«Todas las revoluciones civiles y políticas han tenido una patria y están encerradas allí. La Revolución Francesa no tenía su propio territorio; además, su efecto ha sido borrar algunos límites del mapa anterior.»
(Alexis de Tocqueville)
Para el joven artista brasileño, Guilherme Peters, la Revolución Francesa, un evento que marcó los comienzos de la democracia moderna, es uno de los principales ejes de su trabajo que mezcla política, historia, cultura y arte. Como una catarsis enfrentada con las dificultades sociales de Brasil, las actuaciones de Guilherme son poderosas, enérgicas, extremas como en su última presentación «Estudo para Festival ao ser supremo» dividido en dos actos.
En este último, viste un traje similar al de Robespierre, un político francés del siglo XVIII. El primer acto, el artista lee un documento sobre la Revolución Francesa en una plataforma de skateboarding y se detiene a beber un vaso de alcohol para estar al borde de la inconsciencia como una muerte simbólica frente a la lucha patriótica. El segundo acto se caracteriza por una banda vestida con un disfraz de sans-culottes, manifestantes populares que abogan por la democracia. Ponen el aire de «Charlotte mató a un tipo» (en referencia a Charlotte Corday famosa por asesinar al político Jean-Paul Marat) como un grito. Guilherme Peters declara que ha recuperado la posesión del espacio público porque «vamos a devolver a Cesar lo que es a Cesar». Esta obra es una alegoría de la libertad que guía a los brasileños como lo hizo Eugène Delacroix en el siglo XIX.
Guilherme Peters protesta y provoca al espectador al peso de la historia desafiando derrotas y victorias pasadas. En «Auto-retrato con Roosevelt, Lenin e Hitler», tiene el puesto del aprendiz, el joven, relacionado con el peso de estas tres figuras icónicas del siglo XX. En placas de hierro oxidado, las caras de Roosevelt, Lenin y Hitler representan tres ideologías que dieron forma al siglo XX. El retrato del artista está entre ellos. Para Guilherme, la juventud es una etapa en que el individuo se construye o deconstruye, como nuestra sociedad. La juventud es una etapa de resistencia.
En el festival Verbo en la Galería Vermelho Guilherme Peters en «Escola sem partido», escribe en un tablero los acontecimientos de 1964 perpetrados por los parlamentarios – diputados y senadores – involucrados en la corrupción en 2016. Lleva una máscara de gas, un bozal. Su respiración es difícil. Lucha contra el peso del adoctrinamiento poético e ideológico representado por un montón de troncos suspendidos de su opuesto y del cual está unido. Cada gesto para continuar escribiendo, expresarse, pensar es una pelea. En 1964, la censura era apropiada en las aulas y la libertad de expresión fue destruida. Frente a los escándalos actuales, Guilherme expresa su temor de que estas políticas maquiavélicas se repitan si la juventud brasileña no se mantiene atenta.
Finalmente, las contribuciones de Guilherme Peters ayudan a comprender el presente y quizás a trazar los contornos de un futuro reinterpretando el pasado con el conocimiento adquirido. Las acciones de este joven artista reposicionan los momentos en que ocurrieron cambios importantes. Esto a veces da la sensación de «déjà-vu» y en este momento T, se requiere una decisión.
Etiquetas: Guilherme Peters, The Nomad Creative Project Last modified: 16 noviembre, 2017