El sauce es verde
y la flor carmesí
Sotōba
No debería escribir ni una palabra, pero sin embargo lo hago. Me esfuerzo incluso por encontrar cuáles pueden ser las palabras correctas, aun sabiendo que cualquier interpretación siempre será alejarse de lo que debe observarse en silencio. Lo bueno de no hacer las cosas todo lo bien que a uno le gustaría es saber que siempre hay mucho por aprender.
Vista de la exposición El sauce es verde de Nico Munuera en Moisés Pérez de Albéniz
El sauce es verde, frase corta y simple en su estructura que repentinamente adquiere una importancia desmesurada en mí. Una emoción profunda que envuelve razón e intuición. Frase casi infantil y nada pretenciosa, pero que muestra de manera muy concreta una posible verdad. Una verdad sencilla, pero que se adentra hacia la posibilidad de un entendimiento profundo de todo lo que nos rodea. Una consecución de palabras que ponen el énfasis en la plena conciencia y la percepción de la naturaleza y los objetos tal y como son. La comprensión que solo es posible desde el entendimiento que procura el silencio. Un silencio que nos construye en secreto.
Aquí hoy una pintura.
Agua, tinta, lino y una forma que siempre constituirán una verdad concreta e inabarcable. Una acción que condensa el movimiento que sucedió en un corto espacio temporal, pero que se manifestará para siempre en el aquí y el ahora. Una absoluta concentración de tiempo, acción y pensamiento en un espacio acotado.
La pintura es un artefacto que proviene del pasado y que se instala de manera exquisitamente perfecta en cada instante del presente. A cada golpe de mirada la pintura se amolda en nosotros en el aquí y el ahora.
No hay posibilidad de retenerla. No hay opción de guardarla para usarla en otro momento. La pintura siempre es un presente absoluto. Una experiencia única, ligada a la fugacidad del tiempo. Un idéntico azul de cielo cada día que nunca volverá a ser el de ayer. La pintura está aferrada a cada instante que se desvanece mientras la observamos frente a frente. Una emoción y entendimiento absolutamente intransferible, donde cada cual solo recibirá aquello justamente que es capaz de absorber. Una pintura nunca te dará nada que no merezcas, pero tampoco nunca dejará de darte todo lo que te corresponda.
La pintura, una planta que no cesa de crecer en nuestra ausencia.
Nico Munuera
Enero 2025
Nico Munuera, (Lorca, 1974) tiene como eje central de su trabajo la pintura abstracta y los procesos tanto internos como externos que la conforman, partiendo de una fuerte conciencia de la pintura como naturaleza. Sencillez, fluidez, tiempo, percepción, intuición y belleza son rasgos fundamentales en su trabajo. Actualmente desarrolla su trabajo en Valencia e Ibiza. Su obra ha sido expuesta y se encuentra en colecciones de múltiples instituciones como Fundación Barrié, Museo Patio Herreriano o el IVAM entre otros.
Fechas: Del 1 de febrero al 22 de marzo del 2025
Lugar: Galería Moisés Pérez de Albéniz, Madrid
