En una pared en blanco, un pedazo de tierra donde todos pueden vivir, Dima Korma realiza acciones que les permiten entender, a las personas, que es posible venir y expresarse en estos lugares. Dima Korma trae a la calle una experiencia de creación de arte callejero. «Una de las cosas más importantes es el entorno en el que se encuentra mi trabajo y cómo responde a ese entorno y lo completa.»
En sus estudios, Dima tuvo el deseo de desarrollar su lenguaje personal. Descubrió gran poder y belleza en obras abstractas, en las que podía combinar todos sus deseos como diseñador y artista. El arte callejero es una gran disciplina en relación con la diversidad de culturas. Es bastante libre al final, porque nadie puede dar la definición.
Su trabajo es la creación de armonía entre diferentes elementos abstractos en un trabajo. Es posible abrir una discusión muy amplia sobre lo que significa cada composición abstracta y su mensaje. Está vinculado a movimientos de pensamiento, a inspiraciones que son diversas y variadas y que permiten a las personas reunirse o hacerlo solo y expresar cosas íntimas o no. La colaboración y el trabajo con otros artistas siempre contribuyen a su desarrollo personal como artista. Esto le permite ver cómo responde su arte cuando está ubicado al lado del trabajo de otra persona y cuál es su relación. El trabajo conjunto a menudo «obliga» a adaptarse a otros artistas, y este es otro paso en el desarrollo del lenguaje y los cambios personales.
Trabajar en canvas le permite experimentar y probar nuevas técnicas de trabajo, pero requiere precisión y meticulosidad en cada pequeño detalle. Dima Korma aún se encuentra en el proceso de desarrollar su lenguaje personal y de tratar constantemente de examinar los límites de su creación, con nuevos materiales, aumentando la escala a la dimensión. Tiene muchas ganas de probarse en otras áreas de la creación, como diseño textil, objetos 3D, etc.
