La Térmica de Málaga acoge, hasta el 9 de julio, la exposición «Creadores 2017» en la que participan los seis artistas ganadores de la beca de la residencia de La Térmica, patrocinada por la Fundación Unicaja, durante este año: Aaron, Almudena Fernández Ortega, Fernando Clemente, Mac Svary, Orlando Rojas y Victoria Maldonado.
Los artistas seleccionados tienen como punto en común la multidisciplinareidad de los géneros tratados para desarrollar sus propuestas muy arraigadas en el pensamiento contemporáneo: la multiculturalidad, la tolerancia, los no-lugares y la memoria, la relación con civilizaciones extraterrestres, la relación entre lo telúrico y lo femenino o la manera en la que se estructuran los recuerdos en nuestro cerebro.
Los artistas han sido seleccionados por un comité de selección de expertos formado por Paloma González Dotor, Directora de F2 Galería; Mario Martín Pareja, Director y comisario de Contemporánea; Fernando Francés, Director del CAC Málaga; María Ángeles Díaz, Profesora de la Facultad de Bellas Artes de la UMA y artista; y Salomón Castiel, Director de La Térmica, los seis elegidos han sido premiados con una beca de 2400 euros y han permanecido desde el pasado febrero con todos los gastos cubiertos en la residencia de La Térmica.
Paloma González explica así los trabajos de los seis artistas:
Aaron desarrolla su proyecto “Volcanes de agua” tomando como punto de partida su propia memoria y sirviéndose, además, del imaginario colectivo para su desarrollo y materialización multidisciplinar del proyecto. Por un lado, analiza la figura de los volcanes a través de sus propias vivencias infantiles y geológicas, llegando a asemejar su forma interior a la de las comunes campanas. Forma que a su vez nos remite al origen del mundo, por su semejanza con la representación primitiva de la feminidad. Como resultado nos encontramos con unas campanas de bronce elaboradas a partir de la forma interior de diversos volcanes. Campanas que no pierden su sentido original como elemento sonoro, sino que Aaron deja libertad al espectador para interactuar con las esculturas y así poder crear su propia melodía. Por otro lado, recurre a los clásicos elementos de madera torneado para crear una estructura articulada, de la que se sirve para que sus propios compañeros, a modo de visitantes, intervengan en su propia obra y actúen en la decisión final de su forma de representación. Momentos que a su vez ha inmortalizado y se exhiben en una serie de fotografías.
Fernando Clemente se sirve del clásico proceso fotográfico en blanco y negro para materializar su trabajo “No lineal, acceso aleatorio”. Al igual que su compañero Aaron, recurre a la memoria, pero en este caso él juega con la capacidad que tiene ésta de almacenamiento de los recuerdos, cómo es capaz de extraerlos, ampliarlos o modificarlos. De manera que dispone ante el espectador una estructura de fotografías realizadas a modo de diario personal y a través de las que cada uno es libre de interpretar y crear su propia historia, otorgándoles así una independencia de lectura y análisis de la obra en sí. Estas imágenes creadas por Clemente, en cierta manera, nos recuerdan a las creadas por el parisino Eugene Atget y su particular forma de ilustrar el viejo París en vías de desaparición. Interpretación que hace Clemente de su propio entorno y a la que somete al criterio aleatorio de lectura de cada espectador.
Almudena Fernández utiliza su temprana fascinación por lo desconocido, por el más allá y por la posible vida extraterrestre para acercarnos a su proyecto “Seti 1989”. Fernández crea una serie de objetos/estructuras/esculturas que podrían servir como reclamo de esa vida extraterrestre, a modo de radiotelescopios. Objetos/estructuras/esculturas que realiza con elementos cotidianos de su entorno y cuya utilización no solo es el reclamo de otra “civilización”, sino que los toma como modelos para su pintura, que finalmente es lo que queda de todo este proceso. Pinturas que nos muestran el particular mundo de Fernández y su visión de la astronomía y el más allá e incluso nos hacen replantearnos la existencia de una civilización superior a la nuestra.
Victoria Maldonado nos presenta “Weltinnenraum –el cobijo–”, título que hace referencia a la búsqueda del mundo interior y que ella reinterpreta como ““paisajes utópicos”… generados a partir de los vestigios de barro que representan las zonas desconocidas (no transitadas) de la ciudad, de mi rutina”. Paisajes que Maldonado materializa en esculturas cerámicas, en las que el azar y la serendipia forman parte clave de la creación. Situándonos ante una serie de objetos que crean ese utópico paisaje, en continua búsqueda de ese no lugar que acompaña en la aventura de la creación de Maldonado.
Mac Svary influenciado por los medios, la sociedad y la cultura hiphopera norteamericana, crea su propia estética y universo pictórico, en el que no solo recurre a imágenes colectivas recopiladas, sino que frecuentemente incluye a los miembro de su familia en sus creaciones. Las imágenes que componen “Guetto symphony” no solo se quedan con lo anecdótico de estas tribus urbanas, se convierten en una suerte de manifiesto en pro de la multiculturalidad, a la vez que se detienen en analizar la identidad de una sociedad en declive.
Orlando Rojas realiza un análisis de las diferentes culturas que se han sucedido en nuestro país hasta nuestros días, haciendo especial hincapié en los caracteres de la escritura árabe. Caracteres que utiliza como patrón y que repite en diversos de sus trabajos. Además, continúa con sus investigaciones sobre los procesos interculturales contemporáneos y la experimentación en la pintura.
Fechas: Hasta el 9 de julio de 2017
Lugar: La Térmica, Málaga