Mónica Jover (Alcoy, 1973). Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (1998). Su trabajo se articula desde la pintura. La naturaleza siempre como fuente de inspiración. El paisaje como medio para representar un mundo que no existe. Un espacio imaginado entre los límites de lo real, donde el mundo interior se hace presente y realidades opuestas conviven mutuamente. Arte y naturaleza. Color. En constante trasformación, se mueve entre dicotomías: figuración/abstracción, textura/gesto, solidez/ligereza, continuo/discontinuo, materia/espíritu, nítido/difuso, completo/fragmento, centrado/descentrado.

PAC – Tu trabajo se ha centrado en el paisaje. Este es una convención, una recreación, una construcción (o destrucción), más que un descubrimiento. ¿Qué pretendes con tus paisajes?
Mónica Jover – Que la obra de arte te atrape. Que cuando la mires, te dé un vuelco el corazón. Que sea rotunda, sincera. Que te haga sentir algo, y no saber el qué. Que la admires. Que sea auténtica y verdadera, actual y fresca, todo eso y mucho más.
Hay una obra en la historia del arte que me resulta verdaderamente inspiradora, «El caminante sobre el mar de nubes» de Caspar David Friedrich. El abismo del paisaje está bajo sus pies, la inmensidad de la naturaleza a su alrededor, todo lo sublime que de ella surge, esta ante él y sólo él. Él y el silencio. E imaginó el viento. Me resulta realmente sugerente y a la vez aterradora. Yo también me siento así de unida al paisaje. A veces me pregunto el porqué, y vuelve el recuerdo de veranos de mi infancia, en un paisaje solitario y seco. Un lugar de montañas y almendros, en los que mi hermana y yo andábamos perdidas bajo el sol y cielos cayendo. No había demasiado que hacer, disfrutar de la naturaleza y poco más.
Trabajo el paisaje porque he llegado a la conclusión de que las experiencias, los acontecimientos vividos se quedan anidados en nuestra memoria y de alguna manera conforman nuestro pensamiento y nuestra forma de ser. El lugar en el que hemos vivido, el lugar de dónde venimos, con sus olores, sus imágenes, sus sensaciones, nos deja una marca peculiar y determinada de mirar el mundo. Nos crea un primer referente, a partir de aquí, construimos nuestra historia.
El paisaje apareció en mi obra desde el primer momento porque la relación del ser humano con la naturaleza siempre me ha cautivado. La dimensión espiritual que yace oculta tras su apariencia visual, me atrapa una y otra vez. Para mí, es un misterio que quiero interpretar una y otra vez.
Utilizo el paisaje como recurso pictórico para poder referenciar un espacio. Y a partir de ahí, trabajo todo lo demás. Lo configuro como un espacio donde poder experimentar plásticamente, y contar historias.

PAC – ¿Configuran tus geografías un espacio mental ideal o tiene sus referentes concretos?
Mónica Jover – Diría que las geografías paralelas a la realidad que plasmo en mis lienzos se desarrollan en mi mente a partir de mi experiencia temprana con la naturaleza y la soledad. No hay referentes concretos. Construyo imágenes en un espacio donde está pasando algo, sea lo que sea. Esta sensación es la que me mueve a experimentar. Estas imágenes pueden ser objetivas como fotografías o recuerdos de detalles de algo visto en algún lugar. Una experiencia visual que te atrapa por algo determinado.
La forma de crear es algo particular y diferente para cada artista. No hay reglas establecidas, pero en mi caso, sí un orden. El trabajo diario de estudio es una constante necesaria para que la creación fluya de una manera natural y la disciplina su fiel compañera, en la que apoyarse cuando los momentos de no creación aparecen.
PAC – ¿Qué determina que un paisaje lo representes más desde la abstracción que desde la figuración?
Mónica Jover – El acto de la creación no responde a estímulos estrictos de actuación. Cada momento es diferente, y nuestra experiencia diaria cambia constantemente. No me planteo la idea concreta de algo abstracto o figurativo en un primer momento.
Mi proceso creativo ha ido evolucionando, y siento que ahora la obra necesita más reposo, detenimiento y determinación a la hora de enfocarla hacia algún lugar determinado, siendo más cautelosa.
El nivel de abstracción o figuración, se decide a veces en un instante, o incluso en varios días. Es parte del proceso, así como la investigación creativa, que en ocasiones me puede generar una desordenada lluvia de ideas que, aunque resultan interesantes, son partes inconexas de la narración de una historia.

PAC – El vacio es un elemento con el que juegas en tus lienzos. Lo veo tan complejo como querer, un músico, representar el silencio. ¿Por qué de esta necesidad? ¿Para qué? ¿Por qué intentar representar lo que no se ve?
Mónica Jover – Como te he comentado anteriormente, viví la naturaleza desde el silencio. Ese silencio, ese vacío, también es un espacio donde también surgen sensaciones y emociones que quiero plasmar en mis obras.
Cada vez más me interesa representar, también con el vacío, aquello que no se ve, aunque se intuye, la espiritualidad de las cosas, las energías circundantes, todo lo que se percibe y que te asusta por desconocimiento, el misterio que hace seguir buscando detrás de la materialidad. Con la representación y los espacios en blanco deseo que la persona que vea la obra pueda sentir y experimentar cómo la obra resuena en su vida. Porque el vacío también es un espacio rico de posibilidades. Es un espacio donde cualquiera pueda ubicarse dentro de él, aportando sus propios recuerdos y sensaciones.
A veces observas una obra de arte, conecta contigo de alguna manera y te sientes transformado y no sabes qué es lo que ha pasado. Yo intento conseguir esto.
PAC – La niebla, la veladura, la interferencia. El sfumato leonardesco. Otro elemento, siguiendo el símil musical, como el ruido. Ese elemento difuso, ¿Qué función tiene? ¿La participación del espectador para construir juntos el paisaje? ¿Por qué sino reflejar lo que cuesta ver o lo que no vemos claro? ¿Ironía, sutileza…?
Mónica Jover – La pintura para mí es aprendizaje. Un aprendizaje continuo. La experimentación plástica también. Las veladuras, aplicadas sobre una capa de color determinada no sugieren lo mismo que sobre una superficie virgen o pintada, la pintura aplicada con brocha o con pincel no cuenta las mismas cosas, ni los lavados, ni las perforaciones. La cuestión es cómo y dónde aplico cada técnica. Se trata de contar historias, representar momentos con los recursos que elijo, que se correspondan con las necesidades del momento, con lo que me pide el cuadro. Lo difícil es aplicar las cantidades exactas, así como la manera de colocarlas en la obra, para mí eso es lo complicado, encontrar la expresión con la intensidad de los materiales. Yo intento seguir una norma: menos es más.

PAC – Trabajas con los opuestos, la contradicción, la oposición. Se te ha asociado, por ello, a una tradición oriental. ¿Es esta filosofía la que realmente te ha influido, o ha sido más bien tu proceso de investigación en que te ha llevado a mostrarnos esos contrastes?
Mónica Jover – Fue a partir de la lectura de «Vacío y plenitud» de François Cheng, y una aproximación estética y conceptual a la pintura espiritual del lejano Oriente, donde estas oposiciones de las que hablas, aparecen en mis trabajos.
Para la filosofía oriental la dimensión espiritual del mundo natural se fundamenta en la relación complementaria y armónica de los opuestos y queda reflejada en la pintura mediante la convivencia de dicotomías como las del vacío/plenitud, presencia/ausencia, sombra/luz, pesadez/ligereza, continuo/discontinuo, sólido/fluido, completo/fragmentado, visible/invisible. Son conceptos que permanecen en mi trabajo enriqueciendo el discurso pictórico.
Yo diría más bien que trabajo de un modo intuitivo aproximándome a la filosofía oriental, fruto de un proceso de investigación en el que intento evolucionar yo misma con mi trabajo. Al final, el objetivo es que lo material, lo natural y la apariencia visible puedan desvelar su dimensión espiritual y trascender lo físico a través de la representación pictórica.

PAC – El color. Fundamental. No lo veo como una representación de lo estacional, del paso del tiempo. Es una suerte de leyenda en tus cartografías: blancos fugaces, rosas eróticos, verdes vitales, rojos pasionales, amarillos solares, marrones decadentes, negros aterciopelados, fríos y solitarios. El azul, individualizadamente, ha sido el protagonista de unos de tus últimos proyectos «The Blue Project» (2017). Este color ha sido remarcado, significado, por muchos artistas. ¿Qué pasa con el azul? ¿Por qué? ¿Qué te ha aportado más allá de su fisicidad, de su química, de su aura? ¿Por qué distinguirlo?
Mónica Jover – Siempre me ha interesado trabajar el color. Pinto más con el color que dibujo. Concretamente «The Blue Project», surge de una fotografía encontrada, en la que el azul aparece difuminado hacia el infinito, creando una atmósfera difusa y mágica. Esa fotografía me atrapó. Se veía un azul en la lejanía y me puse a intentar imaginar dónde acabaría. No, no creo que el azul termine nunca.
Con ese color en mente y en el corazón intento desarrollar un trabajo. En un primer momento, la idea del paisaje monocromo, sintetizado, se va repitiendo a lo largo de las obras para dar protagonismo al color, resultado de un trabajo minucioso de capa sobre capa, en el que el hilo, dialoga con la pintura a veces y en otras rompe con ella en oposición.
En esta ocasión, el azul ha invadido más de lo normal, es decir, se ha extendido hacia todas partes. Casi todas las obras de este proyecto son azules. No sabría explicar bien el por qué. A veces nos movemos por golpes de intuición, o por necesidad, y ésta, verdaderamente era una necesidad.
Todavía siento que no puedo soltar el color. Me ha servido para experimentar otra vez, porque ahora siento que estoy en época de cambios. De reinventarme. De volver a darle la vuelta a las cosas. Otra vez.

PAC – Al trabajar desde la pintura, entiendo que la técnica llega un momento que limitará o coartará. Has usado el collage. La perforación o destrucción de tus lienzos. Desde 2013, has incorporado el hilo, en tus lienzos -siguiendo la corriente del String Art- desde lo escultórico, la instalación, lo tejido. Concretada en «El espacio hilado» (2015). Una suerte de extensión del trazo. ¿Pintura expandida? ¿Una inclusión al género, ya que es algo que se ha asociado, tradicionalmente a la mujer?
Mónica Jover – Podríamos decir que sí, se podrá considerar pintura expandida. Con la aparición del hilo en mis obras desde 2015 siento que el lienzo se va expandiendo hacia los lados, conectando con otra dimensión. El espacio creado es ahora un espacio que trasciende los límites físicos del bastidor. Ahora ese espacio se toca y se percibe y si se toca también tiene otra textura.
Aplicando hilos al lienzo siento que el espacio se va abriendo y expandiendo, como si estuviera añadiendo y extendiendo capas de unas dimensiones que aún no había explorado. La representación de mi obra se fragmenta para volverse a formar ahora en nuevos espacios, en los collages de telas sobre lienzos y por el exterior del marco que encuadra la imagen. Para mí, es una deconstrucción de la expresión pictórica para volverse a construir de nuevo, y con el impulso trasciende los límites en los que hasta ahora había trabajado.
No entiendo la inclusión al género asociado concretamente a la mujer hoy en día. Sí es cierto que tradicionalmente se la asociado a la misma, pero en los tiempos actuales, hoy todo el mundo hace de casi todo. Hombre y mujeres, y limitar el acto de tejer o coser a algo propiamente femenino me parece algo anecdótico.
PAC – Proyectos futuros.
Mónica Jover – Tengo mucha ilusión de formar parte de la programación expositiva del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert, en la temporada 2018-2019, con Arte en la Casa Bardin, comisariada por Isabel Tejeda.
También estoy implicada en otro proyecto que ya está en marcha con más artistas de la Comunidad Valenciana. Ahora mismo estamos apostando todos en ello para que se pueda hacer realidad. Espero poderte dar pronto más noticias.
Y por supuesto sigo en mi estudio día a día, buscando nuevos retos y disfrutando del placer de trabajar en lo que me apasiona.
Etiquetas: Mónica Jover Last modified: 7 septiembre, 2023