La artista Ruth Patir junto a Mira Lapidot y Tamar Margalit (curadores del proyecto de Israel) han anunciado que no se abrirán las puertas del pabellón israelí en la Bienal de Venecia «hasta que no se alcance un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes». El anuncio se ha expuesto en un cartel en el exterior del pabellón, así como en la web donde añaden: «La decisión del artista y curadores no es cancelarse ellos mismos ni a la exposición; más bien, optan por adoptar una postura de solidaridad con las familias de los rehenes y la gran comunidad de Israel que pide un cambio.»
Además, Ruth Patir ha explicado a través de un storie en su perfil personal de Instagram:
«Siento que el tiempo del arte se ha perdido y necesito creer que volverá. Nosotros (Tamar, Mira y yo) nos hemos convertido en la noticia, no el arte. Por eso, si se me concede un escenario tan extraordinario, quiero hacerlo valer. He decidido que el pabellón sólo abrirá cuando se produzca la liberación de los rehenes y un acuerdo de alto el fuego. Esta ha sido nuestra decisión y la mantenemos. Soy artista y educadora, me opongo firmemente al boicot cultural, pero como siento que no hay una respuesta adecuada, y sólo puedo utilizar el espacio que tengo, prefiero alzar mi voz con la de aquellos que están gritando por el alto el fuego inmediato y por el regreso de los secuestrados. No podemos más».
El pabellón acoge, a la espera de una futura apertura, la instalación «(M)otherland», una videoinstalación de Ruth Patir. Reuniendo arqueología antigua y tecnologías de imagen avanzadas. La obra reflexiona sobre la feminidad y las cargas del cuerpo femenino, cambiando entre la narración en primera persona y las experiencias compartidas de tantas personas en todo el mundo y a lo largo del tiempo.
El trabajo de Patir atraviesa experiencias de la vida personal, las formas en que éstas son moldeadas por constructos sociales y nacionales, y su propia crítica. En medio de un período en el que la nación, después de haber sufrido el ataque más brutal de su historia, está envuelta en una de sus guerras más sangrientas, la insistencia de Patir en el modo de expresión íntimo también tiene un significado político; está labrándose un espacio personal en el ámbito de la representación nacional en el escenario artístico internacional.