Jesús Herrera Martínez [Petrer (Alicante), 1976]. Vive y trabaja en Copenhague, Dinamarca. Licenciado en Bellas Artes (1999) y Diploma de Estudios Avanzados [DEA] (Dibujo y métodos expresivos) (2004) por la Universidad Politécnica de Valencia. Pintura contemporánea. La propia pintura como medio. Se alimenta de la propia pintura.
PAC – Te proyectas desde Copenhague. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?
Jesús Herrera Martínez – La verdad, he vivido en diferentes ciudades y países, y he trabajado en distintos espacios, condiciones y contextos. Supongo que he tenido la suerte de poder hacerlo, y, fundamentalmente, siempre me he movido de lugar porque sentía que podía crecer o porque me despertaba mucha curiosidad vivir en esa ciudad, pero, sobre todo, porque mi corazón me llevaba allí.
PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?
Jesús Herrera Martínez – Por supuesto, el contexto en el que vives te retroalimenta. Aunque es verdad que hoy en día tenemos mucho feedback virtual y, en mi caso, mi trabajo demanda muchas horas de atelier, supongo que en momentos puntuales de tu trayectoria es muy importante salir de tu zona de confort y tener un contexto que te ayude o te enriquezca.
PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?
Jesús Herrera Martínez – Te mentiría si te dijera que lo sé. Intuyo que el motor es la curiosidad, mezclada con un amor por mi práctica, que es la pintura. Me interesa especialmente enfocar ciertos problemas o soluciones, filtrándolos a través del lenguaje pictórico.
PAC – ¿Qué ansiabas?
Jesús Herrera Martínez – Supongo que se trata de comunicar o contar algo que no sé o no puedo expresar de otra forma. Tal vez se trate de intuiciones que sientes que son muy evidentes y con las que la pintura sí puede llegar a conectar.
PAC – ¿Lo encontraste?
Jesús Herrera Martínez – Pues me siento muy cómodo con mi lenguaje y también con mi voz propia. Supongo que existe una narrativa en aquello que necesito ir contando, y por suerte siento que esa curiosidad continúa emergiendo. Me siento muy afortunado.
PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?
Jesús Herrera Martínez – Bueno, hay un elefante en la habitación del mundo del arte, y es la extrema precarización del artista, que es (o debería ser) el pilar del ‘producto‘ en el que se sustentan las ‘industrias culturales‘. Por lo pronto, debería existir un sistema nacional que ayudase a los artistas, un sistema que permita a los artistas balancear los gastos recurrentes de alquiler de estudio, impuestos, materiales, etc. Esto es especialmente acuciante en los momentos en los que estamos en fase de producción o investigación, y no tenemos perspectiva de ingresos.
Siento que en España el sistema actual es de ‘premiación‘: las becas sirven para que los artistas entremos en un ciclo virtuoso de competir con nuestros compañeros, en el que, por supuesto, sólo uno o muy pocos son elegidos. Nadie ha indagado seriamente en el nivel de estrés y en las enfermedades mentales que un sistema así puede acarrear a una persona que debe afrontarlo durante años para poder desarrollar una carrera profesional. Las becas en España no son recurrentes, son puntuales; son una especie de premio que engrosa una línea del currículum y ayuda durante unos meses. Hay una especie de obligación de estar constantemente aplicando y compitiendo (incluso aplicando a otras becas mientras se está desarrollando una beca) para poder dar continuidad a un trabajo. Eso, mentalmente, es muy destructivo para el proceso de trabajo.
Si el sistema ofreciese continuidad, las ayudas serían, por ejemplo, de tres años, lo que permitiría dar continuidad a un proyecto. Tampoco existe un sistema anual que ofrezca trescientas o cuatrocientas ayudas para que los artistas puedan enfocarse en su trabajo, ni hay dos o tres convocatorias anuales para ayudas a la movilidad o gastos de producción. Entonces no, no existe un sistema del arte que ayude directamente a los artistas. En Dinamarca, todo esto sí existe, y es un país con menos de seis millones de
habitantes. España tiene casi cuarenta y ocho millones. Y esto es sólo en lo que respecta a las artes visuales o plásticas; el resto de disciplinas (artes escénicas, diseño, literatura, etc.) tienen sus propias ayudas.
PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?
Jesús Herrera Martínez – Yo creo que no hay un sistema, o al menos no lo hay para los artistas. Un sistema, por definición, es aquel en el que existen trabajadores con derechos (ya sabes, baja por maternidad, vacaciones, paga extra, etc.). Pregúntate cuántos ‘artistas’ están dentro de esos parámetros en el ‘sistema’, y en cambio, cuántos ‘trabajadores’ de las instituciones artísticas sí puedes incluir. Un ‘sistema’ en el que su prioridad principal no es poner las condiciones para que eso ocurra indica que está mal o que no existe.
Supongo que, en realidad, el pilar del ‘sistema’ actual es el ‘arte’ producido por el artista, no el propio artista. El sistema se desentiende completamente del artista. El artista está explotado, en el mejor de los casos, por el sistema del arte; y en el peor, autoexplotado.
PAC – Asociacionismo profesional ¿qué opinas?
Jesús Herrera Martínez – Imprescindible. Por supuesto ahora estoy asociado a BKF (Billedkunstnernes Forbund), que es la asociación nacional de artistas daneses y que pertenece a la IAA (International Association of Art), Asociación Internacional de Artes Plásticas.
PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.
Jesús Herrera Martínez – Comencé en el mundo del arte realizando el camino académico, estudiando Bellas Artes en la Facultad de San Carlos, en Valencia, finalizando el último año en la Accademia di Belle Arti di Venezia, gracias a una beca Erasmus (1999). Casi al mismo tiempo, comencé a colaborar, de forma profesional, con la desaparecida galería Val i 30 en Valencia (1998). Realicé el tercer ciclo: Diploma de Estudios Avanzados [DEA] en la Universidad Politécnica de Valencia (2004). Y aunque también lo compaginé con la licenciatura de Filosofía en la Universitat de València (1998), me enfoqué en mi carrera artística y nunca pude terminarla.
En 2008, en un momento de inflexión profesional pero, sobre todo, personal, decidí saltar el charco y me fui a Brasil con la idea de crecer allí. La verdad es que este fue un punto que, definitivamente, me dio una nueva perspectiva artística, y en los siguientes años se sucedieron las estancias e investigaciones artísticas en diferentes países: Estados Unidos (Richmond, 2010), Brasil (Sao Paulo, 2011), Bolivia (La Paz, 2011), Cuba (Holguín y La Habana, 2012), Rumanía (Târgu Jiu, 2012), Brasil (Sao Paulo, 2013) y México (México DF, 2013). En 2014, logré la beca de la Real Academia de España en Roma, en lo que creo que fue el momento vital perfecto para reconectarme, de alguna manera, con ciertas raíces pictóricas. Volví a Roma en 2015 para realizar un fresco en uno de los lunetos del claustro del siglo XVI en la Real Academia de España en Roma, complementando el ciclo de 1588 de Niccolò Circignani ‘Il Pomarancio’. En 2016, desarrollé una estancia corta en la Casa Velázquez en Madrid.
En 2016, de nuevo por un cierto sentimiento vital profesional, pero, sobre todo, por razones personales, decidí trasladarme a vivir y trabajar en Copenhague, donde también he podido realizar distintas residencias: World Wide Air residente / Fabrikken for Kunst & Design, Copenhague (2021), SVFK [Statens Værksteder for Kunst] / The Danish Art Workshops, Copenhague (en 2019 y 2021) e Instituto Danés en Atenas (2024). Actualmente, soy parte de la comunidad de artistas de Fabrikken for Kunst & Design, donde tengo mi estudio de trabajo.
En Dinamarca, he sido galardonado con el primer premio Portraet Nu 2017 Nordic Competition The Carlsberg Foundation Portrait Award para artistas de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Groenlandia, Islas Feroe, Islandia y las Islas Åland. Recibí la comisión para pintar el Retrato oficial de SAR la Princesa Heredera Mary (actual Reina de Dinamarca), que se presentó en febrero de 2022.
En 2019, presenté mi primera exposición individual en Dinamarca, titulada “All the Partial Knowledge of the World”, en Frederiksborg Slot, Museum of National History.
Y en 2022, con la exposición “Pintura Caníbal” en el MUVIM en Valencia, tuve el placer de poder mostrar las distintas series y proyectos en los que he estado trabajando estos últimos años en Dinamarca.
PAC – Defínete mediante hashtags o etiquetas.
Jesús Herrera Martínez – Ostras, uno no debería etiquetarse a sí mismo. Enfocándome en las áreas de mi trabajo, podría ser algo así como Pintura-Contemporánea-Proyecto-Pintura. Supongo que estos serían los círculos excéntricos en los que me siento cómodo.
PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?
Jesús Herrera Martínez – Siento que el motor y el objeto central de mis proyectos es la propia pintura como medio. Creo que el título de mi exposición Pintura caníbal resumía bastante bien esta idea de que, como pintor, uno se alimenta de la propia pintura: ‘Pintor come pintura‘, se alimenta de otros pintores o de géneros sobre los que vuelve una y otra vez para reflexionar. De ahí que mi trabajo tenga mucho de género, de técnica y de historiografía, intentando reflexionar desde una voz personal.
PAC – ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?
Jesús Herrera Martínez – Muchos. Ahora mismo estoy (obsesivamente) trabajando en una especie de pinacoteca personal. Es una colección de cuadros ‘clásicos‘ cuyo tema común es ‘artistas trabajando en su estudio‘, artistas pintando o esculpiendo. Me interesa esa idea del ‘acto de crear‘, y me encanta ser la tercera mano que interviene pintando a su vez a otros artistas pintando (o creando). La serie está pensada como una especie de museo portátil de al menos cien cuadros pequeños que pueden viajar y mostrarse como colección. Y bueno, el plot twist oculto en la serie, una vez desvelado, incita a reflexionar sobre la idea misma de creación, original, copia y autoría.
PAC – Un deseo.
Jesús Herrera Martínez – De corazón, estamos viviendo este tiempo tan, tan triste de matanza y conflicto. Por favor, que pare; al final quienes pierden como siempre son los vulnerables.