Cuando alguien habla de Cornelia Parker en seguida viene a mi mente su ‘explosiva’ instalación titulada Cold Dark Matter: An Exploded View (1991), pieza que representa el estallido de un cobertizo de jardín, en la que todos los elementos están suspendidos en el aire, logrando así que la detonación esté paralizada en el tiempo y por lo tanto la destrucción no se termine de completar.
Una detonación congelada en el tiempo, pero que para la creación de la pieza si que ocurrió, Parker con la ayuda del ejército británico estalló un auténtico cobertizo – lleno de objetos- para posteriormente recoger los pedazos quemados e instalarlos en la obra, uno a uno. Además, Parker incorporó en su centro un foco de luz para que la sensación de explosión aumentase.
Seguramente Cold Dark Matter: An Exploded View sea una de las obras más icónicas de Cornelia Parker, pero no es la única que merece nuestra atención. Actualmente, podemos contemplar cerca de 90 piezas de la artista en la retrospectiva que acaba de inaugurar Tate Britain y que puede visitarse hasta el 16 de octubre de 2022.
Además de la pieza a la que me he referido anteriormente, podemos encontrar otro de sus trabajos más tempranos, Thirty Pieces of Silver (1988-89), una instalación de objetos de plata aplanados que fueron recolectados en diferentes tiendas benéficas.
Un gran recorrido por más de treinta años de trayectoria, en los que podremos contemplar dibujos, instalaciones, videos, esculturas…, que no termina en las salas dedicadas a la exposición, algunas piezas se extienden más allá de este espacio y se pueden ver en las galerías de la colección permanente de Tate Britain, como Room for Margins (1998) que se dispondrá cerca de las galerías dedicadas a Turner o The Distance (A Kiss with String Attached) (2003), un diálogo con El beso de Rodin, que en la actualización de Parker habla sobre la naturaleza claustrofóbica de las relaciones, y que se ha dispuesto en la entrada al museo.
Fechas: Del 18 de mayo al 16 de octubre de 2022
Lugar: Tate Britain, Londres