El próximo jueves se inaugura la exposición “El pasado en el presente. Construcciones del paisaje contemporáneo a partir de lo sublime” en la sevillana Sala Santa Inés. Una muestra, enmarcada dentro del programa Iniciarte, en la que se podrá ver obra inédita de los artistas Jesús M. Sánchez, Claudia Ihrek y Antonio Barahona.
El proyecto, como nos explica su comisaria Mariana Hormaechea, trata de examinar el modo en el que los artistas ponen en contacto visiones del pasado con el paisaje del presente, a la vez que mostrar como construyen el paisaje contemporáneo a partir de una mirada romántica.
“La idea de paisaje no se encuentra tanto en el objeto que se contempla como en la mirada de quien lo contempla. No es lo que está delante sino lo que se ve[1]. Le Corbusier nos habla de la importancia del adiestramiento de la mirada del artista, porque es sólo con esta como se construye el paisaje [2]. Pero para devenir en paisaje debe ser una mirada en cualquier caso reflexiva, tal y como explica Goethe “El simple mirar de una cosa no nos permite avanzar. Cada mirar se muta en un considerar, cada considerar en un reflexionar, en un enlazar. Se puede decir que teorizamos en cada mirada atenta dirigida al mundo” [3]. Los artistas que componen esta exposición al igual que los paisajistas románticos ven con la memoria, e intentan construir el paisaje tal y como la razón lo retiene. La Naturaleza es aprehendida por los autores como lo sublime, como lo que es absolutamente grande[4]>.
Jesús M. Sánchez (Jaén, 1985) presenta el proyecto de videocreación Hierofanías. Variaciones sobre Réquiem de Verdi I, II y III como obra global a modo de retablo/mosaico en el que la naturaleza se entiende como lo sublime y como origen del sentimiento de trascendencia en el hombre.
Claudia (Ihrek) González (Sevilla, 1988) con el proyecto Conjuros compuesto de seis composiciones fotográficas (collage) reflexiona sobre la idea de la anagnórisis dramática a través de la naturaleza, y cómo de ésta y de su inmensidad surge el conocimiento del sujeto a modo de éxtasis solitario.
Por último Antonio Barahona (Sevilla, 1984) con Límite primitivo compuesto por tres cuadros de gran formato, deja ver esa necesidad romántica de estar en relación con la raíz más primitiva del hombre y busca en la naturaleza ese equilibrio en el que reconocerse y reconciliarse con el mundo.
La exposición responde a heterocronías donde el pasado y el presente se dan la mano en una experiencia múltiple de tiempo.
[1] Maderuelo, J. (2005), El paisaje. Génesis de un concepto. Madrid: Abada.
[2] Le Corbusier, (2001), Mensaje a los estudiantes de arquitectura. Buenos Aires: Infinito.
[3] Goethe, JWV, (2007), La teoría de los colores. El arte del paisaje. Madrid. Biblioteca Nueva, Madrid
[4] Kant, I. (1990), Observaciones acerca del sentimiento de lo bello y de lo sublime, Madrid: Alianza.