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Pipo Hernández Rivero

Escrito por: Exposiciones Galerías de arte Madrid Pintura

Pipo Hernández Rivero, «A dos pasos», en la galería NF/Nieves Fernández

La galería NF / Nieves Fernández acoge la muestra A dos pasos, del artista Pipo Hernández Rivero, donde desafía las nociones tradicionales de desplazamiento y pertenencia, y presenta la migración no como un evento pasajero o gravoso que eventualmente se solucionará, sino como una pieza fundamental del proceso civilizador, motor constante en la historia de la humanidad.

Pipo Hernández Rivero. Si oyes cualquier ruido, corre. Foto. Brenda Boyer

Las pinturas, que el artista ejecuta con una manufactura técnica muy competente, remiten a la tradición del paisaje desde el fresco de la Villa de Livia hasta el paisaje de la crisis romántica del siglo XIX. Ésta se caracterizó por ser una época de exacerbación de las utopías de plenitud. Entre ellas, las utopías de descubrimiento, conquista y poder sobre los territorios convivían con el espíritu apasionadamente anti racionalista y evasivo propios del Romanticismo.

Estos paisajes, desprovistos de la presencia humana, evocan una sensación de virginidad, reforzando así la idea de una utopía individualista, íntima de dominación. El artista crítica las convenciones contemporáneas del arte. Sin caer en el apropiacionismo, Hernández Rivero complejiza conceptualmente y reivindica la pintura pre-cézanniana, con una postura crítica y beligerante contra las convenciones sobre las expectativas de una pintura posible para el siglo XXI.

Los marcos, elementos importantes en la exposición, no son meros encuadres funcionales, o una convención decorativa, sino que toman un significado más profundo, simbolizando el territorio. Delimita el espacio de la utopía a modo de fortín, ese dibujo cerrado dentro del cual ocurre el proceso civilizatorio y fuera del cual amenaza el caos. El marco se convierte así en símbolo de la fobia de contacto, de muralla contra toda contaminación que amenace cualquier posibilidad de mestizaje.

Los paisajes enmarcados, utopías pictóricas, son intervenidos por elementos disruptivos, cínicos, como las chanclas de playa, las más baratas disponibles en el mercado, la expresión más humilde del calzado. Con la utilización de estos objetos cotidianos, aparentemente simples, el artista habla de cómo occidente encuentra modos de banalizar un asunto tan central como la migración y el desarrollo de la civilización.

Pipo Hernández Rivero. Cola de ratón. Foto. Brenda Boyer

A dos pasos poetiza sobre la territorialidad, la sensación de invasión, el mestizaje inevitable y el cinismo con el que Occidente aborda estos temas.

Un segundo elemento adicional en la exposición lo constituyen las presas de escalada, un objeto que según el autor encarna perfectamente el proceso de «deportivización» de los dramas humanos, un mecanismo de defensa socio-ideológico que Hernández Rivero encara de manera crítica. Estas presas simbolizan la trivialización de la lucha por la supervivencia, la superación de los obstáculos que nos separan de una vida aceptable.

El tercer elemento invasivo presente en las piezas es el taco de tornillería, que atañe no sólo al cuadro pintado sino a la pared que lo sustenta. La disposición en retícula de estos tacos alude a una parcelación democratizante como metáfora de la equidistancia, otra de las pulsiones aliadas de la autocomplacencia occidental.

Nada en esta muestra es neutral: ni las paredes, ni el suelo, ni las pinturas. La exposición de Pipo Hernández Rivero presenta piezas que exploran la crisis de las utopías occidentales, los marcos de aceptabilidad y los que se erigen como guardianes de esas utopías. Más que sobre la migración como binomio problema/inevitabilidad, A dos pasos despliega su discurso crítico sobre las contradicciones del atormentado espíritu occidental.

Artista: Pipo Hernández Rivero

Fechas: hasta el 9 de noviembre de 2024

Lugar: galería NF / Nieves Fernández, Madrid

Etiquetas: , Última modificación: 7 octubre, 2024