Sergio Roger es un creador, aporta ideas y hace realidad nuevos conceptos que convierte en arte. En él ya se daban desde niño todas las cualidades para ser artista, no había otra opción. Durante sus estudios en la Universität Der Künste (UDK) en Berlin, tuvo de tutora a Hito Steyerl y su creatividad fluyo, sobre todo, por el video arte; otorgándole el primer premio Generaciones 2009 y premio de la Colección Norte 2010. Pero siempre estuvo presente la escultura. Actualmente, sus bustos son internacionalmente admirados.

Roger es un apasionado de las civilizaciones antiguas, especialmente del arte greco-romano. Se inspira sobre todo en la escultura y elementos arquitectónicos de la época, creando su propia interpretación contemporánea. No pretende romper el efecto que produce contemplar a los clásicos pero sí dar otra lectura sin excentricidades. Sus efigies escultóricas conservan una presencia que evoca clasicismo, no solo por lo que representan sino por la antigüedad del material empleado y el efecto final logrado por la calidad y delicadeza del trabajo artesanal. Sus obras son de tejido; de hilo antiguo, que él mismo colecciona; sedas o cáñamo. El proceso de elaboración de una pieza puede llevar de uno a tres meses. Es un proceso lento, que requiere precisión, en el cual varios artesanos le acompañan. Siempre parten del dibujo; primero crean la estructura básica, normalmente en madera, mientras perfilan patrones, creando capas rellenas de algodón cosidas entre ellas consiguiendo así la forma definitiva. Luego se añade la capa exterior, de hilo tintado, ya con los detalles finales cosidos.

Roger esta volcado en el estudio de la historia del arte comprendida desde el esplendor de Creta y posterior arte greco- romano. Admira la búsqueda del ideal estético tan propio de la época: la proporción, equilibrio y la imitación a la naturaleza. Sus bustos son representaciones de dioses, diosas, emperadores o sagas familiares. Cualquier elemento arquitectónico también es sujeto de ser tejido. Así, encontramos piezas imitando estilos ornamentísticos propios de la época ( Dórico, jónico, corintio y toscano). Centra su mirada en la arqueología, en piezas fragmentadas y antes perfectas. Sergio imagina reproducir esas ciudades, o restos de ellas, a partir del tejido. Un lenguaje y estilo discreto que evoca el sentir que producen esas piezas antiguas.

La obra de Sergio Roger se hace versátil en entornos muy diversos y con obra de diferentes periodos de la historia del arte. Por ello, no es de extrañar ver piezas del artista en museos; la Christie;s de Londres; en galerías y ferias internacionales; iglesias; en escaparates de Hermes o dialogando con las propias esculturas antiguas de las que parte.

Una obra cálida, liviana y solida que invita al silencio y a la contemplación del detalle. A partir de este concepto el mundo artístico de Sergio Roger se expande.
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