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BRENDA CABRERA

Written by: arte Arte Contemporáneo Artistas Crítica de arte Cuba Pintura

Flores carnívoras… la pintura de Brenda Cabrera

Flores carnívoras, plantas con dientecillos afilados, una vegetación enrarecida donde el verde es algo magnético, palpitante, que se desborda de sí mismo en un vals de incandescencias. Seres de cuellos fortísimos y mandíbulas definidas como puntas de diamante. Tienen rostros donde no hay ojos, donde apenas se ven las aletas de la nariz y la boca. Y manos extremadamente largas, casi pintadas para tocar, para acariciar…

Brenda Cabrera. Foto: Cortesía de la artista. 

Los ojos están escondidos detrás de cerquillos que ocultan también las orejas, dejando protagonismo en los lienzos de la artista visual cubana Brenda Cabrera (La Habana, 1997) a solo tres sentidos: el olfato, el tacto y el sabor. Los sentidos de la seducción y el sexo. Quizá por eso la artista afirma cuando se le pregunta por sus inquietudes: “siento curiosidad por lo sexual”.

“La máquina de desflorar”. Acrílico sobre lienzo (120 cm x 120 cm). Premio “Vox Libera: mujeres que inspiran” de ArtBo. Brenda Cabrera, 2024

Los cuadros de Cabrera nos adentran en un planeta alternativo con una fauna y flora diseñada por la artista, donde seres con géneros no definidos (están vestidos con indumentarias que podemos entender como femeninas, pero eso no quiere decir que lo sean) alimentan, conciben y cuidan monstruos, relacionándose entre ellos de formas muy particulares, estableciendo jerarquías y políticas de convivencia.

“El pacto”. Acrílico sobre lienzo (120 cm x 120 cm). Brenda Cabrera, 2024

Si algo le interesa a la artista es, a través de su obra, despatologizar los cuerpos no normativos, y demostrar cómo las relaciones de cualquier naturaleza se estructuran mediante pactos (consensuados o impuestos). Sus pinturas son sistemas metafóricos de las relaciones interpersonales y filiales: amor, maternidad, amistad… Sus seres con cabellos perfectamente cortados y bocas hexagonales pintadas de rojo asumen diversos roles, en una declarada exploración de la artista de las maneras en que las personas entendemos la vida y el amor.

“Mantoidea”. Acrílico sobre lienzo (81 cm x 62 cm). Brenda Cabrera, 2024

Cabrera estudió Grabado en la Academia de Artes Plásticas “San Alejandro” y Artes Visuales en la Universidad de las Artes de Cuba, donde se graduó con la exposición personal Baby Shower, una primera muestra de su trabajo que dejaba en evidencia sus intereses: investigar sobre lo sexual, las definiciones, la identidad, y las relaciones de poder y amor. Intereses que la hicieron merecedora en la más reciente edición de ArtBo del Premio “Vox Libera: mujeres que inspiran” por su obra “La máquina de desflorar”. Brenda Cabrera se inserta en una tradición de pintoras cubanas que han creado un sistema de personajes y atmósferas para dialogar con la identidad del otro y la suya propia dentro de la sociedad (pienso en Rocío García y Antonia Eiriz), trayendo consigo una obra-maquinaria que cuestiona el poder dentro de la sociedad o la sexualidad.

“El gesto”. Acrílico sobre lienzo (50 cm x 50 cm). Brenda Cabrera, 2024

Percibo que los cuadros de Cabrera encierran una dramaturgia elaborada, como si las escenas que suceden en sus pinturas fueran un in media res de la historia mayor que es su universo. En estas escenas de Prototipos a Cabrera le interesa abolir lo que entendemos por género (masculino-femenino) pues sus seres no se identifican con una cosa u otra, no quieren ser solo un género, están por encima de las definiciones… Su trabajo es una provocación a lo que se entiende por normal o aceptable dentro de la sociedad, incluso más allá, dentro de la naturaleza. Tomaré como ejemplo el cuadro “Instante de un jardín en llamas” donde vemos dos de los seres de Cabrera en medio de la noche (esa noche que en sus cuadros va de la oscuridad a la fosforescencia), ¿estamos viendo dos hermanxs? ¿Una pareja? ¿Dos amigxs? ¿Son madre e hija? ¿En la convergencia entre dos personas siempre existe un componente sexual? Las escenas de sus cuadros nos quieren hacer pensar en todo esto, para que respondamos según entendemos la vida. La obra de Cabrera puede ser tan amplia como lo sea nuestra concepción del mundo y el sexo.

“Instante de un jardín en llamas”. Acrílico sobre lienzo (81 cm x 57,2 cm). Brenda Cabrera, 2024

Las obras de Prototipos nos adentran en jardines y bosques mutantes, mostrándonos la diversidad que hay en otrxs y en nosotros mismos. Cabrera, como en su cuadro “El pacto”, donde un ser flota en un lago mientras que en el piélago nada su alter ego (la bestia), aceptando en paz la convivencia con aquello oscuro que también es, nos propone asumir el lado oscuro que también nos constituye. Su pintura es una incitación a develar lo que hay debajo de las capas con las que nos recubre la sociedad: el verdadero ser que somos.

“La piedra preciosa”. Acrílico sobre lienzo (60 cm x 60 cm). Brenda Cabrera, 2024.

Cabrera ha creado un universo distintivo que abre nuevas posibilidades de expresión para el arte cubano contemporáneo, machista y heteropatriarcal en su mayoría, con tendencia a las definiciones. Sus seres, con vestuarios que emulan las formas de la naturaleza (mantis religiosas, pétalos y hojas) llegan al arte cubano para dar fin a lo definido. Estamos ante una artista que juega con la belleza y el misterio de la indefinición, que neutraliza los límites de los géneros, llegando a crear un espacio -al menos en sus cuadros- donde los protagonistas pueden asumir la bestia que llevan a cuestas con total libertad. La obra de Brenda Cabrera surge como un invernadero de flores carnívoras, creciendo libremente hacia el futuro, ganando terreno para nuevas formas de vida…

“La poda”. Acrílico sobre lienzo (120 cm x 120 cm). Brenda Cabrera, 2023.

Etiquetas: Last modified: 13 enero, 2025