Edurne Herrán: «Interpreto la figura del artista como un pensador y catalizador de las problemáticas sociales»

En esta nueva entrega de Detector de Artistas nos acercamos al trabajo de la artista Edurne Herrán (Ingolstadt-Donau (Alemania), 1978). Hablamos con ella sobre su manera de entender el arte, los pasos que ha ido dando en su trayectoria artística, los conceptos que marcan su trabajo, su interés por acercar el arte contemporáneo a todo tipo de público y mucho más. No dejes de leer.

«Me atrae el trabajo de lo continuo, el proceso, ese tránsito donde se diluyen los comienzos y finales de las piezas»

Edurne Herrán

Edurne Herrán con su primera máquina de coser (archivo familiar de la artista).

¿Cómo fueron tus inicios como artista?

Desde pequeña ya se veía venir… estaba todo el día dibujando; incluso fabricaba, junto a mi hermano, mis propias gomas de borrar. Me encantaba preparar y construir disfraces, tunear la ropa… Disfrutaba mucho visitando museos (tanto en España como en Alemania, donde nací) y en lo cotidiano ya encontraba recursos para dar rienda suelta a mi creatividad: me sentía fascinada viendo cómo la farmacéutica recortaba, con el cutter, una parte de la caja de medicamentos para después pegarlo en la receta.

En cierto modo, supe que me dedicaría al arte cuando, con 8 años, nos llevaron con el colegio durante una semana a unos talleres de pintura. Tenían lugar en el museo de Bellas Artes de Vitoria-Gasteiz. Siempre digo que esa fue ‘mi llamada’; en aquel momento no sabía que existía una profesión, ni una carrera universitaria para estudiar eso, pero a lo largo de esos días fui muy feliz y eso marcó mi destino. Encontré un lenguaje que me resultaba muy fácil de manejar, estaba muy cómoda expresándome a través de la plástica. Siempre que huelo a pintura me viene a la mente aquel momento. Qué importante es la labor didáctica de los museos… En el siguiente curso tuve la suerte de que llegara una maestra nueva a mi colegio, la señorita Tránsito, a la que le debo muchas de las cosas que soy y he conseguido; ella nos enseñó a coser (sin distinción de género), hacíamos muchas horas lectivas de teatro, artes plásticas y manualidades. Nos ofreció un amplio abanico de oportunidades y nos dio libertad para elegir.

Háblanos sobre tu trayectoria.

Tener, desde tan temprana edad, tan claro que quería estudiar Bellas Artes y dedicarme a ello, hizo que el paso por el instituto fuera una especie de trámite burocrático. Mientras cursaba COU, por las tardes asistía al curso ‘enseñanzas comunes’ (dibujo, pintura y forma) en la escuela de Artes y Oficios de Vitoria. Entré en Bellas Artes por nota de corte (que era muy elevada), ya que para la facultad de Bilbao no había prueba de acceso. Los años de carrera fueron maravillosos: conocí a much@s compañer@s con inquietudes similares a las mías, y mi experiencia con el profesorado fue muy satisfactoria. Estoy muy agradecida por haberme licenciado en la Universidad del País Vasco [EHU-UPV]. 

Anuncio por palabras en prensa local. Circa 2003

Antes de terminar la carrera (y de irme de Erasmus a Berlín) gané una beca de arte emergente que supuso una buena inyección a nivel económico (y de autoestima) para mi práctica artística.  Cuando me licencié, mis amigas de toda la vida estaban introduciéndose en el mercado laboral, así que pensé: ‘Se supone que ya soy artista, ¿ahora tengo que buscar trabajo?. Y fui a las oficinas de un periódico local para poner un anuncio por palabras: ‘ARTISTA joven busca mecenas’, junto a mi e-mail. Sólo me escribió una persona, para preguntarme qué significaba la palabra mecenas. Intuí que mi carrera profesional iba a requerir mucho tesón, paciencia y autonomía entre otras cosas…

Como ya he dicho, nací en Alemania (Ingolstadt-Donau, ciudad de Baviera conocida porque allí también nacieron Frankenstein y la orden de los Illuminati, ¡toma ya!…)  pero crecí felizmente en Euskadi. En casa no resultó raro que quisiera cursar el intercambio Erasmus en Berlín, metrópoli repleta de arte en todas sus manifestaciones y ciudad en la que actualmente resido. Entre medias, viví once años en Madrid, donde estudié tres masters (Investigación en arte y creación, Gestión cultural y Fotografía y proyectos personales) y un ciclo superior en Estilismo de indumentaria. Allí hice muchas amistades, exposiciones y trabajos relacionados con la cultura y el arte, pero cuando cumplí los 40 tomé la decisión de empezar (casi) de nuevo en Berlín (entre otras cosas por la seguridad Social de los artistas -KSK- y por la cantidad de museos y exposiciones que alberga esta ciudad).

He realizado muchas residencias artísticas en otros países (principalmente europeos), he ganado premios y becas, y vendo mis obras a la par que imparto talleres y conferencias en varias disciplinas. Siempre supe que tendría que diversificar mi práctica si quería vivir del arte… Durante la pandemia, aproveché para hacer todo tipo de seminarios y formaciones (aquí hay gran cantidad de programas de ayuda, networking y formación). Me parece fundamental seguir formándose durante toda la vida… al fin y al cabo, ese es el afán humanista, ¿no?

Desde pequeña me he ‘apuntado a un bombardeo’, por eso muchas veces colaboro con otr@s artist@s en proyectos conjuntos; trabajar de manera individual es necesario para mi práctica, pero de vez en cuando viene bien salir de mi burbuja y explorar otras maneras de crear.

Till dead do us part. © Edurne Herrán, 2023

¿De tu trabajo qué obra destacarías?

¡Esta pregunta es dificilísima! Es como preguntarle a una madre cuál es su hij@ favorit@…

Cada proyecto o pieza que he realizado tiene sus propias particularidades y me resulta muy complicado elegir una.

Como objeto voy a destacar la obra titulada ‘Till dead do us part’ (hasta que la muerte nos separe), un anillo de oro con la particularidad de que lleva un brillante engarzado en su parte interior. Esta pieza me gusta mucho por su significado y acabado; pero lo que más me fascina es cómo una pieza tan pequeña puede tener tanto simbolismo.

Como intervención en el espacio público destacaré ‘El jardín de las emoji-delicias’, trabajo que me ha traído muchas alegrías y cuyo tamaño (100 metros cuadrados), puede que sea lo más grande que haga en la vida… ¡quién sabe! =)

Al final he dicho dos: la obra más pequeña y la más grande.

El jardín de las emoji-delicias. Fachada ARTIUM. © Edurne Herrán, 2014

El jardín de las emoji-delicias. © Edurne Herrán, 2014

¿Qué temáticas están presentes en tu trabajo?

Mi obra está directamente relacionada con la cotidianidad, la comunicación e interrelación entre los individuos. Consciente de cómo las nuevas tecnologías e Internet catalizan y amplifican los estados de ánimo, utilizo estos nuevos sistemas sociales y dinámicas de comunicación para contextualizar algunos de mis proyectos; en muchos de ellos es el público el que da sentido a la obra, dotándola de un carácter performativo.

Futuro Perfecto © Edurne Herrán, 2014-2017

Cada vez me interesa más el ámbito sociológico. Suelo estar muy atenta a lo que me rodea y utilizo toda variedad de técnicas y materiales: escultura, fotografía, arte textil, bordado, instalaciones… siempre dependiendo de la naturaleza de cada proyecto. Me atrae el trabajo de lo continuo, el proceso, ese tránsito donde se diluyen los comienzos y finales de las piezas. A día de hoy, interpreto la figura del artista como un pensador y catalizador de las problemáticas sociales. Algunas de las piezas que realizo siguen siendo «decorativas» (son precisamente las que más vendo), pero me interesan más los proyectos en los que hay una reflexión y una invitación a que el espectador se cuestione cosas. Trato de acercar el arte contemporáneo a todo tipo de público, ya que entiendo el saber como un bien preciado que hay que compartir.

3D Desktop [FMR21 Linz, Austria] © Edurne Herrán, 2021

La identidad está muy presente en mi obra; de base me pregunto los tres grandes enigmas de la humanidad: ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos? Después aparecen otras capas y lecturas, como la comunicación (especialmente la no verbal), las nuevas tecnologías y los posibles futuros de la humanidad, el paso del tiempo, etc. En mi trabajo trato de expresar esa tensión entre reglas sociales, las cuales restringen nuestros impulsos e instintos, como una explosión que va minando el interior de la persona hasta alcanzar el estallido necesario.

Me gusta pensar (es mi pequeña parcela de libertad) y me gusta que la gente se cuestione cosas y no tome por norma lo que nos imponen. Yo aporto mi mirada dislocando situaciones y creo que no es posible realizar grandes cambios sin pequeñas transformaciones individuales.

Growing Pains [vista en sala CC Montehermoso, 2023] © Edurne Herrán, 2012

¿Qué es el arte para ti?

Para mí el arte (visual) es el lenguaje con el que más cómoda me siento para expresarme; es mi manera de entender el mundo y acercarme a él. Es el medio en el que puedo encontrar respuestas a todas las preguntas que me hago (y que otros artistas se hacen). Es la disciplina que me permite, con mayor o menor rigor, acercarme a otros saberes. Es mi vocación y mi profesión; lo que he estudiado y mi medio de vida.

Entiendo el arte como un proceso vital que se alimenta de los pequeños accidentes cotidianos; Me resulta imposible separar el binomio arte-vida. No sé muy bien cómo definir esa pulsión; quizá sea una necesidad tan grande como la de respirar. Esta absorción total hace que a veces entre en conflicto con la distribución de mi tiempo, pero sarna con gusto…

Dirty Laundry © Edurne Herrán, 2023

¿Puedes adelantarnos algo de tus próximos proyectos?

A finales de noviembre, participaré en los Encuentros fotográficos de Gijón con la conferencia ‘Futuro perfecto: manual para construir identidades’. Estoy muy ilusionada, ya que formo parte de un cartel con fotógraf@s a los que admiro mucho. En este link podéis ver un reportaje sobre ‘Futuro Perfecto’. Algunos de los alter-egos de ese proyecto siguen en activo, pero todavía no puedo hablar de ello 😉

Este es mi tercer curso trabajando como artista profesional invitada en la escuela Ferdinand Freiligrath Schule de Berlín. Es un proyecto financiado por el Senado, y hacemos muchas cosas: re-diseñamos objetos y prendas a través de upcycling, diseñamos y confeccionamos el vestuario para el grupo de teatro, etc.

Ando cerrando gestiones para que, SOCIAL (T)ISSUES, proyecto que presenté el año pasado en la magnífica sala del depósito de aguas C.C. Montehermoso, se muestre en otros espacios expositivos. En este link podéis ver un reportaje.

x.2222: Space is the place.1 © Edurne Herrán, 2024

x.2222: Space is the place.2 © Edurne Herrán, 2024

Mientras postulo para residencias artísticas (algo que me encanta y procuro hacer al menos una vez al año, ya que salgo de mi entorno habitual y me permite conocer otros lugares, maneras de hacer, personas, instituciones y artistas que me aportan miradas diferentes), estoy trabajando en varios proyectos de larga duración y obras puntuales. Uno de esos proyectos es ‘2222: Space is the place’, que comencé con una beca de creación especial del Senado de Berlín cuando comenzó la pandemia, y seguí desarrollando en la residencia que hice el pasado mes de junio (junto a Nerea Lekuona) en Kulturnetzwerk UW Etzdorf, dentro del programa Makers United en Chemnitz (capital europea de la cultura 2025). También he comenzado una especie de collages textiles de gran formato y estoy experimentando con la tridimensionalidad de otros materiales como el fieltro, al que no le había dado una oportunidad hasta ahora.