado a nivel nacional exposiciones colectivas en Caracas, Valencia, Maracay, Barquisimeto, Puerto La Cruz, Maracaibo y a nivel internacional en Seúl, Los Ángeles, Miami, Oxford y Londres. A partir del 2010 comenzó a participar en bienales nacionales e internacionales y en el 2011 obtiene su primer premio en la VI Bienal de Maracaibo Bolsa de trabajo «Julio Árraga» y en el 2012 en la VII Bienal de Artes Visuales le otorgan una mención Honorífica. En el 2013 obtiene el Primer Lugar del 1er. Salón Universitario “Emiro Lobo” Universidad de Los Andes y en el VII Salón Nacional de Pintura Pablo Puky el tercer premio. En el 2015 por su participación en la II Bienal Nacional de Dibujo y Estampa de Valencia/Carabobo gana Bolsa de trabajo León Topel Capriles. Forma parte de la colección Permanente del Museo de Arte Moderno Juan Astorga Anta y en la colección de la Universidad de Los Andes. Actualmente reside y trabaja en Oxford, Inglaterra.


Etiquetas: , , Última modificación: 3 octubre, 2023