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Miguel Ripoll

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Entrevista a Miguel Ripoll

Miguel Ripoll (Alicante, 1968). Vive y trabaja en Barcelona. Su formación es tanto humanística como tecnológica: estudió Historia del Arte y Musicología en la Universidad de Macerata, en Italia. Se graduó summa cum laude con Distinción Especial por Goldsmiths, y luego investigó para un MPhil en UCL, Universidad de Londres, donde fue Profesor Invitado. Domina cinco idiomas naturales (más otros cuatro artificiales), ha publicado poesía y ensayos sobre arte digital y tecnología y ha traducido novelas best-seller de Tom Sharpe y Alan Hollinghurst, publicadas en España por Anagrama. Pionero digital y de la IA aplicada al arte. Pintura asistida por IA.

Miguel Ripoll

Miguel Ripoll

PAC – Te proyectas desde Barcelona. ¿Te hubiera gustado cambiar de lugar y hacerlo desde allí?

Miguel Ripoll – La geografía es siempre un accidente. Estudié en Italia y he vivido desde los dieciséis años fuera de España, en Londres quince años, otros ocho en Berlín, y durante más de dos décadas, toda mi carrera como diseñador comercial, he trabajado desde casa (cuando nadie trabajaba desde casa) para grandes clientes en los Estados Unidos, en Oriente Medio, en Europa. Para mí es totalmente indiferente. Vivo desde hace tres años en Barcelona por razones estrictamente personales y no creo que afecte en nada a mi trayectoria artística –acabo de exponer este verano en Londres y en Seattle, sin moverme de mi apartamento (no fui ni siquiera a las inauguraciones)–.

PAC – ¿Crees que tu trayectoria habría sido la misma?

Miguel Ripoll – Obviamente no. Creo que, sobre todo los años formativos en Londres, haber podido estudiar y trabajar allí al más alto nivel, con las oportunidades que me ofrecieron, eso no hubiera sido posible en España. Por eso me fui. Mi “carrera” artística –que es muy poco ortodoxa, al igual que mi técnica y mis procesos creativos– empieza realmente ahora, llevo sólo tres meses exponiendo mi obra, y no tengo ningún contacto en el mundo del arte español, ni me han ofrecido exponer aquí todavía, pero sí que me haría ilusión, si las circunstancias son las adecuadas.

Miguel Ripoll, Astra Tenens, 2022-24. Obra de la serie "Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times". 100 x 100 cms. 2021 - 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll, Astra Tenens. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Qué te impulsa a dedicarte a la práctica artística?

Miguel Ripoll – Realmente no puedo recordar NO ser un artista, si por «artista» nos referimos a alguien que ve lo que no existe. He pasado toda mi vida yendo a diario a museos, mirando obsesivamente arte hora tras hora, leyendo sobre historia del arte, viajando para ver esta pintura o aquella pintura particular de este artista o aquel artista. Respirando arte, soñando arte, atiborrándome de arte de todas las épocas, de todas las civilizaciones, de todos los rincones de nuestro pequeño mundo. Y ahora trabajo con IA, que es un repositorio de todo lo que los humanos han producido alguna vez, tan insaciable y omnívoro como yo. La mayor influencia en mi trabajo es el espíritu humano: el vil, glorioso espíritu humano, tierno y violento, siempre decepcionante y siempre sorprendente en su interminable ingenio.

Como artista, me niego a transmitir un mensaje: no estoy aquí para dar lecciones, para impartir sabiduría, para sermonear o hacerme el estupendo (que parece ser de lo que se trata la mayor parte del arte favorecido por la crítica actual). Mi objetivo es hacer que la gente piense, sueñe y sienta. Lo que piensen, sueñen y sientan es enteramente asunto suyo y no es de mi incumbencia. Yo soy meramente un intermediario, un catalizador.

Obra de la serie "Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times". 100 x 100 cms. 2021 - 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll. Fata Regit. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Qué ansiabas?

Miguel Ripoll – Mi obsesión siempre ha sido lograr la transformación de texto digital plano en textura digital –y su traducción final en una textura física–, en el caso de mis obras actuales, sobre lienzo o papel, ambos hechos a mano. En mi trabajo no intento imitar la textura del pincel: quiero que mis obras sean reconocibles por su textura digital única (también muy diferente al efecto “pixelado”, que es ya un anacronismo).

Mi arte asistido por IA incorpora una forma única de textura digital –la textura de los datos–. Los algoritmos que me ayudan a generar estas obras están intrincadamente estructurados, asemejándose a tejidos digitales complejos. La textura del proceso digital, desde el código puro hasta la interacción entre puntos de datos, se convierte en una parte esencial de la identidad del arte mismo, y es muy visible en su forma final (de ahí la gran escala física de mis lienzos, para que el minucioso detalle pueda ser apreciado completamente). Esto representa una nueva forma de textura que es nativa del medio digital y un aspecto integral de mi arte mediado por IA.

Miguel Ripoll. Vis Humana. Obra de la serie "Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times". 100 x 100 cms. 2021 - 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll. Vis Humana. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Lo encontraste?

Miguel Ripoll – El verdadero arte nunca está terminado porque no está tratando de resolver un problema. No puedes encontrar la respuesta final, porque el arte verdadero no trata de dar una respuesta, sino de hacer la pregunta. Eso es lo que hago, hago preguntas, y luego depende de que otra persona (quien mire mi trabajo) proporcione sus propias respuestas. Una obra de arte nunca está terminada porque la pregunta siempre es «¿qué ves?». En mi práctica, me paro cuando miro una obra mía y no puedo responder a esa pregunta yo mismo: entonces sé que la pieza está lista para que otras personas la vean e intenten encontrar su(s) respuesta(s).

La mayor parte de lo que es popular en un momento dado de la historia (especialmente hoy en día) es muy obvio y superficial, no requiere ningún esfuerzo intelectual por parte del espectador: no es arte, sino mera decoración. El arte debe cuestionarnos, debe hacernos esforzarnos más por ver lo que no está ahí. Si entiendes la cosa inmediatamente, lo que estás mirando no vale nada. El arte debe ser una puerta sin abrir hacia una conciencia humana más profunda: puedes intentar encontrar la llave o derribarla de una patada, ambas cosas son gratificantes, pero requieren una energía y un ingenio considerables por parte del espectador. La curiosidad para mirar hacia dentro son las llaves de esa puerta. Detrás de ella encontraremos lo que nos hace únicos.

Las ideas complejas son fáciles. Las ideas y emociones simples son realmente, realmente difíciles. Mis obras son de gran formato y bastante movidas, con muchas cosas ocurriendo al mismo tiempo, y muchos colores vivos y formas extrañas, pero también extrañamente serenas: son como instantes congelados en el tiempo, como una fotografía tomada por un fantasma con una máquina hecha de humo. Lo que ocurre en mis cuadros es fácil de ver (se entiende más o menos lo que está pasando ahí), pero difícil de saber (tampoco tienes ni idea de qué va todo aquello). Me gusta la ambigüedad, pero también la claridad, el equilibrio, la simetría. Mis composiciones son muy cuidadosas, muy controladas; incluso los colores han sido diseñados para que reboten unos en otros de forma perfectamente armoniosa. El reto aquí es hacer que todo esto parezca casual, sin esfuerzo, como si siempre hubiera sido así, como si siempre hubiera estado destinado a ser así y no pudiera ser de otra manera.

Miguel Ripoll. Orbis Eodem. Obra de la serie "Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times". 100 x 100 cms. 2021 - 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll. Orbis Eodem. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Qué crees que puede mejorarse en el Sistema del arte?

Miguel Ripoll – Últimamente me preguntan mucho porqué uso IA y tecnología. ¿Cómo no iba a hacerlo? Trabajo en el siglo XXI. Lo que hago forma parte de una larga tradición y no ocurre en el vacío: soy muy consciente del pasado, para poder ser relevante en el presente. Soy un artista de mi tiempo, así que utilizo la tecnología más avanzada de mi tiempo; de lo contrario, sería un anacronismo y mi arte quedaría obsoleto e irrelevante.

Lo que me asombra es cómo los artistas, críticos, coleccionistas y galeristas pueden seguir ignorando el arte hecho con tecnología actual (e incluso tratar activamente de suprimirlo o desdeñarlo): intentar detener el progreso no sólo es ridículo e ignorante. Es inevitablemente contraproducente. Al final, todo se reduce a conocimiento y poder: lo desconocido siempre da miedo, es una amenaza potencial. En lugar de luchar contra ello, galeristas, críticos y comisarios deberían dejar de ser tan vagos y cobardes y aprender sobre tecnología. Ahora se necesita un nuevo conocimiento experto para separar el grano de la abundante paja digital.

La tecnología y el arte siempre han estado estrechamente vinculados: a lo largo de la historia, los grandes artistas se han lanzado los primeros a utilizar la tecnología más avanzada disponible en su época para evolucionar en su práctica. El uso que hizo Durero de la recién inventada imprenta creó un medio completamente nuevo para el arte accesible y más barato: el grabado; la investigación científica pionera de Leonardo abrió nuevas posibilidades en la técnica pictórica; la invención de pigmentos sintéticos en el siglo XIX hizo posible el acceso masivo a la creación artística y nuevas formas de representación visual, como el Impresionismo, que a su vez revolucionó nuestro concepto de lo que podía ser el arte; la fotografía también tuvo un impacto radical en nuestra comprensión del arte, desligándolo de la mera reproducción de la «realidad» (y cuestionando también qué podían ser la «realidad» y el «arte» en sí mismos). La lista podría seguir y seguir.

Tan pronto como aparecieron todas estas nuevas tecnologías, las élites (profesionales acostumbrados a las «viejas formas«, comerciantes, sátrapas, funcionarios, críticos) las vieron como una amenaza directa a su statu quo y un peligro inmediato para sus privilegios existentes, y se resistieron. Las nuevas tecnologías siempre trastocan las dinámicas del mercado y cuestionan las ideas y el orden establecidos, por lo que son «peligrosas«. También son imparables: por mucho que algunos intenten retrasarlo, el progreso siempre acaba triunfando.

Miguel Ripoll. Caelo Sonat. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll. Caelo Sonat. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Qué deberíamos aportar y eliminar al Sistema?

Miguel Ripoll – El mundo del arte (tanto marchantes, como coleccionistas y artistas) debe dejar de vivir en/del pasado y entender que la evolución de las técnicas y los formatos ha sido siempre una constante histórica y es inevitable. Pero la tecnología asusta y confunde cuando es nueva (véase lo que ha ocurrido con los NFTs, entendidos como vehículo de inversión y especulación, cuyo valor artístico en un 99,9% de los casos era cero y cuyo precio –que es algo distinto–, también ahora es prácticamente cero).

Me entristece la falta de curiosidad intelectual generalizada. El problema de la IA no es la IA en sí, sino la notable falta de imaginación con la que la gente la utiliza. La IA no es una herramienta, sino un asistente: tú eres su amo, no al revés, de lo contrario los resultados son previsiblemente poco interesantes (los artistas del Renacimiento como Botticelli y Rafael solían tener en sus talleres aprendices de doce años relativamente hábiles que les ayudaban en el día a día del estudio, y en las tareas fáciles, pero no les permitían producir cuadros reales de principio a fin).

No se trata de qué es o de dónde viene, sino de adónde va, y cómo y por qué: El arte consiste en si lo que haces progresa desde aquello de lo que procede de forma significativa, profunda y relevante hacia algo diferente e interesante o no. Eso es todo. Todo el arte procede del arte; sólo si el artista lo impregna de una personalidad única e impactante, el arte deja de ser meramente derivativo (que todo arte inevitablemente es) y se convierte en verdaderamente «original» (un concepto que depende, en cualquier caso, de la opinión subjetiva, que varía a lo largo del tiempo y pasa de moda con frecuencia).

Miguel Ripoll, Pectora Nubila. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll, Pectora Nubila. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – Asociacionismo profesional ¿qué opinas?

Miguel Ripoll – Nunca he pertenecido a ninguna asociación de ningún tipo, así que no tengo opinión en un sentido o en otro.

PAC – Háblanos un poco de tu trayectoria.

Miguel Ripoll – Soy escritor (porque la mitad de lo que hago es dar instrucciones y/o imprecar por escrito a máquinas insensibles) y soy también artista visual (porque la otra mitad de lo que hago es convertir esas instrucciones textuales en imágenes complejas a través de un proceso que combina tanto la intervención manual como métodos de impresión y materiales centenarios). También soy humanista, porque todo el proceso está impulsado por un ser humano, basado en mi propia consciencia humana única, y porque creo (a pesar de todo y contra toda evidencia) en el futuro de la humanidad y en su inagotable capacidad de trascendencia, imaginación y progreso.

Fascinado por la tecnología y el arte desde una edad muy temprana, comencé a experimentar con algoritmos combinatorios y código generativo (la IA de nuestros abuelos) en 1999 – mis primeras piezas digitales (exhibidas en importantes instituciones como el Museo Reina Sofía en Madrid, la Akademie der Künste en Berlín, y el Instituto Cervantes) ahora están en la colección permanente del Museo del Diseño en Barcelona –pero las limitaciones de la tecnología muy rudimentaria disponible en aquel momento me frustraban profundamente y un éxito tan repentino me asustó, así que decidí interrumpir mi práctica artística por completo–. El silencio, la disciplina y la paciencia me parecieron la estrategia más adecuada para desarrollarme como persona y como artista.

Durante las siguientes dos décadas, en cambio, me convertí en un experto en el diseño y programación de interfaces digitales basados en algoritmos generativos para sistemas de información complejos, y continué explorando las posibilidades creativas de la IA y del código creativo en proyectos para marcas globales y grandes instituciones culturales internacionales. Mi trabajo comercial (diseño digital, impreso, cinematográfico y teatral) ha sido destacado en libros y revistas de todo el mundo. He tenido bastante éxito y me he ganado la vida razonablemente bien, así que no me puedo quejar. Pero mi verdadera vocación siempre ha sido otra. Simplemente no era el momento para poder hacer lo que yo quería realmente.

Desde 2021, cuando comencé a probar los primeros modelos de IA avanzados como OpenAI y Midjourney, que me permiten hacer ahora con esta nueva tecnología lo que no pude lograr hace veinticinco años, me he estado concentrando en la creación artística y exhibiendo mi trabajo con AI nuevamente.

Mi práctica combina el diálogo agresivo iterativo dirigido por humanos con IA (basado en bases de datos personalizadas de textos, archivos de sonido e imágenes) con medios digitales mixtos trabajados artesanalmente. Básicamente, alimento a una IA LLM grandes cantidades de textos e imágenes preseleccionados de una amplia gama de fuentes, y luego la empujo con un lenguaje agresivo y deformado a hacer exactamente lo contrario para lo que ha sido entrenada: en lugar de regurgitar basura visual hiperrealista y derivativa, la obligo a «alucinar» de maneras que encuentro coherentes con lo que estoy tratando de lograr a través del lenguaje y la repetición de tareas sutilmente modificadas. Esto requiere bastante forcejeo (de ahí lo «iterativo» – como en «una y otra vez, y otra vez, y otra vez» – y lo «agresivo» – como en «forzar la maquinaria al máximo«). El proceso típicamente produce cientos de imágenes, de las cuales a veces uso solo trocitos o fragmentos.

Estos elementos visuales son luego editados manualmente, modificados digitalmente, combinados y remezclados por mí usando varias herramientas de edición digital, resultando en una sola imagen digital que se imprime en giclée en lienzo acabado a mano y barnizado. Todos los demás archivos digitales se eliminan, y solo queda una obra física un híbrido de tradiciones centenarias y la tecnología más avanzada, guiada por una visión humana única.

De cierta manera, diría que mi enfoque para trabajar con IA es una mezcla entre domador de leones y profesor de educación especial, combinado con una saludable dosis de paciencia, curiosidad y resignación frente a la adversidad tecnológica (los Modelos de Lenguaje de IA son notablemente propensos a cometer errores lamentables, lo cual en sí mismo no es necesariamente algo malo –al menos no cuando se crea arte–).

Miguel Ripoll, Lumina Fundit. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll, Lumina Fundit. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – Defínete mediante hashtags o etiquetas.

Miguel Ripoll – Toda mi vida he intentado huir de las etiquetas.

PAC – ¿Cuáles son los temas de tu trabajo artístico?

Todo el arte a lo largo de la historia puede reducirse a los mismos pocos temas una y otra vez: sexo, poder, fracaso, memoria, amor, arrepentimiento, belleza, muerte, dinero, tiempo. Los humanos somos bastante predecibles. Nuestras vidas en cuanto a comodidades, longevidad, etc., al menos en Occidente, son radicalmente diferentes ahora que, digamos, hace dos siglos, pero nuestras preocupaciones son notablemente similares como individuos y como sociedad.

Debido a la naturaleza intrínsecamente diferente del trabajo que hago (la IA es, después de todo, una tecnología radicalmente nueva en la evolución humana), durante los últimos años me he centrado en explorar el papel que juegan las antiguas narraciones (mitos, leyendas, creencias, religiones) en el contexto de nuestras ansiedades contemporáneas sobre distopías tecnológicas, desigualdades sociales, conflictos personales, divisiones políticas y degradación ambiental.

En el corazón de estas piezas, que cuestionan y subvierten temas y tradiciones largamente establecidos de la praxis artística, hay un reconocimiento de que nuestro mundo ha sido fracturado por la tecnología y que los criterios tradicionales de moralidad, religión, sociedad y cultura y el arte mismo ya no son suficientes para navegar nuestra existencia cada vez más compleja e hiperconectada.

Miguel Ripoll, Astra Tenens. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

Miguel Ripoll, Ramos Animosa. Obra de la serie «Uncertain Myths: Confused Visions for Hyper-tech Times». 100 x 100 cms. 2021 – 2024. Diálogo iterativo hostil con IA generativa (basado en un conjunto personalizado de textos e imágenes) combinado con medios digitales mixtos editados y modificados manualmente e impresos en giclée sobre lienzo Hahnemühle barnizado a mano.

PAC – ¿Algún proyecto, pendiente, que te gustaría realizar?

Miguel Ripoll – Todos. He estado esperando casi veinticinco años a que llegara este momento y por suerte no me pilla demasiado mayor y tengo una salud envidiable y la energía intacta de un adolescente. Así que siento una voracidad sin límite por hacer todo tipo de cosas en todas partes. Es una sensación fantástica, una ironía deliciosa esto de “empezar” ahora, ser una “joven” promesa del arte contemporáneo. Considerando que he vendido más cuadros en tres meses que el pobre van Gogh en toda su vida, yo creo que la cosa no va mal de momento.

PAC – Un deseo.

Miguel Ripoll – No tengo deseos, sólo ambiciones desmesuradas: son más baratas e infinitamente más fáciles de obtener

Etiquetas: Last modified: 20 septiembre, 2024