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Written by: Ensayos Absolut Performance

Artistas de mierda

Abel Azcona

En el arte como en la vida existen las clases. De alguna forma, podríamos decir que los pintores o los escultores son “la casta”, en cambio los contemporáneos, fotógrafos, artistas de performance o instalación somos el cambio. No entiendo el arte contemporáneo sino es crítico, social y político. La academia, como templo de la técnica, es la mediocridad latente en propietarios de egos clásicos. He estado en universidades donde viejas glorias del arte me han escupido o negado el saludo. Artistas frustrados que al final terminan en la enseñanza que ellos mismos construyen, su bendita academia, en su estudio, con su cincel y con la realidad contemporánea completamente olvidada. Estamos acostumbrados a escuchar que no nos gustaría que nuestros hijos fueran policías o militares, yo añado humildemente que no me gustaría que fueran artistas de performance. Pobre lacra. Artistas de la locura, sin sentido, sin gusto, sin estética.

Abel Azcona

Soy un artista de mierda, ya que para la mayoría el performance es eso, algo parecido a lo que asoma por mi ano casi todas las mañanas, en un estimable momento de creación. No sorprendo a nadie si digo que la pintura y la escultura actual u otras artes decorativas, cuando las veo, únicamente las veo, nunca las siento. El mundo contemporáneo actual ha inventado la decoración, el diseño gráfico y otras disciplinas para que lo que no suponga un revulsivo social, crítico o político, no sea considerado arte.

Deseo a un espectador que llore, vomite, sude o tiemble cuando vea arte contemporáneo. Creo en el arte como elemento de ruptura con la asepsia mental que nos rodea. Tenemos un presidente y un ministro de cultura coronados por la imbecilidad, por eso tenemos la obligación, los artistas de que el espectador nunca quede impasible. No quiero arte sin sentido, no quiero un discurso absurdo y no quiero desaprovechar jamás la oportunidad tan valiosa de remover internamente a un visitante de una galería o un museo.

Los artistas de performance somos catalogados de forma peyorativa como artistas radicales, cuando creo que el artista contemporáneo sino es radical no es nada. La contemporaneidad lleva implícito lo real, la ficción ya no nos sirve. Lo real lleva implícito lo personal. Y lo personal debe ser revolucionario. El arte debe ser nuestra revolución del sigo XXI.

Artistas de performance. Artistas de vanguardia, con una sociedad que ignora que es un arte de más de cien años. Un arte que alguien bautizo muy equivocadamente con un nombre que invita a la confusión, si cometemos el terrible error de traducirlo literalmente. Pero por otro lado que no es el performance sino caos corporal, interno y artístico. Escuchamos también términos como acción y representación que son ejemplos claros de acciones individuales o intervenciones. Inicialmente la acción entendida como acto, un happening vanguardista o un arte-acción, posteriormente hablamos de una realidad personal o de intervención política. “Acción” nos muestra las dimensiones estéticas y políticas de actuar, en el sentido de intervenir. Personalmente, la palabra acción no la considero correcta y la relaciono más con acciones iniciales conectadas directamente con performance del absurdo, fluxus o exploraciones corporales sin discurso. Porque el término “acción” no tiene en cuenta el entorno, la situación social o política, ni las reivindicaciones personales del individuo. No tiene en cuenta a una sociedad que presiona al ser humano para que se desenvuelvan dentro de ciertas escalas normativas, por ejemplo, la manera en que desplegamos nuestro género o pertenencia étnica. La acción aparenta ser más directa e intencional, y de esa manera menos implicada social y políticamente que “perform” que evoca tanto la prohibición como el potencial para la transgresión. El performance es esencia y madre del arte contemporáneo actual, por mucho que a algunos les pese, al ser el ejemplo en vivo de arte crítico, social y político, un arte irreverente, transgresor y de aprendizaje.

El performance debe reivindicar su espacio, disciplina que debe ser dignificada pero siempre manteniendo su rebeldía anti-academicista. La formación o repetición de aprendizajes de manejos de la corporalidad volverían al performance escénico y lo matarían en significado y esencia. La contemporaneidad ha logrado un desinterés general por la ficción, por lo que muchas veces lo escénico bebe de lo performativo, que no al revés, porque en ese caso dejaría de ser performance art. Como claro ejemplo de disciplina artística contemporánea el performance es en esencia conceptual antes que estética, siendo mucho más importante el discurso detrás de la creación que la técnica o el desarrollo performativo. Debería ser en el arte contemporáneo esta premisa un fundamental, que la academia teme porque moriría.

Los artistas de performance y los contemporáneos en general, tenemos el deber de dinamitar “lo bonito”, la técnica y el arte sin sentido. Somos artistas, militantes y activistas. La revolución será artística, o no será. Empleamos el cuerpo como elemento de acción, la transgresión como herramienta y la conceptualidad como esencia. Construimos con nuestra experiencia, nuestras heridas y nuestra memoria. Creemos en arte resiliente, un arte de regeneración. Creemos en una regeneración artística.

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Abel Azcona (Pamplona, 1988). Artista interdisciplinar español, vinculado especialmente al arte de performance, disciplina artística de la que es considerado un nombre clave a nivel internacional. El artista navarro pese a nutrirse de la performance, es catalogado como interdisciplinar, ya que su obra explora y presta gran atención al resultado plástico por lo que está relacionado con medios como la fotografía, el videoarte, la instalación y la escultura. Su obra ha sido presentada en España, Portugal, Francia, Italia, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Grecia, Rusia, Polonia, China, Filipinas, Japón, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay, México, Canadá, Estados Unidos y Colombia. A pesar de su juventud ha presentado más de cincuenta exposiciones individuales. En el 2014 el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá dedica una exposición retrospectiva al artista con obra seleccionada de toda su carrera artística.

ABSOLUT

Etiquetas: , Last modified: 4 diciembre, 2014