Frida Cano (Ciudad de México, 1982) es una artista y comisaria que actualmente vive en los Ángeles, donde dirige las residencias para artistas del 18th Street Arts Center.
Ha sabido compaginar la creación de obras colaborativas con una forma de trabajar en red, porque lo que más le interesa es acercar el arte al gran público, producir una interacción educativa y que promueva el compromiso social del arte.
Arttextum es uno de sus proyectos más ambiciosos. Parte de la necesidad de hacer un mapa del circuito artístico contemporáneo, el cual se ha ido hilando a través de la mirada de artistas en activo quienes mediante su experiencia y conocimiento del medio, han ido recomendando a otros artistas, espacios y agentes culturales actuales e imprescindibles, siempre y cuando cumplan dos requisitos básicos: que tengan una relación con Latinoamérica y que su labor tenga un sentido social.
El estudio ha compilado a 100 artistas de participación activa, casi cuatro mil espacios de arte alrededor del mundo, y 34 gestores, críticos y comisarios y sigue su labor, actualizándose y siendo un buen manual de consulta del clima artístico de hoy.

Diana Velásquez – ¿Por qué estudiaste Artes Visuales?
Frida Cano – Siempre tuve muy claro mi camino profesional en esta vida. Ayudó mucho que mi papá se dedicara a las Artes Plásticas (es pintor y escultor) para darme cuenta a una temprana edad que ese iba a ser mi camino, ¡además de que el nombre que tengo era un recordatorio constante!
Las artes visuales son una profesión muy bonita, porque te da la libertad de comprometerte con una misión aún más grande que uno mismo, además de ser guiado por la intuición, la inspiración y la pasión en el quehacer cotidiano. Pienso que éstas son herramientas clave para poder encontrar la felicidad en lo que uno hace. En ese sentido, vibrar en una frecuencia más alta te permite ayudar a que otras personas puedan reencontrar ese fuego que nos mantiene vivos, todo ello a través de obras y proyectos de arte. Creo que el artista visual tiene una misión muy noble en este mundo.

Diana Velásquez – Háblanos de tu TFG, el cual entiendo que fue revolucionario.
Frida Cano – Así es, realmente no fue intencional. Creo que cuando uno toca fibras sensibles dentro de la institución, sea la institución que sea, uno llama la atención, para bien o para mal. El proyecto se llamó “Autorretrato de influencias en negativo/ Investigación documental del currículum oculto en La Esmeralda” y se trataba de hacer un recorrido a través de fotografías y entrevistas a compañeros y compañeras de la carrera, amigues, colegas, maestros y maestras al respecto de lo que realmente uno va aprendiendo a lo largo de los cinco años de la Licenciatura en Artes Plásticas de la ENPEG, aprendizaje que no está precisamente escrito en el currículum oficial de la carrera.
Durante la presentación final, aprendí que los lectores no habían hecho su labor de leer el trabajo, así que hubo un malentendido que terminó en la decisión de no aprobar el proyecto de más de dos años de investigación. Estudiantes y maestros me apoyaron muchísimo cuando se dispersó la noticia y al final logré titularme sin problema.
El proyecto da cuenta de cómo los mitos sobre la escuela pesan más que la realidad que se vive dentro, que los profesores tienen pocas bases pedagógicas para enseñar arte porque en realidad la mayoría son artistas y esto te reta como estudiante de arte a pensar, actuar y aprender de otras maneras. El trabajo también analiza los círculos de amistad que se forman gracias a la escuela, la red social que te soporta como artista, así como el ego del artista que se va formando poco a poco.
Finalmente, el trabajo también aborda el tema de la legitimación de obra o del artista dentro del circuito del arte en la Ciudad de México, y la lucha por conseguir galerías para sobrevivir económicamente como artista, todo ello aún siendo estudiante de la ENPEG y tras egresar de la escuela. Después, decidí agregar un capítulo más que narra la experiencia de no haber sido aprobada durante el primer examen. Tengo entendido que no ha sucedido este tipo de incidentes en la historia de la escuela, este caso mío fue uno aislado. Este es el enlace para consultar el TFG: https://fridacano.com/2014/10/16/curriculum-oculto-en-la-esmeralda/

Diana Velásquez – ¿Hiciste una residencia en Alemania?
Frida Cano – Al concluir mis estudios de posgrado en Estados Unidos, tuve la oportunidad de viajar un poco por Europa gracias a una residencia que tuve en Schöppingen, NRW, Alemania. El proyecto que realicé se inspiró en la realidad mexicana, en donde existe una economía informal basada en la Vitamina T, es decir, en los alimentos que se producen con maíz y que en su nombre tienen una letra T, como tortillas, tlacoyos, tacos, tamales.
La premisa consistía en cocinar comida mexicana a una audiencia alemana que no había probado comida auténticamente mexicana. El pueblo de Schöppingen es muy pequeño, apenas cubre unas calles alrededor de su iglesia, y la variedad de restaurantes es muy limitada, por lo que la propuesta de Vitamina T les interesó mucho. Este proyecto lo hice en colaboración con mi hermana Wendy Cano, quien se ha dedicado a estudiar la importancia socio-cultural del maíz en México.
El proyecto fue un punto de inflexión en mi carrera porque me ayudó a comprender más mi propia cultura al producirla fuera del territorio que la inspiró y porque también me permitió conectar mi historia personal-colectiva con una audiencia curiosa que no había experimentado el placer que da el comer comida hecha con maíz (se dice que comer maíz da felicidad, por eso el comentario de que es una vitamina que no se encuentra en las farmacias y que está contenida en las semillas del maíz que alimenta el alma y el cuerpo, porque al comerla te comes la historia y la cultura de Mesoamérica) además de educar, a través de un proyecto de arte, a lxs habitantes de este pueblo quienes utilizaban el maíz como mercancía sólo para alimentar a los animales, creo que ellxs también aprendieron mucho.
El proyecto tuvo su propia moneda hecha con maíz transgénico que lxs participantes intercambiaban por “billetes” que contenían sus historias personales de felicidad; con las monedas “compraban” la comida hecha de maíz o un recetario con el paso-a-paso de cómo cocinar con maíz. Entre más intercambiaban sus recuerdos felices, más poder de adquisición tenían. Los niños y niñas amaron esta dinámica. Como parte de este trabajo, también tocó colaborar con la escuela local, a través del departamento de arte, para educar aún más a las nuevas generaciones a través del arte.

Diana Velásquez – Tus proyectos están bastante conectados con la idea de red, de colectividad.
Frida Cano – Conforme yo iba entendiendo lo que eran los estudios de exhibiciones y museos, ser comisaria de arte, poco a poco se fue influenciando mi obra, y no quería ser yo la autora sino que fuera una cuestión más colaborativa.
De ahí que cuando yo doy el salto para hacer Arttextum, yo soy la que guía este proyecto a nivel curatorial, pero también la que determina cómo es la estética del proyecto, pero voy más allá y pido a lxs artistas y colaboradores que me ayuden. Esto se hace más como una obra masiva, que no lleva sólo mi nombre sino que es algo más grande. Todo esto se va armando poco a poco a través de colaboraciones de estudiantes, geógrafos, físicos, artistas, músicos etc.

Diana Velásquez – ¿Cómo fue tu paso por el San Francisco Art Institute, donde hiciste el Master of Arts, Exhibition and Museum Studies?
Frida Cano – El posgrado que estudié en el San Francisco Art Institute fue de Exhibition and Museum Studies estaba pensado para personas adineradas, y yo no vengo de este contexto. Para estudiar ahí tuve que trabajar duro un año antes, ganarme cuatro becas para poder pagar la escuela y los gastos diarios, además de trabajar en la escuela medio tiempo, y ser asistente del decano del programa, en las clases que daba y en la galería de arte que manejaba.
Además de todo esto, me gustaba organizar exposiciones de arte por mi cuenta, sobre arte contemporáneo latinoamericano en diferentes espacios de San Francisco. No sé a qué hora hice todo esto. Mi marido además me arrastraba a fiestas (risa), porque todo el tiempo estaba haciendo tareas, y estos momentos en la noche era cuando podía socializar. Me da gusto que sucediera en aquel entonces, ¡ahora no podría hacerlo!

Diana Velásquez – Luego viniste a Madrid para empezar a desarrollar Arttextum, ¿cuéntanos qué es?
Frida Cano – Arttextum es el proyecto más bonito que he hecho, porque no lo he hecho sola. Arttextum es un proyecto transdisciplinar de arte e investigación que propone otros modos de mirar, entender y actuar en el mundo, todo ello desde el conocimiento que se genera desde el arte contemporáneo de inspiración latinoamericano. Utilizando la metodología de las ego redes, el proyecto vislumbra las conexiones entre artistas visuales quienes son como los ríos creativos que fluyen y modifican el paisaje cultural, de igual modo, a las instituciones de arte que son como las montañas y lagos por donde fluyen estos ríos, y a la teoría del arte como el clima cultural.
Arttextum tiene una brújula cuyo norte apunta hacia la inspiración, y es por ello que, cuando se trazan los mapas sobre artistas, espacios y teoría del arte, el mundo aparece diferente con respecto a los mapas hegemónicos que nos dan una sola imagen de cómo lucimos como mundo. Creo que hay muchos mundos que se escapan a la vista, y gracias al arte podemos visibilizarlos. Actualmente, la base de datos de Arttextum conjunta a 100 artistas de participación activa (de un total de 265), a casi cuatro mil espacios de arte alrededor del mundo, y 34 curadores y teóricos. El proyecto es lo que es gracias a la participación de lxs artistas, continúa gracias a sus colaboradores en varias partes del mundo y es tan único porque no soy sólo yo quien toma el liderazgo, sino que es también mi hermana (enfocada en ciencias) quien es co-autora y Doña Begoña Torres quien apoyó tanto el trabajo desde el inicio.

Diana Velásquez – También me interesa la manera de cómo fuiste armando el archivo, que fue de una manera muy orgánica y siempre con agentes que están en el terreno que lo conocen mejor que nadie.
Frida Cano – Sí, de hecho es lo más bonito del proyecto, porque es muy honesto al enfocarse en lo que lxs artistas dicen sobre lo que realmente está pasando en el mundo del arte -y el mundo en general a través de su obra-. Yo creo que si uno quiere conocer algo, debes de ir al origen del asunto en cuestión. En este caso, a mí me interesaba saber de qué estaban hablando lxs artistas contemporáneos de mi generación, qué estaban haciendo, con quienes se juntaban para generar sus ideas.
Reconociendo a la red que les rodea, a quienes recomiendan porque saben que pueden confiar en estas personas e instituciones, es que Arttextum genera resultados únicos en su tipo, ningún otro proyecto tiene esta dedicación por entender a una generación de creativos a quienes les ha tocado reinventarse ante las demandas del mercado del arte, en un mundo interconectado por las redes sociales e internet, y que al mismo tiempo cada uno de estxs artistas mantiene un compromiso social a través de su acción como creativos, esto para mi es admirable. Cada artista que participa en Arttextum es increíble. Llevamos desde 2012 investigando y siguiendo a estxs artistas, a veces de cerca, a veces de lejos, y apoyándoles lo más posible.

Diana Velásquez – El proyecto está enfocado en artistas y espacio iberoamericanos, o que se relacionan con el contexto latinoamericano.
Frida Cano – Así es, Arttextum tiene un enfoque en Latinoamérica porque en estos contextos se vive la vida al límite, los tiempos históricos o del pasado se experimentan en tiempo presente, y porque a pesar de todas las dificultades, las personas logran hallar maneras de seguir medrando con una sonrisa en la cara y el corazón.
La lógica de Arttextum para armar la red de artistas, fue contactar a cinco artistas quienes abarcaban el continente americano, de norte a sur. A cada artista se les pidieron cinco recomendaciones de otrxs artistas de su generación en quienes podían encontrar su inspiración y así sucesivamente. Por ello, lxs artistas saltan de un lugar geográfico a otro, esas redes son bien bonitas y valiosas porque a través de lo que lxs artistas dicen, es que comenzamos el viaje por todos los continentes del mundo. La red que conecta a lxs artistas es que deben hallar su inspiración en los contextos latinoamericanos, sin importar nacionalidad o lugar de residencia.
De ahí que haya gente que está, por ejemplo, en Japón pero que están viviendo en Brasil pero que tienen interés en hablar del contexto brasileño o al revés, que son de Panamá pero que están viviendo en Dakar o en Senegal, en Ámsterdam pero que siguen con sus raíces latinoamericanas. Va más allá de limitaciones geopolíticas.
Diana Velásquez – Por otro lado, el archivo también tiene un filtro muy puntual y es que los artistas tengan un cierto compromiso social.
Frida Cano – Tenemos un montón de filtros, por ejemplo, destacan la recomendación de artista a artista. De ahí se busca que su trabajo tenga una relevancia, un compromiso social y no sólo vender en sectores comerciales. Esto es el punto clave para que el trabajo sea integral. No sólo nos interesa la cuestión estética sino que a través del arte se mejore el mundo. Por ejemplo, Gilberto Esparza, un artista mexicano cuyo trabajo se basa en energía, hace ‘bichos’ en colaboración con científicos y técnicos. Estos robots limpian el agua y en su espalda tienen plantas a las que alimentan, las cuales a su vez eventualmente dan oxígeno.
Diana Velásquez – ¿Cuáles son las conclusiones después de estos años de investigación?
Frida Cano – ¡Hay muchas! Por ejemplo, después de varios años de investigación del territorio artístico latinoamericano, se encontró que Estados Unidos es el país con mayor extensión territorial en Latinoamérica (risa) lo cual es un tanto irónico. Le sigue México en extensión territorial. Sin embargo, USA es mayormente un territorio de planicies y México e incluso otros países de Latinoamérica, tienen unos microclimas bien interesantes, con valles, volcanes, manantiales entre otros elementos que hacen una biodiversidad artística preciosa.
Ante esto, uno podría pensar que si bien el dinero fluye en dirección norte, la inspiración sigue enfocada en otros espacios y fluye con mayor libertad. En el libro que publicamos en 2019 titulado “Geografía Artística según Arttextum: El mundo que también habitamos”, se pueden ver aún más resultados de estas investigaciones.

Diana Velásquez – Ahora estás en el 18th Street Art Center.
Frida Cano – Soy la Directora de los Programas de Exhibiciones y Residencias. Este espacio tiene un compromiso social que me encanta, es una organización sin fines de lucro que ayuda a artistas a generar su carrera a nivel profesional. Cada año, estoy encargada de colaborar con la carrera de 100 artistas a nivel local, nacional e internacional.
La residencia ha recibido a gente de Taiwán, de Dinamarca, de todas partes del mundo. Este centro tiene colaboraciones con otras instituciones de otros países. Hay una nueva residencia que vamos a empezar que se llama Call to Dream, que es una colaboración entre instituciones similares a la nuestra que están en Ciudad de México, París y Tokio. La idea es que lxs artistas puedan colaborar y crear obras y proyectos con peso social, más a nivel global. Nuestra labor esta en: 18thstreet.org
Diana Velásquez – ¿Cuáles son los pasos que un artista debería dar hoy para ir haciéndose una carrera sólida?
Frida Cano – ¡Varios pasos! Creo que lo más importante es mantenerse fiel a lo que uno cree pero al mismo tiempo, ser flexible para seguir creciendo, este mundo tiene muchas lecciones y hay que aprenderlas todas para crecer como seres creativos y capaces de adaptarse a los retos que se nos presentan.
Un buen ejemplo es esta pandemia. He visto una diferencia abismal entre artistas que enfocan su carrera en ámbitos comerciales a los que se dedican a que su arte haga el bien en las comunidades que más lo necesitan. Durante la pandemia, los primeros tuvieron una crisis personal y financiera muy grande, mientras que los segundos tuvieron la oportunidad de recrearse y reencontrarse con otras maneras de existir y continuar creando mundos posibles.
Diana Velásquez – Menciona 6 artistas que recomendarías ahora mismo
Frida Cano – El colectivo Triodo – Gilberto Esparza, Marcela Armas e Iván Puig (México) -participantes de Arttextum
Georgina Santos (México) -participante de Arttextum
Bárbara Santos (Colombia) -participante de Arttextum
Pedro Reyes (México) -participante de Arttextum
Regina José Galindo (Guatemala) -participante de Arttextum
Alfredo Jaar (Chile)
Etiquetas: 18th Street Arts Center, Arttextum, Frida Cano Last modified: 5 septiembre, 2023
Me encantó!!!
Una rica estructura del discurso de Frida que captura y recoge no solo imagenes sino propuestas. Benjamin Dominguez