Visit Sponsor

Written by: Artist Interviews Entrevistas

Entrevista a José Puchaes

José Puchaes (Alicante, 1971). Licenciado en Bellas Artes (1999) y Diplomado en Estudios Avanzados (2007), por la Universidad Politécnica de Valencia. Máster en Arte en la esfera pública por la Universidad de Castilla-La Mancha (2006). Compromiso y ciudadanía en su práctica artística desde la escultura. Inquieto. Integro. Invariable.

José Puchaes – Cerdito de plasticoflexia soporte para las protestas contra las macrogranjas porcinas, 2019

PAC – Tienes tus raíces en el triángulo Alicante-Elche-Santa Pola. Establecido en un primer momento en Valencia (1993 – 2005), posteriormente te trasladas a Cuenca, en 2006, donde estás radicado y desde donde te proyectas. ¿Te hubiera gustado seguir establecido en Alicante y desde allí proyectarte o ves que tu trayectoria no habría sido la misma?

José Puchaes – Lo que me ofrecía Alicante, cuando salí de la facultad, era trabajar en Terra mítica. Lo rechacé y seguí formándome. Tampoco quise trabajar en las hogueras de San Juan, ni en las fallas de Valencia -aunque las amo-. Ni trabajar en escultura funeraria, trabajo para los vivos.

Como escultor con discurso propio, me enfoqué en proyectos de arte público, conseguí colocar algún trabajo en espacios urbanos que me interesaban, pero mal pagados o directamente cedidos. No encontré galeristas que apostaran por un escultor joven con vocación de trabajar el arte público. Eso tiene muchas complicaciones: concejales y alcaldes que no saben de qué les hablas o te piden encargos con tintes políticos, que no me interesan. Me gusta trabajar para el medio en el que vivo, aportar mi granito de arena y Alicante está súper urbanizado y politizado.

Yo estaba al margen del mercado del arte en Alicante. No veía mis trabajos en galerías. En 1999 expuse una serie de proyectos como maquetas en material final, piedra y algún bronce. La expo fue en el Centro municipal de recursos para la Juventud, Centro 14, en el casco antiguo de Alicante y estuvo bien, con cataloguillo y todo. Lo recuerdo con cariño, pero no me quise quemar, y fui despacio, a mi ritmo y más en escultura en piedra en aquella época.

No me interesa trabajar en variaciones a petición de un galerista que necesita, más que tú, una serie que le guste y vea que tiene salida comercial, yo no estoy en el arte por eso.

La fuga radioactiva, 2019. Fragmento del cortometraje contra el almacén temporal de residuos radioactivos en Villar de Cañas (Cuenca). (José Puchaes es el policía nacional)

PAC – ¿Qué te impulsa a salir de Alicante y radicarte finalmente en Cuenca?

José Puchaes – Cambiar de vida, por motivos de salud. No quiero depender de un coche para vivir ni del transporte público. El urbanismo de Alicante me parece poco propicio para el tipo de vida que necesito y, aunque haga un clima que muchos buscan, prefiero un medio más amable y un clima seco y frío. El calor y la humedad no los llevo muy bien.

De Cuenca conocía la ciudad antigua y parajes naturales muy bellos. Me encanta el medio y fui a estudiar un máster donde al final me censuraron. No me dejaron exponer ni catalogar en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha un proyecto de memorial a los republicanos caídos en la guerra civil y durante la represión. El taller lo dirigió Rogelio López Cuenca, pero no fue él, fue un catedrático que no quería conflictos con la iglesia católica, una vergüenza. Trece años después se hizo con la idea básica por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica [ARMH] en Uclés. Cuenca es antigua todavía y está casi todo por hacer, pero aún así y con todas, su entorno vale más que todas las contrariedades. Vivo en el monte del barrio de San Antón, a los pies del Júcar. No echo en falta el Mediterráneo, voy de vez en cuando.

En mi caso, el reto es reconvertirme y salir de unas a otras. Soy un niño distraído y disperso, me interesan muchas cosas. Tal y como está la situación,  un artista tiene que buscarse la vida y la mayoría lo hacemos al margen del mercado. El arte es el mayor valor especulativo. No es cosa de artistas, es cosa de mercaderes, de inversores, coleccionistas. Y en el terreno de lo público, la obra deriva a circunstancias muy diversas, al final ya no se trata de un objeto, una escultura, la creación es circunstancial y se da en muy diversas vertientes.

José Puchaes. Serie Rey Pain & Dolce Madonna. Oh my God!, 2019

PAC – ¿Qué ansiabas?

José Puchaes – Vivir tranquilo, en un medio más natural y poder elegir dónde y para quién trabajar.

PAC – ¿Lo encontraste?

José Puchaes – Sí, después de doce años de mucho trabajo propio y también para otros. Como restaurador de bienes culturales; en la cocina de algunos ilustres restaurantes; como guía “pirata” muy bien valorado (la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no sabe gestionar el turismo, como en la Comunidad Valenciana); construyendo marionetas; y haciendo escenografías otra vez, ha sido muy gratificante.

Ahora habito en una pequeña  comunidad que restauré yo mismo y donde tengo mi taller estudio, galería de arte bizarro, rarezas y antigüedades.

PAC – ¿Qué diferencias fundamentales, debilidades y fortalezas, estableces entre ambos lugares en cuanto al desarrollo de tu práctica artística y al propio Sistema del arte?

José Puchaes – Es una vergüenza, en ambos lugares: la corrupción y el amiguísimo lo infecta casi todo. Lo que nos queda, a los que no nos bajamos los pantalones, es echarnos al monte y no pedir ni permiso ni las gracias. Como artista público si no entras al trapo pierdes proyectos o te toca dejarlos donde puedas. Para ser libre, como creativo, la independencia es nuestra mayor fortaleza y aquí hablo por todos mis compañeros y por mí primero. No creo en el sistema del arte ni el de algunas universidades. Dicen que la corrupción y la paella, como en Valencia, en ningún lado,… Aquí hacen unas migas ruleras bien ricas…

José Puchaes. Restauración de la comunidad El Ababol, 2008-2020

PAC – ¿Crees que puede mejorarse algo?

José Puchaes – Claro, todo está por rehacer y más ahora, en el apocalipsis post Covid-19.  Después vendrá el 20 y, de momento, no hay que tener miedo, sino ilusión, ideas claras y arrojo. L@s concejal@s de cultura deberían ser personas especializadas en Cultura con mayúscula y abiert@s de miras y no mer@s aficionad@s, como encontré en muchos y ambos lados. Debería haber consejos consultores independientes, un tipo de sindicato de artistas, como en los EE.UU., donde actores, guionistas, etc., tiene poder de negociación. Tanto en Alicante, como en Cuenca, con tanto individualismo e intereses políticos y mercantiles, los artistas están dispersos y divididos. Así, el poder maneja a muchos como marionetas, a su antojo y conveniencia… En Cuenca, es todavía peor: las salas que dependen de las administraciones se mojan poco o nada y se diluyen en corrientes oportunistas alejadas de un arte comprometido con su tiempo. El arte por el arte no me interesa, no me dice nada.

Admiro muchos aspectos de la promoción del arte contemporáneo de esta nueva época desde el Govern del Botánic. Aunque siempre mejorable, porque anteriormente tocamos fondo y tomamos impulse. Hay ganas de vivir de otra manera y el arte se reconvertirá de algún modo, no hay otro remedio, estamos en ello.

El mercado del arte lo he visto hasta hace no mucho para élites económicas, arte caro. Ahora también se ven talleres que abren el arte para todos los públicos y bolsillos y que crean y comparten experiencias vivenciales muy interesantes. El arte es bueno. Cambia la vida. La mayoría de veces a mejor. Cuidado, que hay de todo… pero educar en arte es una inversión. Hace a las personas mejores y los planes de estudio deben incluirlo, como formas de comunicación y didáctica social, tan necesitados que estamos los españoles de no perdernos en un consumismo irresponsable de consecuencias devastadoras.

PAC – Eso mismo, ampliado a tu experiencia internacional, ¿qué deberíamos aportar y erradicar en la práctica artística contemporánea?

José Puchaes – Pagar a los artistas por su trabajo, que ahora lo están haciendo en ciertos casos en la Comunidad Valenciana, no aquí en Cuenca.

A nosotros nos pagaron hace diecinueve años en Alemania, en marcos, cuando éramos un grupo de performers, el Equipo Vortex. En Portugal nos trataron muy bien, con respeto y con medios. También en Cuba a pesar de la situación,  cuando hicimos una pieza colectiva de escultura en la puerta de la Facultad donde estudió Wifredo Lam, hijo de chino y negra, uno de los artistas más lúcidos de su época que también pintó la Cuenca antigua.

Hay que aportar los valores del cosmopolitismo y el respeto, los artistas tenemos que estar por encima de los conflictos. En Israel hay gente estupenda. Tuve suerte en mis viajes. Es bueno viajar, vivir, integrarse y aportar.

He podido ver que, a muchos artistas locales e internacionales, van a sacarles rendimiento mediático, económico y político. Escuché a Consuelo Císcar decir, tras una inauguración en la Ciudad de las Artes y las Ciencias: “ya está to’l pesca’o vendido”… cumplir, facturar y a por la siguiente… esa dinámica está caduca, apesta. ¡Nunca mais!

Hay que prestar servicio y oportunidades. El arte tiene un poder de cambio social tremendo, de progreso colectivo. En las grandes ciudades y en las pequeñas más, hay administraciones y asociaciones culturales que pueden hacer más. Si con los Borgia tuvimos el mayor prostíbulo del mundo, ¿porqué ahora no podríamos tener la mayor red de residencias para artistas e integrarlos en contextos necesitados?

José Puchaes. Serie Caracoles dorados. Slow, 2020

PAC – Desde la aldea global, y desde tu perspectiva, ¿cómo se aprecia desde fuera este proceso de vuelta o reforzamiento de los nacionalismos?

José Puchaes – Fatal, estamos en emergencia planetaria, la culpa es de la tele y de toda la basura que corre por internet también. Es todo dinero. Divide y los cagarás. Y así nos va, vuelven los vándalos y tenemos que hacerles frente, el artista, a mi parecer tiene un deber con la sociedad, no me valen ya los nombres y apellidos, a mí no. No me acuerdo quien decía…”cree en el arte, es la menor de las mentiras posibles” también me dijo mi padre…”tú cree en Dios, de lo demás estate seguro”…es todo muy divertido, un gran juego en el que hay que participar, si no, ¿cuál es el sentido de la vida?

PAC – ¿Algún proyecto pendiente a realizar en Alicante?

José Puchaes –La puerta del abrazo”, en bloques de rojo Alicante y crema marfil, conmemoración de los moros y cristianos, que me premiaron en la Universidad Politécnica de Valencia, y luego decidió el pueblo de Elda, un proyecto muy bonito, más naif… Lo propuse en  Petrel, que son vecinos, y quizá no han visto todavía la intención de conmemorar, en sana paz, el encuentro entre dos culturas, tan interesantes, que tanto compartimos y reconvertir un poco la fiesta en una verdadera celebración cultural de tú a tú.

Esqueleto de erizo” en bronce, patinado por el salitre del mar, frente al islote de la reserva de la isla de Tabarca. Lo presenté a un concurso de la extinguida Caja de Ahorros del Mediterráneo [CAM] y claro, no salió. Ahí trabajé de camarero hace ya treinta años y le tengo mucho cariño a la isla. La pieza pretende ser un lugar para la contemplación del paisaje y el conocimiento, que fomente el caminar por el entorno de la isla y llegar a un lugar para encontrarte con una entidad mágica, al estilo de la Sirenita de Copenhague.

PAC – Un proyecto que cueste arrancar.

José Puchaes – En Cuenca todo cuesta arrancar más. Hay muchos artistas esperando y ahora con el Covid, mientras, lo haremos por nuestra cuenta y riesgo, no hay otra. Una exposición taller sobre reciclaje y plasticoflexia, técnica acuñada por mí… Porque el taller de la Fundación Antonio Pérez, mi lugar favorito, está cerrado por falta de presupuesto… Yo, solo, necesito las llaves, en horario de apertura, y podemos grabarlo en video y difundirlo por las redes…

PAC – Un deseo.

José Puchaes – Dos… ¡Salud! y ¡República!

Etiquetas: Last modified: 6 septiembre, 2023