El Museo Guggenheim Bilbao acoge «Henri Michaux: el otro lado», una exposición que reúne un destacado conjunto de obras de una figura inclasificable de la literatura y las artes del siglo veinte. Henri Michaux (Namur, Bélgica, 1899 – París, Francia, 1984) tuvo durante su larga vida una gran influencia entre los artistas y escritores de su tiempo, siendo a la vez “poeta de poetas” y “pintor de pintores”, y celebrado por figuras de ambos campos como André Gide y Francis Bacon.
Henri Michaux produjo febrilmente miles de obras sobre papel de las que hoy apenas alcanzamos a conocer la totalidad. Esta exposición, organizada en colaboración con los Archivos Michaux de París, abarca sesenta años de actividad creativa y da cuenta de las series y periodos más importantes de su trabajo. A través de más de 200 piezas, documentos y objetos del artista, la muestra proporciona una mirada panorámica en torno a tres grandes bloques temáticos: la figura humana, el alfabeto, y la psique alterada.
Poniendo de relieve los paralelismos y convergencias entre estos tres grandes bloques, la exposición, comisariada por Manuel Cirauqui, subraya el interés constante de este artista por las ciencias, la musicología y la etnografía. Series fundamentales como los fondos negros, los frottages, los movimientos y los dibujos mescalínicos, están ampliamente representadas en esta muestra, incluyendo obras que nunca antes habían sido expuestas.
La exposición se acompaña de un catálogo que incluye textos inéditos en castellano y euskera de Henri Michaux y del neurólogo bilbaíno Julián de Ajuriaguerra, colaborador del artista en los años cincuenta y figura clave de la psiquiatría en el País Vasco, de cuyo fallecimiento se cumplen 25 años.
Fechas: Del 2 de febrero al 7 de mayo de 2018
Lugar: Museo Guggenheim Bilbao, Bilbao
Imágenes:
1- Henri Michaux – Sin título, 1981. Colección particular © Archives Henri Michaux, VEGAP, Bilbao, 2018
2- Henri Michaux – Sin título, 1981. Colección particular © Archives Henri Michaux, VEGAP, Bilbao, 2018 © FMGB Guggenheim Bilbao Museoa – Foto: Erika Barahona Ede