Dicen que el arte del siglo XXI es un arte que habla de identidad. De uno mismo. Afirmaciones rotundas que hay que suavizar con un habrá de todo. Pero sí es cierto que actualmente hay un gran número de artistas que presentan rasgos comunes. Pongamos por ejemplo los referentes que actualmente estos toman para inspirarse. Muchos, tal vez la mayoría o tal vez solo un gran número, responderán que su entorno diario, alguien que se cruzan por la calle, un libro, una canción…un estado de ánimo es lo que les ayuda a generar esa chipa que les anima a crear. O “todo aquello que me rodea” como Raquel Villanueva (Barcelona) afirmó en una entrevista.
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Esa cotidianeidad se refleja en las obras. Tal vez por ello hay obras que no entendemos y otras con las que rápidamente conectamos. “Todas las ilustraciones tienen algo de mí en ellas” me decía esta joven artista, como se define, pues es el único término con el que no se siente encasillada.
¿Ilustración o fotografía? Las obras de Raquel unen ambas técnicas como si de una sola se tratara. La experimentación fue lo que le llevó a darse cuenta de que la fotografía era el complemento perfecto para sus ilustraciones. Una técnica muy poderosa para acompañar dibujos que además “según el fondo, las ilustraciones podían cobrar sentidos muy diferentes”, lo que le da más juego a la obra y un mayor número de discursos o interpretaciones.
Desde pequeña está familiarizada con la expresión artística. Pero ha sido hace un año cuando creó su página web y diversos perfiles en redes sociales para “compartir lo que hago y llegar a más público”. Para Raquel dibujar es una manera “de expresar y plasmar todo lo que llevo dentro de forma visible”, a lo que suma que “muchas veces dibujar me sirve como una especie de terapia. Es muy liberador”.
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Pero hablemos de su obra. “Líneas, desenfado, íntimo” son las tres palabras que ella misma utiliza para definir su trabajo. Con un estilo muy marcado es fácil reconocer sus obras. Raquel es de esas artistas que aunque evolucione en sus creaciones mantiene una serie de rasgos que hacen identificable cualquiera de sus piezas, aunque siempre hay excepciones.
Figuras dibujadas, con trazos gruesos, desenfadados, y con pieles, en su mayoría, ausentes de color, que se insertan en fotografías, como si de su entorno natural se tratase, es la rápida descripción que de un solo golpe de vista podemos dar de su obra.
Fotografías que “suelen ser ambientales o de lugares que me gustan”, o de espacios en los que se encuentra habitualmente y le resultan “cercanos y familiares”. Son espacios llenos de una calidez acogedora. Cercanos no solo para la artista, sino para todo el que observe la pieza. Da igual cuál sea el espacio físico en concreto en el que se haya tomado la fotografía, la mayoría realizadas por ella misma, pues representan más que un espacio material. Representan un estado de ánimo, un concepto de espacio. Y es con eso con lo que cualquiera se puede sentir identificado. Lo que atrapa al espectador.
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Muchas de las piezas están protagonizadas por mujeres. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? … tan simple como que “muchas de las ilustraciones cuentan algo personal, inconscientemente el personaje acaba siendo mujer”. Mujeres u hombres. Son personajes que muchas veces salen de su propio entorno, a través de amigos, conocidos, etc., pero que en ocasiones nacen de su propia imaginación.
Si bien la mayoría de las obras parecen tratar estados de ánimo más cercanos a la tristeza, a la nostalgia o a la soledad, no son deprimentes. Son reflejo de “sitios cómodos o que me transmiten paz” como dice Raquel. Y más allá de eso son “narraciones personales que cada uno puede interpretar de una forma u otra”.
Fotografías tomadas a partir de una ilustración o ilustraciones pensadas a partir de una fotografía. Indistintamente del proceso, el resultado siempre es cautivador. Parte de esto se debe al “aspecto inacabado, como si fuese un boceto” que otorga fuerza a la obra, además de ser una especie de firma o marca personal dentro de su producción.
Ilustraciones cargadas de emoción. Paisajes que dialogan con los trazos de un dibujo en construcción. Figuras que multiplican los sentidos de una fotografía. Así son las obras de Raquel Villanueva.
Etiquetas: Raquel Villanueva Last modified: 13 abril, 2015