Uno o dos meses atrás La Fábrica editaba un peculiar volumen. Bajo el nombre For Birds’s Sake se presentaba un proyecto de las fotógrafas Maria Sturm ( Ploiesti, Rumanía, 1985) y Cemre Yeşil (Estambul, Turquía, 1987). For Birds’ Sake, que contiene una velada historia de amor entre hombres y pájaros en Estambul, forma parte de una edición limitada de 1.000 ejemplares, estando cada uno de ellos presentado en una funda de tela hecha artesanalmente por un sastre turco.
El volumen respira la sutileza y cuidado que el propio proyecto fotográfico transmite. Aspectos que el jueves, 14 de abril, se presentarán en su vertiente expositiva en La Fábrica (hasta el 23 de mayo) bajo el cuidado del editor Gonzalo Golpe.
For Birds’ Sake parte de una tradición turca que se viene desarrollando en la ciudad turca desde el Imperio Otomano y que ha ido pasando de generación en generación, de padres a hijos. Durante siglos la custodia y crianza de pájaros cantores, en especial de jilgueros, ha estado muy ligada a la ciudad de Estambul. El encuentro entre los pájaros y los hombres a través del canto ha ido forjando una tradición con múltiples plataformas sociales.
«Los criadores u “hombres pájaro” se arriesgan a cuantiosas multas por capturar a los jilgueros en plena naturaleza y mantienen en cautividad a uno o dos ejemplares cada vez. Los machos de verderón y jilguero pardillo son los más apreciados debido a los prodigiosos trinos con los que atraen a las hembras durante la temporada de apareamiento».
Maria Sturm y Cemre Yeşil, fascinadas por la relación que se ha forjado entre criadores y aves, así como por el paso de padres a hijos que ha ido teniendo, han seguido a estos hombres en las reuniones que «mantienen de café en café por todo Estambul cada fin de semana, entre los meses de abril y agosto. Así, han captado cómo los criadores transportan a los pájaros en cajas forradas con papeles o telas, desarrollando diferentes estilos para envolver y presentar la jaula: desde telas monocromáticas hasta encajes de ganchillo, desde hilos multicolores a cuentas azules que protegen a las aves contra el mal de ojo. La fuerza de esta tradición se revela en toda su amplitud en los concursos de canto donde, mientras esperan su turno para participar, los criadores llevan a cabo rituales de calentamiento tocando suavemente las jaulas, silbando, susurrando o reproduciendo canciones desde sus teléfonos móviles».
For Birds’ Sake pasa del formato libro al formato expositivo sin perder la muestra del misterioso vínculo que entre los pájaros y sus cuidadores se ha llegado a forjar. Un vínculo repleto de contradicciones entre el amor, la posesión y el placer, donde los cuidadores se debaten entre la lucha contra la naturaleza y la protección de las aves.
La muestra reúne una quincena de fotografías de ambas artistas, que a través de una mirada sutil y en clave femenina nos invitan a conocer una costumbre de un mundo de hombres, ajeno a las mujeres, tan «cotidiano» para sus protagonistas como fascinante para los que nos encontramos ajenos a él.
Imágenes:
1- Cage #3, 2014. ©Cemre Yesil & Maria Sturm
2- Díptico Goldfinch tatoo + Cage #3, 2014 ©Cemre Yesil & Maria Sturm
3- Goldfinch feathers, 2014. ©Cemre Yesil & Maria Sturm
4- Goldfinch tattoo, 2014 ©Cemre Yesil & Maria Sturm