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Roberto Chartam

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Roberto Chartam: “El arte es cualquier cosa que un ser humano hace con la intención de hacer arte”

En esta nueva entrega de Detector de Artistas nos acercamos al trabajo del artista Roberto Chartam. Hablamos con él sobre su manera de entender el arte, los pasos que ha ido dando en su trayectoria artística, los conceptos que marcan su trabajo y, además, nos desvela uno de sus próximos proyectos. No dejes de leer.

Retrato de Roberto Chartam junto a Composición diagonal I

¿Cómo fueron tus inicios como artista?

Creo que casi todo el mundo dice que ya de pequeño tenía inquietudes artísticas, que dibujaba genial en el cole, que eran malos estudiantes pero sus profesores estaban asombrados por su creatividad y todo eso. En mi caso, para nada. Al menos, que yo recuerde, era un alumno del montón, que no destacaba ni por lo bueno ni por lo malo. Mi llegada al mundo artístico fue casi por casualidad, porque aparecieron en mi vida las personas adecuadas en el momento adecuado. El primero de ellos, José Luis Huete.

Antes de hacer Bellas Artes estudié Enfermería en Valladolid. Esa es mi profesión. Me gusta y me da de comer. Esto es algo que me costaba mucho decir en mis entrevistas como artista. Temía que no me tomaran en serio, que pensaran que para mí el Arte era un pasatiempo, un hobby, algo que hacía en mi tiempo libre. Tardé un tiempo en darme cuenta de que es al contrario: al tener mis necesidades económicas cubiertas por un trabajo estable, puedo centrar mi creación artística en hacer la obra que realmente quiero, sin tener que pensar en si será fácil o no de vender. De hecho, creo que lo que me apasiona hacer es casi invendible.

Tras recabar en Ávila por motivos laborales, me encontré una ciudad pequeña, preciosa, pero en la que no conocía a nadie. Decidí entonces apuntarme a todo: la Escuela Oficial de Idiomas, un club de Astronomía, clases de dibujo… y es ahí donde José Luis Huete me enseñó a disfrutar dibujando. Al cabo de un año había progresado tanto que José Luis me aconsejó que hiciera Bellas Artes. Pero yo tenía casi 30 años y un trabajo a tiempo completo. Iniciar una licenciatura de cinco años en Salamanca me parecía una idea descabellada. Entonces me planteó una idea: prepararme durante un año para hacer la prueba de acceso a Bellas Artes solo por vivir la experiencia de dibujar una estatua junto a otros 500 candidatos. Me pareció un reto simpático y acepté. Me preparé con él dibujando exclusivamente estatuas en papel ingres de 100 x 70 durante meses.

Composición diagonal II. 2021, Palacio de Los Serrano, Ávila

Pero cuando llegó el día de la prueba y vi la facultad, el ambiente, las taquillas pintadas, las decenas de chicos dibujando vi que quería formar parte de eso. Hice una prueba aceptable y me aceptaron. Y allí pasé 5 años fantásticos, compaginando estudios y mi trabajo como enfermero.

Como todos, supongo, tuve profesores malos, mediocres, buenos y excepcionales. Entre estos últimos, Pepe Isla, José Luis Pajares y María Reina en el área de Dibujo, y Ricardo Núñez en el de Dibujo Técnico. Los cuatro me han enseñado a ser lo que soy, y me dieron las herramientas necesarias para desarrollar mi trayectoria artística. Con los cuatro conservo aún una buena amistad. Con Ricardo, incluso he realizado la intervención permanente “Observatorio: Lex” (2021, facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca)

A día de hoy no sé todavía cómo lo hice, pero en Tercero me fui de Erasmus a Milán. Tuve que pedir un permiso sin sueldo y tirar de ahorros, pero lo que aprendí allí sin duda lo valía. Durante los dos primeros años de mi licenciatura estuve perfeccionando mi técnica, particularmente en Dibujo. En Milán tuve contacto por primera vez con el Arte Conceptual, donde el desarrollo de la idea era mucho más importante que su materialización. Volví a España totalmente cambiado, dejando ya de lado mi interés por perfeccionar mi técnica de dibujo figurativo, obsesionado con encontrar un lenguaje propio y desarrollarlo formalmente. Y decidí cambiar el paradigma: en lugar de centrarme en el dibujo me centraría en el soporte; en lugar de intentar llegar a hacer dibujos complejos sobre un soporte simple (como una hoja de papel), ¿por qué no hacer dibujos simples sobre soportes complejos? Por ejemplo, una simple línea sobre todo el volumen del espacio expositivo.

Lo malo es que uno no puede dibujar sobre el espacio con un lápiz o un rotulador. Necesitaba otro material. Y pensé en un cordón de algodón que iría de pared a pared, cambiando de trayectoria mediante juegos de poleas, y mantenido en equilibrio por el peso de una simple piedra.

Y así nació mi primera intervención: “Ensayo sobre la tensión I” (2014, Espacio de Arte Experimental, Salamanca)

Composición angular II / Color. 1 de 4. 2023, Centro Dados Negros, Villanueva de los Infantes (Ciudad Real)

¿Cómo ha sido tu trayectoria?

Cualquiera que haya hecho Bellas Artes sabe el terror que se siente cuando acabas la carrera y debes enfrentarte a un mercado del Arte que no sabe que existes. ¿Cómo contacto con una galería? ¿Cómo encuentro un buen espacio expositivo? En definitiva: ¿cómo consigo mostrar mi obra?

En mi caso, ese primer paso estaba resuelto. Durante mi último año de carrera participé en una convocatoria para exponer en el Espacio de Arte Experimental de la Universidad de Salamanca. Mi proyecto fue seleccionado y, por tanto, tuve mi primera exposición individual en 2014, al año de terminar, llamada “Tensión”.

Al año siguiente, una compañera de promoción llamada Patricia Garrido organizó y comisarió, en el seno de sus prácticas del Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte, una exposición colectiva llamada “Ni en pintura” (2015, Hospedería Fonseca, Salamanca). Para ello, Patricia seleccionó seis artistas cuya obra huía de la práctica pictórica tradicional: Beatriz Castela, Juan Sebastián González, Jesús H. Moyano, Jorge Gil, Víctor Solanas Díaz y yo mismo. Mi intervención para esa exposición se llamó “Ensayo sobre la tensión II”.

Tras dos años haciendo el mismo máster que había realizado mi compañera, animado por la seguridad que me daba tener dos exposiciones en mi currículum, solicité una cita con el responsable del Observatorio Activo “Ávila 1.131”, la sede abulense de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno. El encuentro fructificó en una nueva exposición: “Vidas Cruzadas”, en la que mostré una serie de obras de pequeño formato que había hecho durante los dos años de mi máster y una nueva intervención: “Composición vertical I” (2018, Ávila).

Hay momentos en los que un golpe de suerte, un acontecimiento que depende totalmente de la casualidad, hace que conozcas a alguien especial. La fortuna quiso que Eduardo Scala visitase esa exposición pocos días antes de su clausura. Contactó conmigo al salir e iniciamos una amistad que dura hasta hoy. Eduardo es un gran artista, 30 años mayor que yo, con una amplísima trayectoria. Su edad y su experiencia lo legitiman para aconsejarme, felicitarme cuando acierto, animarme cuando fracaso y reñirme cuando me equivoco, todo ello con la severidad y el cariño de un padre. No sé dónde estaría ahora si Eduardo no hubiera aparecido en mi vida, pero dudo mucho que estuviera haciendo esta entrevista. Mi deuda con él será imposible de saldar.

Ensayo sobre la tensión I. 2014, Espacio de Arte Experimental, Salamanca

Tras meditarlo (y consultarlo con Eduardo), en 2018 tomé dos decisiones importantes: La primera fue simplificar las intervenciones a nivel formal, un cambio hacia trazos más sencillos, más geométricos, en los que la repetición de elementos se ha convertido en algo esencial. La segunda decisión fue sustituir el cordón de algodón por lana como elemento principal de mi trabajo. La estela que deja la lana en el aire es semejante a la que deja un lápiz blando sobre el papel, con esas pequeñas irregularidades que solo se pueden apreciar observándola de cerca, lo que se ajusta a mi idea original de dibujar en el espacio.

Mis siguientes intervenciones, “Variaciones I” (2019/ Colegio Oficial de Arquitectos/ Ávila), “Composición diagonal I y II” (2021 / Palacio de Los Serrano / Ávila), “Trigonometrías I” (2021/ Centro Norte-Universidad / Móstoles, Madrid), “Composición diagonal III” (2022 / Salamón, León) y “Variaciones III” (2023 / Palacio de Los Serrano / Ávila) tienen cada una sus características propias, pero el uso de la lana y la repetición de elementos son sus puntos en común.

El año pasado llegó una nueva oportunidad. Pepe Buitrago me ofreció participar en la exposición “Cromático” en el Centro Dados Negros junto a –atención– Waldo Balart, Cristobal Povedano, David Magán, Tomás García Asensio y Beatriz Castela. En la inauguración, la actuación de Gustavo Jiménez y performances de Bartolomé Ferrando, Nieves Correa y Abel Loureda. Mientras escribo esto, aún me sorprende haber tomado parte de un acontecimiento cultural de esa magnitud, en la que comprobé algo que ya sospechaba: los artistas realmente buenos son, en su mayoría, cercanos y agradables.

Mi planteamiento para “Cromático” fue hacer más complejo el proceso, pero simplificando el resultado. “Composición angular II / Color. 1 de 4” (2023, Centro Dados Negros, Villanueva de los Infantes, Ciudad Real) consta de dos rectángulos áureos de lana roja: el menor –vertical– en relación áurea con el mayor; el mayor –horizontal– en relación áurea con la altura de la sala. De esta manera, todos los elementos de la obra (tanto los rectángulos como la sala que les servía de soporte) estaban relacionados entre sí. De todas mis intervenciones, creo que esta es, por su aparente simplicidad, por su intrínseca complejidad, por la calidad artística de las obras que la acompañaban en la exposición, por la grandiosidad del espacio y por los recuerdos que me trae a la mente, mi preferida.

Ensayo sobre la tensión II. 2015, Hospedería Fonseca, Salamanca

¿Qué temáticas están presentes en tu trabajo?

Al no ser mi trabajo figurativo, no sé si se puede hablar de temáticas. No busco representar nada. Pero me gustaría que palabras como “limpieza”, “precisión”, “simplicidad”, “geometría”, “matemáticas”, “espacio” o “volumen” le vengan a la mente al espectador cuando está ante (o dentro de) una de mis obras.

¿Qué es el arte para ti?

Creo que el arte es cualquier cosa (literalmente, cualquier cosa) que un ser humano hace con la intención de hacer arte. Puede ser compleja o no, hermosa o no, comprensible o no, porque la palabra clave en esa definición es “intención”. Y es ahí donde hay que tener cuidado, porque es muy fácil traicionarse. Cuando el mercado pide un tipo de obra, cuando ves que unos trabajos se venden mejor que otros, es muy difícil mantenerse firme y hacer lo que uno realmente quiere hacer, expresar lo que uno realmente quiere expresar, mantenerse fiel a su intención original.

Porque el arte, para ser arte, debe ir siempre por delante del mercado. Después, tal vez, el mercado muestre interés en tu obra, y un galerista decida representarla, un curador comisariarla, un crítico escribir sobre ella, un museo mostrarla, un coleccionista adquirirla. O puede que no. Pero si un artista decide observar cuáles son las demandas del mercado antes de iniciar una obra, deja de ser artista y pasa a ser un artesano.

Quiero que se me entienda: tengo un gran respeto por los artesanos. Mientras escribo esto estoy sentado en una silla que un artesano fabricó porque supo ver la necesidad que tenía la gente de sentarse. Es una silla cómoda y bonita porque quien la hizo es un buen artesano. Sin embargo, un artista crea algo que nadie le pide, que no tiene, a priori, una utilidad práctica. Pero, a pesar de ello, ha decidido hacer esa obra solo porque cree que esa obra debe existir, y ese acto constituye, por lo tanto, un ejemplo de la creatividad humana. Un mundo sin sillas sería mucho más incómodo. Sin arte sería una puta mierda.

Composición diagonal III. 2022, II Día Europea de la Lana, Salamón (León)

¿Puedes adelantarnos algo de tus próximos proyectos?

Mi próximo proyecto es la exposición “Todo es uno”, que se inaugurará el 5 de julio en la sala C del CEART (Centro de Arte Tomás y Valiente) de Fuenlabrada. En este punto tengo que agradecer a Victoria Arribas, de PAC, que me informara sobre la convocatoria. Soy un desastre con la gestión de mi labor artística y no creo que me hubiese enterado a tiempo si no hubiera sido por ella. Es más: estoy totalmente seguro de que no me habría enterado. Así que, Victoria, si lees esto, muchas gracias.

Debo decir que estoy muy ilusionado (y algo aterrorizado) ante un reto como este. Creo que será una buena exposición, con una serie de obras denominadas “Tautologías” que desarrollé el pasado verano en una residencia artística (El Telart, Santa María del Berrocal, Ávila). En mi cabeza, en mis bocetos y en mi maqueta funciona muy bien. Espero que en la realidad funcione igual. Pero esto, por la peculiaridad de mi trabajo, no lo sabré hasta que esté montada.

Cada una de estas obras están formadas por el dibujo de la trayectoria de una línea. Este dibujo, con unas dimensiones de 40 x 50 cm, está enmarcado y suspendido en el aire o colgado de una pared gracias a un filamento de lana que reproduce ese mismo dibujo. O bien –que el espectador decida- se presenta como un filamento de lana que recorre las paredes y el espacio de la sala de exposiciones, y que se mantiene en tensión gracias al peso del dibujo de esa obra.

La pregunta que quiero plantear es la siguiente: ¿cuál es la obra real, el dibujo o las líneas de lana, y cuál es la representación de la obra? Me gusta compararlo con una orquesta tocando una sinfonía y la partitura de esa misma sinfonía. ¿Es la partitura la obra real, y la orquesta simplemente la está interpretando? ¿O es la música la obra real y la partitura es únicamente su representación gráfica? No tengo una respuesta para ello, pero me gusta dar al espectador de una de mis obras la ocasión de plantearse un debate.

Etiquetas: , Last modified: 5 septiembre, 2024