El artista alemán Philipp Fröhlich (Schweinfurt, 1975) presenta su segunda exposición individual en la galería Juana de Aizpuru de Madrid. En ella presenta sus últimas pinturas dedicadas al famoso cuento de Hänsel y Gretel, escrito por los hermanos Grimm.
«Al principio sólo quise pintar un cuadro inspirado en el cuento de Hänsel y Gretel: el pasaje en el que los pájaros del bosque picotean las migas de pan que Hänsel había ido echando en el camino para no perderse a su regreso. Después de leer detenidamente el texto me vino a la mente la inmensa riqueza de imágenes que contiene este cuento de hadas y la fuerza artística con la que los hermanos Grimm repiten, varían y contrastan los temas y motivos centrales. Todo esto atrapó mi mente y me indujo a pintar toda una serie (y, al fin y al cabo, toda una exposición) sobre el célebre cuento.
Después de años en los que generalmente mis pinturas tan sólo sugerían la trama, únicamente basada en elementos descriptivos, pero nunca completamente evidentes, en los últimos tiempos me he centrado en la pintura narrativa. Para poder adoptar una actitud más interpretativa, era importante para mí trabajar en un tema que fuera lo más conocido posible, de ahí que se me ocurriera inspirarme en este relato de los hermanos Grimm ya que en la actualidad continua siendo tan fácilmente reconocible por la cultura popular, como en otros tiempos.
Antes de comenzar a pintar estos cuadros los escenifiqué en una maqueta a pequeña escala, como hago habitualmente. Mis estudios de escenografía con Karl Kneidl han influido mucho en mi planteamiento artístico. Con este método de trabajo separo el proceso de creación de la imagen del propio acto de la pintura, materializando mis pensamientos de forma lúdica –con ensayos y cambios– y dándoles una solución, digamos, «real» o escultórica en la maqueta, que precede al desarrollo pictórico final. Este proceso de maqueta y pintura desempeña un papel importante al ser parecido a ese juego, tanto real como engañoso, que aparece en el cuento. En él los padres engañan a sus hijos y los dirigen a su fatal destino con la excusa de recolectar madera en el bosque; sin embargo, los niños, al escuchar la conversación de sus padres, también acaban engañándoles, tirando piedras en secreto para poder encontrar el camino y regresar a su casa. La imagen de mayor fuerza en este relato es, sin duda, la concepción infantil del paraíso representada en esa casa de pan, bizcocho y azúcar, con la que la bruja atrae a los niños para comérselos después: una secuencia de ficción profundamente insertada en nuestra imaginación y en la cultura popular» Philipp Fröhlich.
Artista: Philipp Fröhlich
Fechas: Del 4 de febrero al 30 de marzo de 2019
Lugar: Galería Juana Aizpuru, Madrid