El premio otorgado a Ascensión González Lorenzo por las concejalías de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Alicante, ha desembocado en la exposición que podemos contemplar en la Sala de Exposiciones Lonja del Pescado de dicha ciudad. Una muestra que es el resultado de una intensa investigación personal que nos revela a través de su expresión artística.
La exposición recoge una fusión de técnicas cerámicas y de ingeniería, que permiten la plasmación y materialización de las conclusiones de la artista en obras de arte. Este tipo de combinación no es de ningún modo novedosa, pero todavía sigue pareciéndonos exótica a los “consumidores de exposiciones”. No hay que olvidar que no es la tecnología el centro de las piezas, sino otra técnica más de expresión al alcance del artista.
El ritmo del avance de la tecnología es vertiginoso. Tanto que a veces es una tarea cuasi-imposible asimilar los progresos, si tenemos en cuenta su temprana fecha de caducidad, provocada por la aparición de otro avance que convierte al primero en obsoleto. No obstante, el avance tecnológico es algo familiar para los individuos, casi rutinario. Es por eso que nos debe resultar natural encontrarla en todos los aspectos de nuestra vida, incluido, como no, en las salas donde se muestran obras de arte. En el caso de la obra de Ascensión, en un primer momento nos cuesta apreciar el movimiento en su pieza central, aunque conforme nos fijamos mejor, este se va haciendo patente de manera sutil. Entonces, a la vez que la apreciación del movimiento, aparecen las preguntas sobre el movimiento de los personajes. Es como consigue con este recurso crear en la mente de los espectadores una obra de arte individualizada. No crea respuestas, esto se lo deja al espectador. Su único objetivo son las preguntas.
Queda patente que el arte un poderoso elemento comunicador, como vemos en las obras expuestas en la Lonja al proyectar visiones alternativas de lo que nos rodea y de nuestro lugar en el mundo. Miedo y Abuso en la Ciudad es un compendio de nuestra relación con nuestros semejantes, la individualidad, la libertad, (o la falta de ella)… En resumen, una visión del ser humano en su interacción con el entorno que le rodea.
La instalación se compone de tres partes. Los personajes padecen la estrechez de la ciudad de tal manera que llegan incluso a transformarles. Todo ello con un toque de ironía, justa y precisa. No es una obra artificiosa, lo que no excluye los dobles sentidos ni la carga dramática, siendo una visión particular de la sociedad contemporánea.
Si aprendemos a mirar más allá de lo que nos muestra la estética, nos encontraremos con un mundo rico en sentimientos, contradicciones y opuestos que conviven.
Artista: Ascensión González Lorenzo
Fechas: Hasta el 20 de Febrero del 2016
Lugar: Sala de Exposiciones Lonja del Pescado, Alicante