De un paraje como el Empurdà surge Yoyo Balagué, una artista de raíz. Estudió Bellas Artes y dedicó sus primeros años profesionales al diseño y estampación de tejido para importantes marcas. Pero su cuerpo y alma la llevaron a centrarse en el arte. Yoyo trabaja desde el alma, arraigada al estado bruto de la tierra, que dirige la esencia de su trabajo. De allí surgen creaciones sin artificios; fruto del juego creativo y la manipulación de la artista con la tierra, el fuego y el agua.
Trabaja sobre todo la arcilla y lo hace de forma ancestral, sin torno, después de haber adquirido un gran conocimiento de la materia. Manipula arcilla con chamota muy gruesa; también el gres de alta en crudo o blanco y por supuesto, la arcilla terracota de La Bisbal mezclada con un gran porcentaje de manganeso para conseguir tonalidades de marrones. En sus acabados rara vez aplica esmalte. Se trata de piezas importantes o sumamente delicadas de gran complejidad de realización. Crea cuencos escultóricos; planchas finas para cuadros o esculturas. Muy reconocibles sus esferas planetarias o los taburetes cerámicos. Son obras de líneas sencillas con textura rústica que parecen extraídas directamente de la tierra. De hecho, Yoyo recoge rocas y troncos de la playa que posiciona en su taller, junto a su obra, creando una fusión armoniosa que hace difícil diferenciar la creación humana de la natural. Utiliza el método “pit-firing”, añadiendo materiales orgánicos de deriva de la playa al fuego en la quema final, un ritual sensorial y de abstracción, consiguiendo tono y última textura a la pieza. Una técnica que la identifica y dirige por diferentes caminos creativos. De esta manera, consigue fusionar su querido Mar Mediterráneo a las obras. Balagué centra su filosofía en la máxima vinculación con la tierra, el mar y sus obras transmiten una clara connotación a naturaleza bruta y humanidad.
Para la artista, la pintura supone un lenguaje más introspectivo y espontáneo donde, después de una primera toma de decisiones, el azar la lleva por lugares inesperados aceptando el error. Trabaja con materiales y técnicas buscando la rusticidad en su lenguaje. Crea sobre canvas de algodón o lino; utiliza acrílicos mezclados con pigmentos y tintes naturales al agua de madera. Para las texturas aplica polvo de mármol o carbón. Destacar el trabajo actual en la serie de Lanzarote: The land of water and fire. Trabajo donde expresa su experiencia sensorial de los paisajes volcánicos y noches estrelladas en la isla.
La curiosidad lleva a Balagué a experimentar en diferentes disciplinas, se nutre de colaboraciones con artesanos especializados. En estos momentos, trabaja con tejedores para sus tapices textiles, nuevo proyecto que parte de su propia obra pictórica. Un guiño a sus orígenes profesionales.
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