Ha sido larga la espera, un año más de lo habitual, pero por fin mañana abre sus puertas la 59ª Exposición Internacional de Arte de La Biennale di Venezia. La Leche de los Sueños es el titulo escogido para la exposición principal, comisariada por Cecilia Alemani, en la que participan 213 artistas de 58 países.
Muchos os preguntareis de dónde proviene el original titulo de la exposición principal, «La leche de los sueños procede de una frase tomada de un libro de la artista Leonora Carrington en el que describe un mundo mágico donde la vida se replantea constantemente a través del prisma de la imaginación. Es un mundo donde todos pueden cambiar, transformarse, convertirse en algo o en alguien más; un mundo liberado, rebosante de posibilidades. Pero también es la alegoría de un siglo que impuso una presión intolerable sobre la definición misma del yo, obligando a Carrington a una vida de exilio, encerrada en hospitales psiquiátricos, pero siendo también una figura de poder sorprendente y misteriosa, siempre huyendo de las restricciones de una identidad fija y coherente. Cuando se le preguntó acerca de su nacimiento, Carrington diría que fue producto del encuentro de su madre con una máquina, lo que sugiere la misma extraña unión de humano, animal y mecánico que marca gran parte de su trabajo.»
La comisaria, Cecilia Alemani, explicó que para crear la exposición se basó en muchas conversaciones con artistas mantenidas en los últimos años, en las que reflexionaron sobre ¿Cómo está cambiando la definición de lo humano? ¿Qué constituye la vida y qué diferencia a las plantas y los animales, los humanos y los no humanos? ¿Cuáles son nuestras responsabilidades hacia el planeta, otras personas y otras formas de vida? ¿Y cómo sería la vida sin nosotros?
La exposición principal se centra en tres áreas temáticas: la representación de los cuerpos y sus metamorfosis; la relación entre individuos y tecnologías; y por último la conexión entre los cuerpos y la Tierra.
«Muchos artistas contemporáneos están imaginando una condición posthumana que desafía la visión occidental moderna del ser humano, y especialmente del ideal universal del “Hombre de Razón” masculino y blanco, como centro fijo del universo y medida de todas las cosas. En su lugar, los artistas proponen nuevas alianzas entre especies y mundos habitados por seres porosos, híbridos y múltiples que no se diferencian de las extraordinarias criaturas de Carrington. Bajo la presión cada vez más invasiva de la tecnología, los límites entre cuerpos y objetos se han transformado por completo, provocando profundas mutaciones que reasignan subjetividades, jerarquías y anatomías. (…) La presión de la tecnología, el aumento de las tensiones sociales, el estallido de la pandemia y la amenaza inminente de un desastre ambiental nos recuerdan todos los días que, como cuerpos mortales, no somos ni invencibles ni autosuficientes, sino parte de una red simbiótica de interdependencias que nos unen unos a otros, a otras especies y al planeta como un todo. En este clima, muchos artistas vislumbran el fin del antropocentrismo, celebrando una nueva comunión con lo no humano, con el mundo animal y con la Tierra; cultivan un sentido de parentesco entre las especies y entre lo orgánico y lo inorgánico, lo animado y lo inanimado. Otros reaccionan a la disolución de sistemas supuestamente universales, redescubriendo formas localizadas de conocimiento y nuevas políticas de identidad. Otros practican lo que la teórica y activista feminista Silvia Federici llama el “reencantamiento del mundo”, mezclando tradiciones indígenas con mitologías personales de la misma manera que Leonora Carrington.»
Además, estas áreas se completan con cinco secciones concebidas como cápsulas del tiempo que brindan herramientas adicionales y referencias que vinculan obras del arte del pasado con las piezas de los artistas contemporáneos del espacio circundante. «Este amplio enfoque transhistórico rastrea los parentescos y afinidades entre las artes, métodos y prácticas entre generaciones, para crear nuevas capas de significado y tender puentes entre presente y pasado. Lo que surge es una narración histórica que no se construye en torno a sistemas de herencia o conflicto, sino en torno a formas de simbiosis, solidaridad y hermandad”.
PABELLONES NACIONALES
La Bienal de Venecia se complementa con la participación de 80 países que presentan su propuesta expositiva en los históricos pabellones situados en los Giardini, el Arsenale y el centro de la ciudad de Venecia.
En esta edición participarán por primera vez: República de Camerún, Namibia, Nepal, Sultanato de Omán y Uganda. República de Kazajstán, República de Kirghizistán y República de Uzbekistán participan por la primera vez con su propio pabellón.
En el caso de España se presenta Corrección del artista Ignasi Aballí, un proyecto comisariado por Bea Espejo que ha sido concebido específicamente para la Bienal y plantea una revisión conceptual del Pabellón de España. Si quieres conocer más sobre este proyecto, pincha aquí.
PROYECTO ESPECIAL: Tiger Strike Red
La Bienal de Venecia junto al Victoria & Albert Museum se unen para presentar, en el Pabellón de Artes Aplicadas, el proyecto expositivo Tiger Strike Red de la artista Sophia Al-Maria comisariado por Cecilia Alemani.
«La artista, escritora y cineasta qatarí-estadounidense Sophia Al-Maria explora los ecos del colonialismo y el racismo que se han filtrado en la relación contemporánea entre los humanos a través de los sesgos inherentes de nuestros algoritmos y máquinas. El trabajo de Al-Maria plantea preguntas sobre la alienación y la disfunción que surgen de una cultura de “hechos alternativos” e historia blanqueada, identificando remanentes del colonialismo en los campos de la computación cuántica, el espacio virtual y la inteligencia artificial.»
Fechas: Del 23 de abril al 27 de noviembre de 2022
Etiquetas: Bienal de Venecia Last modified: 21 abril, 2022