La galería Javier Silva acoge ‘Empathy problem’, la primera exposición individual en Castilla y León del artista Francesc Ruiz Abad (Palamós, 1990).
Francesc usa el viaje como eje central de su práctica artística. Durante estos recorridos genera colecciones conformadas por archivos que posteriormente se transforman en pinturas, dibujos, publicaciones e instalaciones. El humor, la subversión y la apropiación de la cultura popular son algunos de los ingredientes que conforman su singular universo.
Francesc Ruiz Abad es uno de los mejores exponentes de la pintura catalana emergente. Su práctica artística se desarrolla a través del dibujo y la pintura así como con otros procesos colaborativos de los que derivan proyectos en diferentes medios, publicaciones, vídeos… Su trabajo se basa en la experiencia vital, en la que el nomadismo, la deriva, el tránsito, el azar, la ironía y el humor son constantes. Las libretas son el archivo del cual posteriormente extrae el material para sus diversos proyectos artísticos, una ventana a una sucesión de pequeños micro relatos con los que accedemos al viaje.
Bajo estos pequeños relatos se amontonan anécdotas que nos hablan de lo vivido y a la vez nos hablan de la imposibilidad de relatar un viaje, de la imposibilidad de captar la realidad con una única imagen o historia.
Los referentes de Francesc son comunes a la nueva generación de pintores: Peter Doig, Alex Katz, David Hockney o la pintura alemana, principalmente de la escuela de Leipzig, ciudad en la que Francesc residió.
Francesc no tiene prejuicios a la hora de encarar la pintura y su tradición, como tampoco los tiene para ligarla al viaje, el arte procesual, la documentación, el espíritu de colaboración… En palabras de Anna Dot, «la pintura de Francesc anhela captar el misterio y lo extraño de las cosas del mundo».
Al mismo tiempo la de Francesc Ruiz es una pintura afirmativa, optimista, irónica, pero también irreverente e incluso iconoclasta en algunos casos. Tiene una base infantil y naif, pero su mirada inocente no es escéptica: tiene voluntad constructiva y de conocimiento. Es una pintura liberada, concebida en la libertad de la itinerancia, pero al mismo tiempo sólida, porque se levanta de una manera natural sobre una tradición que conoce y reivindica.
Fechas: Hasta el 16 de septiembre de 2019
Lugar: Galería Javier Silva, Valladolid