La Fundación Barrié presenta en su sede de A Coruña la exposición de la artista mexicana Graciela Iturbide, considerada como una de las fotógrafas más influyentes de América Latina. La muestra, compuesta por 156 fotografías, propone un viaje transversal por la obra de Graciela Iturbide que, partiendo de sus imágenes más antiguas, llega hasta su obra más reciente. Sin atender a un estricto orden cronológico, sus proyectos más representativos quedan enlazados a aquellas temáticas que mejor definen su poderoso imaginario creativo.
Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) es una de las fotógrafas mexicanas más destacadas de la escena contemporánea internacional. A lo largo de cuatro décadas ha ido construyendo una obra absolutamente única, fundamental para comprender la evolución que ha tenido la fotografía en México y en el resto de América Latina.
Su trayectoria como fotógrafa se inicia a finales de la década de los sesenta, tras ingresar en el Centro de Estudios Cinematográficos de México. Es allí donde, de la mano de Manuel Álvarez Bravo, el gran maestro de la fotografía mexicana, descubre en la cámara fotográfica su auténtico medio de expresión creativa.
A caballo entre lo documental y lo poético, su singular forma de mirar integra lo vivido y lo soñado en una compleja trama de referencias históricas, sociales y culturales. La fragilidad de las tradiciones ancestrales y su difícil subsistencia, la interacción entre naturaleza y cultura, la importancia del rito en la gestualidad cotidiana o la dimensión simbólica de paisajes y objetos encontrados al azar ocupan un lugar central en su fructífera trayectoria. Su obra se caracteriza por un continuo diálogo entre imágenes, tiempos y símbolos; en un despliegue poético donde el sueño, el ritual, la religión, el viaje y la comunidad de conjugan.
Célebre por sus retratos de los indios Seris, que habitan en la región del desierto de Sonora, por su visión de las mujeres de Juchitán (en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca), o por su fascinante ensayo sobre los pájaros que lleva años fotografiando, el itinerario visual de Graciela Iturbide ha recorrido, además de su México natal, países tan distintos como España, Estados Unidos, India, Italia y Madagascar. Su curiosidad por las distintas formas de diversidad cultural han convertido el viaje en una dinámica de trabajo a partir de la cual expresa su necesidad como artista: “fotografiar como pretexto de conocer”, según sus mismas palabras.
Al igual que fotógrafos como Brassaï o Christer Strömholm, con quien mantiene importantes lazos de afinidad, Iturbide posee una rara habilidad para evitar en sus encuadres lo que es obvio o anecdótico. A veces este talento para enmarcar lo que llama su atención puede traer consigo una visión casi mística de lo cotidiano; en otras, nos lleva al centro mismo de cuestiones cruciales de nuestra sociedad.
En cualquier caso, en la obra de Graciela Iturbide siempre queda patente su talento para hacer aflorar metáforas inusuales. Nuestra Señora de las iguanas o El señor de los pájaros, por citar tan sólo algunos de los ejemplos más paradigmáticos, ilustran de forma explícita cómo en la visión de Iturbide el acontecimiento y su dimensión poética están intrínsecamente ligados.
A lo largo de su carrera ha recibido varios reconocimientos, entre los que destacan el premio Eugene Smith Memorial Foundation por su obra sobre Juchitán en 1988. Paralelamente su obra continúa obteniendo el reconocimiento internacional: recibe el Gran Premio del Mois de la Photo de París y el Gran Premio Internacional del Museo de Fotografía de Hokaido, Japón. Ha sido asimismo reconocida con el premio The Hasselblad Foundation International Award in Photography 2008, el más alto galardón al que un fotógrafo puede acceder en la actualidad.
Fechas: Hasta el 27 de enero de 2019
Lugar: Fundación Barrié, A Coruña