María Moldes. Nace en Portonovo (Pontevedra, 1974). Ha vivido y trabajado en Alicante, hasta ahora mismo que comienza una nueva etapa en Madrid. Licenciada en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela (2000). Le interesa experimentar con la fotografía, no le preocupa el con qué hace las fotos, sino el resultado que consigue, abierta a hacer fotos con cualquier artilugio que cae en sus manos. Con su fotografía busca pasar desapercibida ante los sujetos que fotografía y aproximarse lo máximo posible, invadiendo su espacio vital, para conseguir más expresividad en sus capturas. Persigue reflejar el lado más kitsch, junto al envejecimiento de la sociedad, siempre desde un punto de vista surreal e irónico.

PAC – Fotoperiodismo, fotografía documental, fotografía de calle, ensayo, fotografía artística… Tu trabajo presenta trazos de cualquiera de estos géneros ¿cuál de ellos tienes presente cuando fotografías?
María Moldes – Pienso que mi trabajo encaja más en fotografía artística, o el ensayo, porque a pesar de trabajar sobre la realidad y de que las fotografías son espontáneas no preparadas, no buscan documentar simplemente, no pretenden ser fotos neutrales. En ellas me posiciono, doy mi opinión sobre la sociedad en la que vivimos y juego con esa realidad para crear mi propia realidad.
Tienen un carácter muy personal, en ellas vuelco la forma en la que veo la sociedad o cómo quiero verla, que no tiene que ser necesariamente cómo la ven los demás.
Otro motivo por el que si tengo que ponerle una etiqueta a mi trabajo, me siento más cómoda en la de fotografía artística, es porque me permite mucha más libertad a la hora de experimentar sin regirme por ninguna norma, ni regla por las que se pueden regir otros tipos de fotografías, hago lo que me apetece en cada momento, no me interesan las posturas puristas y no hago ningún tipo de concesión sobre esto.
PAC – La playa de Benidorm ha sido un lugar por excelencia de tus retratos. En ella la gente se muestra por fuera ¿crees que también por dentro?
María Moldes – Sí, Benidorm para mí es un sitio fotográficamente muy estimulante.
Es probable que la gente se muestre por dentro también, ya que en la playa suelen estar más desinhibidos y relajados. Pero yo, más que reflejar la individualidad de una persona en concreto, busco el reflejo de una sociedad. Esos retratos buscan retratar la sociedad en general no al individuo.
En definitiva, yo creo que no somos tan diferentes unos de otros, todos tenemos los mismos miedos, las mismas inquietudes vitales. Al fotografiar a un sujeto, busco una expresión corporal, que su lenguaje no verbal hable por él, e intento que sean cosas con las que se pueda identificar a nuestra sociedad en general.

PAC – ¿Por qué fotografiar a la gente en la playa?
María Moldes – Pocos sitios tienen tanto color como el que hay en las playas, las playas sobre todo las muy concurridas tienen una energía especial, que no se da fácilmente en otros lugares, me gusta la vitalidad y optimismo que se respira en ellas, siempre tengo la sensación de que en la playa no puede pasar nada malo.
PAC – ¿Fascinación por el turismo de masas?
María Moldes – Diría que más que por el turismo de masas, siento fascinación por lo que llamaba José Ortega y Gasset el hombre-masa, que creo que sigue muy vigente en este siglo.
Lo de mi interés por el turismo es algo circunstancial, que viene de haber vivido estos últimos años en la costa levantina.
PAC – ¿Qué querías conseguir con «Escenas de la vida radioactiva» (2013-2016)?
María Moldes – Con ella no pretendía conseguir nada en concreto, simplemente tuve la necesidad de expresarme, de expresar lo que sentí la primera vez que pisé Benidorm. En principio fue una pulsión lo que me llevó a hacerlas. La fotografía es el medio en el que siento que me expreso mejor, creo que la gente me entiende mucho mejor cuando ven una foto mía, que cuando intento explicarla con palabras.
La sensación que más me interesaba plasmar en este trabajo era la de que toda esa gente mayor en la playa, a pesar de sus años seguían sintiéndose jóvenes, este trabajo me hizo pensar mucho en lo rápido que pasa la vida y en como muchos nos quedamos anclados emocionalmente a cuando teníamos veinte años, mientras el cuerpo sigue inevitablemente envejeciendo.

Que la serie viese la luz fue un cúmulo de circunstancias que llevaron a que tuviera mucha repercusión en redes y prensa, pero eso en principio no estaba en mi mente.
PAC – ¿Encuentras diferencia entre el estereotipo de Benidorm y lo que encontraste fotografiando allí?
María Moldes – En este trabajo, como en los demás que he hecho, de toda la realidad me quedo sólo con lo que me parece mejor. He intentado obviar los estereotipos clásicos más negativos sobre Benidorm. He rebuscado bien y he encontrado un Benidorm vitalista, muy divertido, en el que se respira libertad, en el que conviven gente de todas las edades y condiciones… se puede decir que me he convertido en una fan incondicional de él.
PAC – ¿Qué crees que provocan más tus imágenes, la sonrisa o el rechazo?
María Moldes – Eso no está en mi mano, cuando haces una fotografía no puedes controlar la sensación que va a producir en los demás, yo intento transmitir lo que siento cuando veo a alguien o cuando pienso algo relativo a la sociedad,
En mi mente nunca hay rechazo sobre lo que fotografío, cuando fotografío a una persona es porque por algún motivo, hay algo en ella que me atrae, he tenido una especie de flechazo con ella, pero sé que no todo el mundo lo ve igual, yo no puedo controlar los prejuicios de los demás, me conformo con conectar con la gente que tiene una sensibilidad similar a la mía.

PAC – La fotografía se está repitiendo a sí misma a través de unos determinados clichés. ¿Lo que diferencia tus imágenes de las que realizaron en los sesenta Carlos Pérez Siquier o en los ochenta Martin Parr es el dispositivo con el que los realizas?
María Moldes – La realidad sobre la que hemos hecho este trabajo los tres, es una realidad que sigue existiendo y hasta que desaparezca siempre habrá alguien que se vuelva a fijar en ella y quiera hacer su análisis.
En este caso para mi, ha sido fundamental el dispositivo y las redes sociales, que sitúa a las fotografías en una época concreta, les da un carácter más fresco, el haber compartido el trabajo a tiempo real también es parte importante de él, así como introducir piezas de vídeo o retransmisiones en directo, todo esto forma parte de mi discurso y es parte del cambio que está viviendo la fotografía, del que yo quiero formar parte.
PAC – Ironía o humor, ¿cómo etiquetarías tu trabajo?
María Moldes – Como irónico, como buena gallega, la retranca está presente no sólo en mis fotos, sino en mi forma de ver y afrontar la vida, pero considero que mi trabajo tiene también un lado decadente, en el que el humor no tiene tanta cabida.

Para mí, utilizar la ironía es como una huida hacia delante, la utilizo para sobrellevar cosas de esta época, una época desde mi punto de vista en decadencia y sin ningún atractivo estético, la fotografía y la ironía me sirven para reconciliarme con la realidad actual.
PAC – «Gammacity» (2013-2016) tiene que ver con el comportamiento de la gente ¿qué te interesa de esas personas?
María Moldes – Más que con el comportamiento de la gente, tiene que ver con el envejecimiento de la población en los países desarrollados y como este sector de la población curiosamente sigue pareciendo invisible, a pesar de ser cada vez más numeroso.
Me interesa la gente mayor a todos los niveles, a nivel estético me interesan porque me aburren las imágenes sólo de gente joven, creo que eso debería cambiar, que exista belleza sólo en la juventud es una construcción social absurda, con la que no estoy de acuerdo.
También me interesan como fuente de experiencia, una sociedad que mira más hacia los niños que hacia los ancianos, me parece una sociedad muy poco inteligente.
PAC – ¿Buscas lo extraordinario en lo ordinario?
María Moldes – Yo pienso que la belleza está en todas partes, donde queramos que esté… si yo buscase la belleza que nos han vendido cuando salgo a hacer fotos, no haría ni una, para mí nos encontramos en una de las épocas más feas de la historia, estéticamente hablando, el mal gusto, el consumismo, el anti glamour, se ha apoderado de todo.
Por eso me he construido mis propios cánones de belleza, para de alguna forma poder sobrevivir a nuestro tiempo y curiosamente he encontrado belleza en lo cotidiano, a lo que muchas veces no se le presta atención.

PAC – ¿En qué proyecto trabajas ahora?
María Moldes – En este momento estoy con mi última serie «Bloop» que acabo de finalizar hace unas semanas. En ella he vuelto a utilizar una realidad cercana a mí, sobre la que creo mi mundo paralelo, en este caso, he hecho un guiño a las películas americanas de ciencia ficción de los 50, quizás el cine que más me ha marcado.
Etiquetas: María Moldes Last modified: 7 septiembre, 2023