Danielle Jon (Huesca, 1996). Vive y trabaja en Zaragoza. Bachillerato artístico por la Escuela de Arte de Huesca (2013). Grado Superior en Ilustración por la Escuela de Arte de Zaragoza (2016). Estudios de pintura con Fernando Sanagustín (Huesca, 2011-2018), Diego Catalán (Madrid, 2022-2024) e Isabel Garmon (Zaragoza, 2024). Pintura. Se considera autodidacta, siempre en busca de nuevas técnicas e inspiraciones en su incansable exploración del arte. Arte como sanación.

PAC – Te proyectas desde Zaragoza. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde otro sitio?
Danielle Jon – Desde pequeña he vivido en varios sitios, y pienso que cada ciudad y experiencia me ha convertido en la persona que soy ahora mismo.
A lo largo de los años, he vivido en diversas ciudades, desde mi hogar en Huesca, pasando por Zaragoza, Barcelona, Palma de Mallorca, Madrid y de regreso a Zaragoza, donde actualmente resido. Este periodo ha sido una aventura en constante cambio, pero me considero una persona luchadora y no me asustan los cambios. Desde pequeña el dibujar se convirtió en una pasión, una con tanta fuerza que tarde o temprano sabía que iba a acabar dedicándome a ello.
Antes estaba centrada más en aprender la técnica a la perfección. Entendí con el tiempo que dibujando me podía expresar mucho mejor que con las palabras así que el papel y el lápiz se convirtió en mi diario, en mi mensaje y grito. Para mí, el dibujo es una forma de terapia, un medio para contar mi historia y explorar mi yo más profundo.
No, no creo que me hubiera gustado cambiar de trayectoria, creo que si lo hubiera hecho no sería yo, no estaría en este momento de mi vida. Cada lugar en el que he vivido ha contribuido a mi crecimiento personal y artístico, y estoy agradecida por todas esas experiencias que me han llevado a donde estoy hoy en día.


PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?
Danielle Jon – Es difícil decirlo con certeza, ya que cada experiencia influye de manera única en el desarrollo de un artista. Sin embargo, creo firmemente en la importancia de la autenticidad y la conexión personal en mi obra, y Huesca ha sido fundamental en esa relación. Creo que el entorno en el que te desenvuelves influye significativamente en tu obra y en tu desarrollo profesional. Mi identidad como artista está intrínsecamente ligada a mi experiencia en esta ciudad, por lo que es probable que mi trayectoria hubiera tomado un camino diferente si me hubiera proyectado desde otro lugar. Al principio me costó irme de mi ciudad, de Huesca, lo consideraba como mi zona de confort. Pero el vivir en diferentes ciudades me ha aportado diversidad de perspectivas y experiencias, y ha enriquecido mi proceso creativo.
PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?
Danielle Jon – Lo que me impulsa a dedicarme a la práctica artística es la necesidad de transmitir, de expresar lo más profundo de mí misma a través de la creatividad y plasmarlo en una representación simbólica. Desde pequeña he sido una persona sensible e inquieta, y siempre me ha costado expresar lo que realmente siento detrás de un simple «estoy bien«.
El arte se ha convertido en mi forma de terapia, en una necesidad vital y en una manera de verbalizar lo que a veces no puedo decir con palabras. Cada uno de mis cuadros es un pedacito de mi alma, una ventana hacia mi mundo interior que me permite conectar con los demás de una manera única y profunda.

PAC – ¿Qué ansiabas?
Danielle Jon – Lo que ansiaba como artista era encontrar una forma auténtica de expresarme y conectar con los demás a través de mi arte. Además, deseaba poder dedicarme plenamente a esta pasión y demostrar lo que significa para mí, algo más que un simple pasatiempo: es una verdadera pasión que me hace feliz. Creo que de eso trata la vida, de ser felices.
Ansiaba también superarme cada día, desafiando mis propios límites y alcanzando metas que en algún momento parecían inalcanzables. Quería que mi obra tuviera un impacto emocional en las personas que la ven, porque creo en el poder del arte para tocar las fibras más profundas y generar una conexión emocional auténtica.
PAC – ¿Lo encontraste?
Danielle Jon – Sí, definitivamente siento que he encontrado lo que ansiaba en mi trabajo como artista. Cada obra que creo es una expresión de mi experiencia y de las emociones que quiero transmitir. Creo que mi trabajo tiene impacto en el público, como lo pude ver en mi último proyecto, una performance en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, que me indica que he podido conectar con los demás de una manera profunda y significativa.
Durante la performance que marcó el inicio del desfile de uno de los jóvenes diseñadores, Adrià Egea, pude entender desde el exterior y a través de los comentarios recibidos que se creó una atmósfera de silencio, intensidad y emotividad. Esto me hace creer que mi arte puede que este logrando su propósito de provocar reflexiones profundas y emocionales en el espectador.

PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?
Danielle Jon – Muchas cosas, pero una de ellas es el apoyo y la orientación para los artistas emergentes. El camino de un artista es muy difícil, especialmente al principio. Creo que se necesitaría más ayuda, tanto en forma de orientación desde el principio como en la creación de oportunidades para tener un trabajo estable, no solo una mera supervivencia.
Además, creo que es crucial mejorar la educación artística y cultural desde una edad temprana. Promover una mayor educación basada en el arte en las escuelas y fomentar la apreciación del arte desde la infancia podría cultivar una audiencia más informada y comprometida con el arte. Esto no solo beneficiaría a los artistas al aumentar la demanda de su trabajo, sino que también enriquecería la sociedad en general al fomentar la creatividad, la expresión y la diversidad cultural.
PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?
Danielle Jon – Creo que sería beneficioso fomentar una mayor colaboración y apoyo entre artistas, instituciones y el público en general. También deberíamos eliminar barreras y prejuicios que limiten la participación y la representación de artistas, críticos, coleccionistas, y amantes del arte en general.
Es fundamental alcanzar un sistema donde los artistas reciban honorarios adecuados por su trabajo. Con demasiada frecuencia, al principio de sus carreras, los artistas se ven obligados a trabajar de forma gratuita, lo que desafortunadamente desvaloriza su labor. Es crucial reconocer el valor del arte y asegurar que los artistas reciban una compensación justa por su creatividad y esfuerzo.
Además, como mencioné anteriormente, la educación artística desempeña un papel importante. Es esencial no solo para fomentar la creatividad en los niños, sino también para otorgar a los artistas el reconocimiento y la valoración que merecen. Una educación artística sólida promueve una mayor apreciación del arte en la sociedad y garantiza que los artistas sean reconocidos y respetados por su contribución al mundo cultural.

PAC – Asociacionismo profesional ¿qué opinas?
Danielle Jon – Considero que el asociacionismo profesional es fundamental para el crecimiento y el éxito de los artistas. La colaboración con otros artistas y profesionales del ámbito artístico puede brindar oportunidades de aprendizaje, exposición y apoyo mutuo que son esenciales para avanzar en la carrera artística.
Recientemente, como he comentado antes, he colaborado con el diseñador de moda Adrià Egea, donde pude dirigir la performance de su desfile de la colección “Error Series 3.0”. Esto me ha permitido llevar mi pintura a la interpretación, y mezclar esta con el concepto del desfile y la colección de ropa. Creo que nos ha inspirado a ambos. También, en mi trabajo colaboro mucho con fotógrafos. Esta colaboración es muy interesante y beneficiosa para ambos artistas, proporcionando inspiración visual, realizando proyectos o exposiciones conjuntas, experimentación técnica, etc.
En Zaragoza, destacan dos proyectos muy inspiradores liderados por artistas excepcionales y amigos, los cuales fomentan la colaboración y la unión entre los artistas a un nivel significativo. Uno de ellos es el proyecto «Pinta y colorea«, concebido por miembros del Gremio de Artistas de Zaragoza (GAZ), del cual he tenido el privilegio de formar parte en dos ocasiones. El segundo proyecto es el «Feat Project» de Ira Torres, una iniciativa que promueve la colaboración artística, y en la que me honra participar en la próxima exposición. Estas dos propuestas no solo destacan por su belleza y calidad, sino que también fortalecen la comunidad artística local al ofrecer espacios para la colaboración y la expresión creativa conjunta.
En definitiva, las colaboraciones enriquecen el trabajo de los artistas al permitirles explorar nuevas ideas, técnicas y perspectivas creativas.

PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.
Danielle Jon – A los seis años mi abuela me llevó a tomar mi primera clase de pintura y a partir de allí toda mi percepción de ver las cosas cambió. Participaba en concursos locales y nacionales y eso me llevó a estar más cerca del arte.
Con el tiempo empecé a estudiar en la academia de pintura de Fernando Sanagustín en Huesca. Allí fue donde encontré a mis amigas de ahora y desde entonces nos acompañamos unas a las otras en nuestro camino artístico. Fue fundamental tener desde pequeña una educación artística y cultural que me permitió siempre estar en continua investigación y formación. Actualmente estoy estudiando en la Escuela Nigredo de Madrid con un profesor maravilloso, Diego Catalán. Con él descubrí otra forma de interpretar y ver las cosas que intento trasmitir.
Estas dos últimas escuelas que he mencionado han dejado una profunda huella en mi desarrollo como artista especializada en el realismo figurativo. Para mí, el realismo representa una técnica sumamente desafiante y una perspectiva única para observar el mundo que nos rodea. La habilidad de transmitir emociones y narrativas a través del arte requiere tiempo y dedicación; personalmente, he invertido mucho esfuerzo en afinar mi obra para expresar exactamente lo que deseo comunicar.
Además, como mencioné anteriormente, soy una persona sensible y a veces me resulta difícil abrirme sobre mis experiencias. Sin embargo, el arte se ha convertido para mí en un lenguaje vital y en una necesidad imperiosa de expresión. Es mi medio para liberar emociones y pensamientos de una manera única y auténtica.
En 2020, comencé a recibir encargos, lo cual marcó un hito significativo en mi trayectoria profesional. Obtener reconocimiento por mi trabajo fue un impulso vital que me motivó a perseverar en una carrera que, desde mi perspectiva, presenta desafíos importantes. A lo largo de los años, he escrito diversos proyectos y textos breves, como esbozos de historias que quería convertir en cuadros. Mi enfoque siempre ha sido plasmar en palabras aquello que deseo transmitir a través de mi obra artística.
Desde entonces, he tenido el privilegio de participar en algunas exposiciones colectivas y colaborar en diversos proyectos. Tras dedicar una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, siento que finalmente estoy empezando a cosechar los frutos de mi trabajo.
Actualmente estoy colaborando con la reconocida comisaria independiente Olga Julián en su emocionante proyecto de inauguración de su nueva galería en Zaragoza, Galería Olga Julián. Estoy muy entusiasmada de ser representada por ella como artista, y a partir de finales de junio, podrán disfrutar de mis nuevas obras en su galería, junto con las creaciones de otros talentosos artistas aragoneses.
PAC – Defínete mediante hashtags o etiquetas.
Danielle Jon – #Creación #Luchadora #Trasmitir #Realismo #Inquieta
PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?
Danielle Jon – Lo más personal es lo más creativo, para mi este sería el tema de mi trabajo artístico. La inspiración detrás de mi obra se centra en el proceso del propio dolor, la soledad interna y los monstruos ocultos que caracterizan la experiencia psicológica, especialmente enfocada en las mujeres víctimas de maltrato. El propósito es explorar lo más personal como fuente de creatividad y plasmarlo en una representación simbólica.
Retrato mujeres desnudas, cada una con una capucha que simboliza el temor y la oscuridad que rodea a la víctima. Este enfoque permite que la obra sea un lienzo en blanco sobre el cual el público proyecta sus propias emociones, experiencias y perspectivas. La falta de rasgos faciales específicos permite una conexión más universal, donde cualquier persona, independientemente de su trasfondo, puede sentirse representada. A medida que avanzo en mis obras, la capucha se convierte en el lienzo para mi expresión artística y un medio para representar el viaje hacia la luz y la recuperación.
Cada obra cuenta una historia de resiliencia. El proceso de destapar la cabeza de mis personajes representa la valentía de confrontar y superar el miedo.

PAC – ¿Algún proyecto pendiente que te gustaría realizar?
Danielle Jon – Me quedan muchos proyectos por realizar, apenas estoy en el primer escalón de mi carrera profesional. Ahora mismo estoy preparando una nueva colección y varías colaboraciones con unas mujeres increíbles.
Un proyecto muy próximo en el que voy a participar es en Calle, Festival de Intervenciones Artísticas en Lavapiés. Este festival reúne a cincuenta artistas para exhibir sus propuestas a través de arte mural en los establecimientos del barrio madrileño. Para mí, esta oportunidad es especialmente significativa, ya que será mi primera vez realizando un mural, y sinceramente, estoy emocionada y ansiosa por ello.
Respecto a mi obra, me gustaría explorar más a fondo la relación entre el arte y la sanación, especialmente en el contexto del trauma y la recuperación. También estoy interesada en colaborar con organizaciones o comunidades locales para crear arte público que aborde problemas sociales específicos.

PAC – Un deseo.
Danielle Jon – El mismo que llevo pidiendo desde que soplo las velas en mi cumpleaños y el mismo que pido cuando hay una estrella fugaz.
Que centrada y con buen criterio.