El artista y director de arte sueco Andreas Englund (Falun, 1974) nos muestra la decadente vida de un superhéroe venido a menos. Sus óleos hiperrealistas retratan las miserias diarias de un personaje con superpoderes y lleno de defectos.
Bajo este enmascarado se encuentran las miserias diarias de un ser humano corriente: que se te rompa la bolsa de la compra, levantarte con una buena resaca, no poder abrir un bote de conservas, atragantarte en un restaurante… De esta forma, llena de ironía, es como Englund conecta con el espectador. La serie repasa toda la vida del personaje de traje ceñido y calzoncillos por fuera, pero la mezcla de humor y tragedia cobra su culmen en las escenas en las que el superhéroe ya es mayor.
