Hace tan solo diez días se realizó la ceremonia de cierre de BienNoLo 2021, la segunda edición de la bienal del barrio Nord Loreto en Milán, donde han participado más de cincuenta artistas con obras expuestas en espacios públicos cedidos por los vecinos y en lugares no convencionales, como una ex fábrica de mosaicos. El proyecto se centra en la voluntad de acercar el arte contemporáneo a los habitantes de un distrito históricamente periférico respecto al centro de la ciudad, principalmente dedicada a la industria del lujo, la moda y las finanzas.
Con un fuerte hincapié en la experimentación artística y teatral el eje conductor de la bienal -titulada NUNC EST BIBENDUM, NUNC PEDE LIBERO PULSANDA TELLUS- se inspira en un verso de Horacio (Odas, I, 37, 1), escrito para celebrar la muerte de Cleopatra. Esta frase resuena hoy más que nunca en el deseo de redescubrir el espíritu festivo de estar vivos y de la capacidad del arte de transmitir diversas visiones del mundo, interpelando al espectador en un lenguaje que no puede ser reducido al verbal.
LOROMilano ha participado como una de las sedes en las cuales artistas como Loris Cecchini, Daniel González y Flavio Favelli han expuesto sus obras en un antiguo aserradero, hoy convertido por voluntad del coleccionista Luca Arquati en un espacio multidisciplinario con el propósito de promover el arte, la arquitectura y la cultura gastronómica. A través de encuentros -tanto informales como institucionales- promueve exposiciones no solo de artistas reconocidos sino también de artistas emergentes. Todo un abanico de actividades que permiten “dar y recibir energías positivas alrededor de la belleza y el placer de vivir”, señala Arquati, a quien hemos entrevistado como parte de la serie de artículos dedicados a BienNoLo 2021.
¿Cómo nace el proyecto LOROMilano?
En un principio, habíamos adquirido el edificio junto a un grupo de socios para construir apartamentos. Como apasionado del arte y coleccionista, decidí finalmente recuperar este espacio que había sido dedicado inicialmente a la elaboración artesanal de la madera. Traté de conservar elementos que hablasen de su historia y dar lugar a mi deseo de dedicarme a mi pasión por el arte contemporáneo trabajando no solo con artistas reconocidos sino también con artistas emergentes; e involucrando toda una serie de tecnologías que permitan convertir a LOROMilano en un espacio de trabajo, discusión e intercambio de ideas de vanguardia para los jóvenes creativos.
LoroMilano es una arquitectura industrial de más de seiscientos metros cuadrados. ¿Cómo has pensado el espacio?
Lo estamos reestructurando con una arquitectura de diseño hiper contemporáneo para que funcione como espacio multidisciplinar y galería, en un lugar de Milán de fácil acceso y rodeado de nuevas tendencias creativas y gastronómicas. En el barrio funciona la residencia para artistas ViaFarini en la cual, durante los años noventa, han realizado sus primeras experiencias artistas como Mauricio Cattelan por ejemplo, además de ser un hub de galerías de arte contemporáneo.
En el segundo nivel se encuentran las oficinas con una terraza que da continuidad al gran atelier que funciona como espacio expositivo y showroom.
¿Cómo surgió la idea de participar como sede expositiva de BienNoLo?
La verdad es que desde hace años sigo a Carlos Vanoni, creador de BienNoLo. He leído todos sus libros. Creo que presenta el arte contemporáneo de un modo que permite difundirlo más allá del círculo restringido de los especialistas. Mientras trabajaba en el proyecto LOROMilano lo conocí a través de amigos en común y se creó inmediatamente una sintonía. Allí comenzó el proyecto de convertirnos en una de las sedes de la bienal, sin restricciones de ningún tipo porque, al mantenernos fuera del circuito comercial y al margen del mercado del arte contemporáneo, contamos con libertad para trabajar en los proyectos en los cuáles realmente creemos.
¿Cuál es el balance de BienNoLo 2021?
Ha sido una experiencia que me ha enriquecido, que ha dado mucho a LOROMilano con la presencia de artistas, curadores, periodistas, gente entusiasta e interesada en compartir ideas, debatir sobre cuestiones que no encuentran absolutamente nada de espacio en los medios de comunicación masivos. LOROMilano se ha convertido durante esos días en un espacio donde la gente se sentía cómoda, en un ambiente informal, como si fuera un salón cultural abierto a todos, y con una visión plural en la cual me interesa involucrar todas las voces. Esta riqueza es ya parte del espíritu del espacio y cada uno de los nuevos proyectos irán en esta dirección.
Etiquetas: LOROMilano, Luca Arquati Última modificación: 19 septiembre, 2023
