El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo acoge una exposición monográfica dedicada a Lea Lublin (Brest, Polonia, 1929 – París, Francia, 1999) que abarca cinco décadas de producción artística. En la muestra se recogen obras y documentación de los distintos periodos que atraviesan la trayectoria de una artista versátil cuya recuperación es urgente para entender las relaciones entre la imagen, la crítica social y el deseo, conceptos subyacentes a la creatividad artística.
Nacida en Polonia, emigra con su familia a Argentina en 1931. En Buenos Aires inició su trayectoria como pintora hasta mediados de los años 60, cuando se traslada a París, donde decide orientar definitivamente su trabajo hacia otros medios y materiales.
Lea Lublin fue consciente prácticamente desde sus inicios de la necesidad de que el arte incorporase la dimensión social, por ello decidió abandonar la pintura y se adentró en otros medios como el vídeo, la fotografía y la performance, herramientas idóneas para transmitir problemas sociales. El afán crítico de Lublin se manifiesta concretamente en los proyectos sobre los mitos culturales, históricos y patrióticos, como los dedicados con intención cuestiona-dora al general San Martín y a la triada formada por José Martí, Fidel Castro y Che Guevara. En este conjunto desmitificador destaca Voir clair. La Gioconda aux essuie-glaces (Ver claro [La Gioconda de los limpiaparabrisas]), 1965.
Artista polifacética, destacan en su obra los trabajos experimentales cercanos al happening que llevó a cabo en 1969, Fluvio Subtunal en Santa Fé y Terranautas, en el Instituto Torcuato di Tella de Buenos Aires. El primero surgió coincidiendo con la apertura subfluvial que une bajo el río Paraná las provincias de Entre Ríos y Santa Fé. Este proyecto consistía en un recorrido de carácter psicosensorial a través de determinadas estructuras, espacios y plataformas (pantallas translúcidas, columnas de aire hinchable, trampolines…), en los que los visitantes podían constatar la existencia de elementos naturales y tecnológicos. Se trataba de impulsar un arte participativo.
Posteriormente concibe instalaciones como Pénétration d´images (Penetración de imágenes), 1974, en las que los espectadores son invitados a atravesar cortinas sobre las que se proyectan reproducciones de obras clave de la modernidad. Una vez en Francia se propone, en sus Interrogations sur l´art (Interrogaciones sobre el arte), 1974, mediante entrevistas y preguntas realizadas a distintas personas (artistas, galeristas, críticos, estudiantes…), explorar cuáles son los discursos sobre el arte. La conciencia feminista de Lea Lublin da sus primeros frutos en Mon fils (Mi hijo), 1968, al llevar a su propia criatura de pocos meses a un espacio artístico para mostrar que arte y vida van de la mano y que las mujeres, en su doble jornada, son las encargadas socialmente de la tarea de los cuidados.
Diez años después, en 1978, y un tiempo después del surgimiento del movimiento feminista en Francia, Lublin ocupó la calle, acompañada de otras mujeres y algunos hombres, enarbolando una pancarta llena de preguntas: ¿Está la mujer sometida al hombre? ¿Es la mujer un objeto sexual? ¿Es el mal del siglo? ¿Es un ser inferior? Con estas preguntas, interpelaba a la sociedad de su tiempo sobre los estereotipos machistas. Finalmente lanzó la pancarta al río Sena en lo que devendría una de sus acciones más emblemáticas, Dissolution dans l´eau. Pont Marie, 17 heures (Disolución en el agua. Pont Marie, 17 horas) En su calidad de artista que indaga en las realidades y las imágenes, emprende una investigación sobre la sexualidad oculta en la representación – en cuadros del Renacimiento – de la relación aparentemente inocente entre la Virgen y el Niño. Asimismo, rescata del olvido una pintura de Artemisia Gentileschi de la que propone una compleja lectura de base psicoanalítica.
La sospecha de que en toda manifestación artística se oculta un deseo o una frustración palpita en gran parte de la producción de Lea Lublin, una artista que no se adscribió a ninguna corriente concreta pero en cuya obra inquisitiva hay destellos sociológicos, conceptuales, y un palpable énfasis por el psicoanálisis tan influyente en Francia y en Argentina. Hablar de psicoanálisis es hablar de sexualidad en sus diferentes expresiones. De ahí la empatía que Lublin manifestó hacia Marcel Duchamp. En su última década de trabajo – los 90 – indaga en la estancia de Duchamp en Buenos Aires, descubriendo los lugares que habitó y desvelando el origen de algunos proyectos como su famoso alter ego Rrose Sélavy.
Fechas: Hasta el 16 de septiembre de 2018
Lugar: CAAC, Sevilla
Imágenes:
1- Lea Lublin – R.S.I., Durero, del Sarto, Parmigianino, 1983. Acrílico, impresiones C-print, postales y tinta sobre lienzo y madera, 350 x 600 cm. Colección Nicolas Lublin, París
2- Lea Lublin – Ver claro. La Gioconda de los limpiaparabrisas, 1965. Motor, acrílico, cristal, cinta y papel sobre tela y
cartón prensado. Madera, limpiaparabrisas y pera, 67 x 49 cm. Colección Nicolas Lublin, París
3- Lea Lublin – Interrogaciones sobre el arte. Discurso sobre el arte, 1974. Acrílico y lápiz de color sobre lienzo, 280 x 200 cm. Centro Pompidou, Paris. Museo nacional de arte moderno/Centro de creación industrial – Vídeo, b/n, 27’. Centro Pompidou, Paris. Museo nacional de arte moderno/Centro de creación industrial