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Eva Lootz

Written by: Exposiciones Madrid Museos

Eva Lootz. Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?

Eva Lootz (Viena, 1940), reconocida artista experimental fundamental en el panorama artístico español, recorre con esta exposición cinco décadas de pensamiento y experimentación sobre la materia, el lenguaje y los temas que le preocupan: el medio ambiente, el feminismo y la intervención humana en la naturaleza, entre otros.

La exposición Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?, comisariada por Fernando López, alude a una cierta manera de entender la actividad del arte: la de, haciendo, permitirse interrogar al mundo desde cero. La muestra, que se podrá ver desde el 12 de junio hasta el 2 de septiembre, recoge más de un centenar de obras cuyo eje es la donación que hizo la artista en 2023 al Museo Reina Sofía. Están presentes una selección de las 36 obras donadas y otras, procedentes de préstamos, algunas de ellas no vistas hasta la fecha o que se han reconstruido específicamente para la ocasión.
Durante el espacio expositivo, encontramos fragmentos de textos escritos por la artista en diferentes momentos que ahondan en sus particulares modos de hacer.

A lo largo de 13 salas, se realiza un recorrido no cronológico, pero sí panorámico, a través de una obra diversa y multimedia: pinturas, esculturas, instalaciones, vídeos, series fotográficas y obras sonoras representativas de su trayectoria, con una atención especial a sus dibujos que constituyen una suerte de escritura paralela que acompaña sus investigaciones y funcionan, por momentos, como un verdadero diario. En conjunto, la muestra permitirá comprender la coherencia y actualidad de un trabajo que no ha dejado de indagar en los huecos materiales que se abren entre lo visible y lo decible.

Las papillas elementales

La exposición comienza en una sala heterogénea donde conviven piezas realizadas en distintas décadas y elementos que tendrán presencia en todas sus etapas. A finales de los años 60, Eva Lootz llega a España desde su Viena natal dispuesta a hacer tabla rasa. Con una primera formación orientada hacia la realización audiovisual, no tarda en convertirse en una artista plástica que pronto rebasa el formato pictórico convencional y comienza a experimentar con diferentes materiales, con la posibilidad de ser arrugados o plegados, de cambiar de estado con el calor, de cubrir, amalgamar,
transmitir vibraciones, etcétera.

Es la etapa de las papillas elementales, en los años 70, en la que se aleja del lenguaje y busca reflejar la literalidad de los materiales, hacer visibles sus propiedades y dejar que ellos mismos se expresen. Coincide con la evolución del arte procesual o antiforma en Estados Unidos y Europa en el que el proceso de creación tiene tanta importancia o más que el resultado final.

Así, trabaja con la lana, el fieltro, el mercurio, la parafina o el cobre. “Supongo que lo que en el fondo quería por aquel entonces era derretir el mundo y a la vez cocinarlo de nuevo. De hecho, no tardé mucho en derretir plomo y en ocuparme del mercurio. Eso me llevó a su vez a interesarme por la arqueometalurgia y la minería, por ese peculiar teatro que la extracción de minerales y piedras despliega en el paisaje”.

Con el tiempo, además de la literalidad de los materiales introduce la materialidad del lenguaje como elemento conformador que deja restos. Van apareciendo en su trabajo fragmentos del cuerpo u objetos que funcionan como prótesis de entidad ambigua. Todo ello tiene presencia en esta primera sala donde podemos ver muchos de sus motivos habituales que se repiten en el resto de la muestra: lenguas, zapatos, manos, pies, camisas, suelas o asas.

La nueva ceguera de la visualidad contemporánea

La instalación A Farewell to Isaac Newton, Un adiós a Isaac Newton (1994/2016), que podemos ver en la segunda sala, hace alusión a la ruptura de la visión mecanicista del mundo que propugnaba el científico. Consiste en una habitación blanca con el suelo cubierto por arena de mármol atravesado por una pasarela que invita a un viaje solitario. Con ella, la artista se pregunta cómo aprender a ver de nuevo en un mundo donde la sobreexposición a imágenes nos introduce en una nueva ceguera. “Es un escenario sin actores, un paisaje desplegado en el interior de una sala. Un lugar para un paseo solitario. Un apunte para una meteorología de lo blanco, que envuelve al espectador por todas partes, a punto de producirle la ceguera que produce la nieve”, explica Eva Lootz.

Del blanco cegador de esta sala pasamos a un espacio oscuro donde se aborda también el fenómeno de la visión a través de dos vídeos que se proyectan en bucle: No es más que un pequeño agujero en mi pecho, (2004) donde vemos caer la arena en un recipiente de forma que la imagen recuerda a un ojo, y Blind Spot, Ángulo ciego (2005): “¿Dónde comienzan, dónde acaban los ángulos ciegos de la visión? ¿Cómo emerge de pronto lo que antes pasaba sin ser visto? Y éste es mi punto de partida. ¿Se puede acceder a lo que está en el punto ciego? (…) Lo mío es el método del rabillo del ojo”, escribe la artista.

Agua, ríos, minería de datos y esculturas digitales

En la cuarta sala se exhiben medio centenar de dibujos de la serie Ríos 2 (2006/07), no expuestos hasta ahora, en torno a la gestión del agua o la relación de los ciudadanos con los ríos y los recursos hídricos. “Todo lo relacionado con el agua se caracteriza siempre por un altísimo grado de ambigüedad. Tal vez también por eso las mujeres tenemos que ver con el agua”, se puede leer en los textos de sala.

En 2005, empieza a desarrollar su trabajo relacionado con los ríos, el proyecto “Hidrografías”, que implica no solo el estudio de las cuencas hidrográficas de la península, especialmente la del río Guadalquivir y del Ebro, así como las transformaciones de su curso a lo largo del tiempo, sino también la defensa del acceso público a los recursos hídricos y la lucha contra la privatización del suministro del agua.

En el curso de este trabajo incorpora procedimientos digitales a partir de datos históricos que permiten la creación de esculturas basadas en archivos 3D. Con la digitalización aparece una nueva visibilidad a través de la extracción de datos y su elaboración, lo que se conoce como minería de datos. A partir de consultas bibliográficas extrae los datos y con ellos y la ayuda de un informático, genera un archivo 3D que, gracias a las actuales máquinas de corte de control numérico, plasma en mármol de Macael. Dos de las esculturas versan sobre el Bajo Guadalquivir y la tercera es sobre los embalses y las presas construidas en la cuenca del Guadalquivir a lo largo del siglo XX, y son solo posibles gracias a la tecnología informática. Este trabajo se recoge en la quinta sala, con las esculturas digitales.

La prótesis o el error como método

Pequeño teatro de derivas (1994-1998), es una serie de fotografías en las que aparecen personajes solos o en grupo, mostrada por primera vez en su totalidad. Son 24 fotografías en blanco y negro con escenas teatrales o líricas, que ocupan la sexta sala, con las que reivindica el error y la prótesis de forma poética, de forma que dejando entrar al error propicia la creación de un cuerpo nuevo a través de una prótesis que completa al cuerpo anterior.

Entre manos, nudos y lenguas

Los nudos, una constante en la investigación matemática, filosófica, psicológica y en la ciencia en general, son un elemento importante y reiterativo en el trabajo de Eva Lootz. Se muestran (en las salas 7 y 8) en varias series de dibujos y en la videoinstalación de doble pantalla Entre manos (2011), en el que se estudia el juego de los cordeles, presente en muchas culturas, que conjuga el cuerpo, la memoria y el lenguaje.

El lenguaje y las lenguas son otro elemento constante en el trabajo de la artista. Y lo plasma de muy diversas maneras: La lengua de los pájaros, en la sala 9, es una pieza sonora que reproduce las Ornitofonías en Valsaín (2001) – un intento de diálogo entre un flautista y los pájaros del bosque- que la artista ya utilizó en una exposición de 2002 en el Palacio de Cristal del parque de El Retiro de Madrid.

La agonía de las lenguas (2020) tiene que ver con las lenguas que se están perdiendo, concretamente en territorios sujetos a la pervivencia de dinámicas coloniales. Hoy en día, solo en América Latina existen 773 lenguas en peligro de extinción. Concienciar sobre este hecho es lo que propone esta sala 10 en la que una audición nombra cada una de estas lenguas. Al mismo tiempo, una gran lengua negra de betún se extiende por el suelo rodeada de lenguas de cobre, bronce, plomo, estaño, fieltro, lacre, parafina o lana, entre otros materiales, expuestas en la pared.

La lengua de betún hace de conexión con las “lenguas” que, como piezas artísticas, ha ido haciendo Lootz a lo largo de los años, al ser este uno de sus motivos más reiterativos, presente en todas sus etapas.

Los monumentos negativos y la devaluación de la materia

En los años 80, Eva Lootz se interesa por la extracción de los minerales y las materias primas, con sus repercusiones en el paisaje y en la sociedad. Empieza a estudiar lo que luego llama el teatro de la materia, habla de las codiciadas “materias primas” como la maltratada “ropa interior” de la Historia, y califica como “escultura negativa” las intervenciones de extracción: pozos, canteras, minas, etc. que dan lugar a las grandes obras de transformación del entorno, hechas sin voluntad “artística” expresa y, sin embargo, verdaderos “monumentos negativos” de la revolución industrial, la gran escultura contemporánea.

Su preocupación por la historia y el papel de las mujeres se puede ver también en la sala 12 con las obras El fondo indiferenciado de la consciencia (2018-19), Camisa de invierno (1993) o Endless Task, Tarea Infinita (1990), en la que 10 manos de bronce sujetan un embudo de metal por el que cae cisco de carbón. Con ellas, Eva Lootz expresa las preguntas que le surgen en torno a las mujeres, la subjetividad o la femeneidad.

Cerrando la exposición, “12 meses”, 14 carpetas de dibujos realizados durante los 12 meses del año 2015 en láminas de papel milimetrado con los que se compone un mural no expuesto hasta ahora. “Los dibujos son más bien un campo de exploración independiente, el reflejo más directo de lo que pasa por mi mente y a menudo, sin proponérmelo, funcionan también como diario”, asegura Lootz.

Actividades relacionadas

Con motivo de esta exposición, el Área de Educación del Museo Reina Sofía ha programado un taller de verano Pequeño teatro de derivas, dirigido a niños y niñas de 6 a 11 años, que será impartido en la primera quincena del mes de julio por el colectivo de artistas Fuentesal Arenillas. En este taller, Julia Fuentesal (1986 Huelva) y Pablo M. Arenillas (1989 Cádiz) generarán obras que se relacionen entre sí a través del lenguaje, el cuerpo y los materiales, activando procesos artísticos a partir de la
exposición Hacer como quien dice: ¿y esto qué es? de Eva Lootz, invitándonos a seguir de cerca grandes lenguas que se estiran para alcanzar así historias que cruzan fronteras y que hacen que nos podamos sentir más cerca los unos de los otros. Articulado en sesiones de dos días, acercará a sus pequeños participantes a cuestiones del día a día, trabajando con cartón de patronaje, cartulina, tela, hilos, cinta adhesiva, papel reciclado, cola, pintura o maderas.

También el Área de Actividades Culturales del museo ha programado un taller relacionado con la instalación de Eva Lootz La agonía de las lenguas sobre la extinción y la invisibilidad de los idiomas originarios amerindios. En esta obra, la artista trata con metáforas y procesos materiales la riqueza del quechua o el aymara, pero también la paradoja de que gran parte de la academia no las considere lenguas de cultura, y por tanto, su enseñanza oficial sea meramente residual. A partir de estas ideas, el Museo organiza una actividad en la que se debatirá cómo restituir la importancia y vitalidad de estas lenguas vernaculares. Con la presencia de Eva Lootz, lingüistas, filólogos y enseñantes de las lenguas amerindias, como Hildy Quintanilla, Juan José Verdum, Azucena Palacios Alcaine, Marleen Haboud y Nadiezdha Torres. Será los días 3 y 4 de julio a las 18:00.


Fechas: Hasta el 2 de septiembre de 2024
Lugar: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid

Etiquetas: , , Last modified: 12 junio, 2024