Existe una creencia popular que dice que la cultura de calidad solo se puede disfrutar en las grandes ciudades y que los pequeños pueblos han quedado relegados con el plano del folclore.
Acercar los artistas a los pueblos y los pueblos a los artistas. Dos palabras arte y rural, juntas en el proyecto divulgador del Centro Rural de Arte en la provincia de Buenos Aires, en Argentina. Este centro fue fundado en 2008 por Pablo Ramos, María José Trucco, Luciano Bianchi, Elina Rodríguez.
Este espacio ofrece una residencia a artistas argentinos como extranjeros para la producción, el estudio y la exposición del arte contemporáneo fuera del ámbito urbano. Se localiza en una casa que sirve de alojamiento a los artistas con vistas al campo. En las diversas residencias realizadas por artistas argentinos y de todo el mundo, casi la misma sensación: esa sensación de que había mucho por hacer, de ser una página en blanco. Hoy en día en el mundo rural hay espacio para desarrollar proyectos porque está todo vacío.
El Centro Rural de Arte lleva años promocionando una serie de iniciativas que llevan la cultura y el arte al territorio rural, agrícola, provocando un cambio sorprendente. El objetivo es fomentar la innovación, la participación activa de la población local y la futura proyección de los proyectos en localidades rurales. Este proyecto se caracteriza por la fusión de arte y paisaje, y quiere ir más allá, vinculando además a la población local.
Al principio nómada, desde 2013, los 4 miembros se instalaron en el pueblo de Cazón, una localidad que posee uno de los viveros más importantes del país con 210 hectáreas en donde se producen diversas especies de árboles.
El programa se traduce con proyectos implicando el bienestar social de las localidades involucradas. El programa aspira, asimismo, a convertirse en espacio de encuentro de artistas y habitantes, potenciando el diálogo y las visiones diversas, así como la creatividad cultural. El arte rural hace de la tierra, de los cultivos, en definitiva, de la naturaleza su medio de expresión. Gracias a talleres, charlas, diversos modos de creación e investigación, las actividades cuestionan las relaciones entre el Humano y su entorno: Volver a lo Esencial. En fin de cuenta, “El arte es una regadera, pero la naturaleza tiene nubes” como lo dijo el escritor alemán Jean Paul.
Créditos del vídeo: