Parece que por fin la performance comienza a ser valorada y colocada en el lugar que por derecho le pertenece, como una disciplina al mismo nivel que el resto de las manifestaciones artísticas y que parecía haber tocado fondo desde las postrimerías de los años 70. Iniciativas tan importantes como las que lleva a cabo el CA2M tanto en su labor educativa y divulgativa como en la pionera de incorporar de manera natural a su programación parece que ha calado a entidades tan legitimadoras como el Museo Centro de Arte Reina Sofía que en su actual temporada ha recuperado con gran acierto el trabajo de una artista ya mítica: Esther Ferrer.
El relevo generacional lo ha tomado de manera contundente un artista único, polémico y cargado de visceralidad pero sobre todo, tremendamente incómodo: Abel Azcona. Si siempre es estimulante poder asistir a una de sus exposiciones o proyectos, es en esta ocasión doblemente interesante. Por un lado por tratarse de una retrospectiva de su trabajo, la primera en Madrid. Por otro al realizarse en el gran templo actual de la performance como es La Juan Gallery. Azcona se ha aliado con el galerista Juan Gómez Alemán para generar un dialogo anímico con el espacio, de tremenda personalidad, alcanzando lo que podríamos denominar como una “retrospectiva íntima”.
Conceptualmente la exposición se centra en aquellos trabajos en los que el artista ha abordado el sexo como práctica y la sexualidad como identidad pero también como modo de relación y como escenario para el ejercicio del poder. 8 piezas cargadas de dolor en las que los cuerpos son abusados, mercantilizados y expuestos. Una muestra que supone en palabras de Abel un punto de inflexión en su carrera, el cierre de un circulo que de algún modo no deja de ser en si mismo otro proceso vital, interior y performativo en si mismo. La ataraxia como vía para continuar.
Los proyectos del artista en formato fotográfico y videográfico se muestran acompañados por imprescindibles textos que posibilitan el acceso a su riqueza multicapa, a la profundidad de su discurso. El inquietante trabajo llevado a cabo en colaboración con otro grande, Juanma Carrillo (Voyeur) o el desgarrador proceso de transformación y prostitución en las calles de Bogotá (La Calle) entre otros “visten”, paradigmáticamente donde todo es desnudez, las paredes de La Juan.
Esa “retrospectiva íntima” de la que hablamos viene determinada por el dialogo clandestino que se entabla entre la galería y las obras. La proyección de extractos de Empathy and Prostitution directamente en el muro desnudo e imperfecto, desencadena un instante de Home Movie vulnerada que alcanza dimensiones épicas al reforzar la biografía, lo personal como fuente y material orgánico para la creación.
El otro gran acierto de la exposición es sin duda el haber posibilitado, durante dos jornadas, la activación de sus trabajos en modo simultáneo mediante la incorporación de performers que insuflan vida in situ y en directo a cada una de las piezas.
Artista: Abel Azcona
Fechas: hasta el 16 de noviembre de 2017
Lugar: La Juan Gallery, Madrid
* En las imágenes 3 y 4 vemos al performer Carlos Costa
Etiquetas: empatía, Performance, procesos de arte, Retrospectiva Last modified: 12 noviembre, 2017