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Esther Medir

Escrito por: Crítica de arte

Los grabados de Esther Medir: una artista re-nacentista

«La primera obra de este tipo [plástica] la hizo en arcilla el alfarero Butades de Sición, en Corinto, sobre una idea de su hija, enamorada de un joven que iba a dejar la ciudad: la muchacha fijó con líneas los contornos del perfil de su amante sobre la pared a la luz de una vela. Su padre aplicó después arcilla sobre el dibujo al que dotó de relieve, e hizo endurecer al fuego esta arcilla con otras piezas de alfarería. Se dice que este primer relieve se conservó en Corinto, en el templo de las Ninfas».

Historia natural, XXXV. Plinio el Viejo. 77.

Resultaría sorprendente afirmar que la sombra es el origen de las artes occidentales, aunque no tanto si entendemos que la sombra lo que permitió únicamente (no menos importante) fue siluetear un elemento de la naturaleza: al amante de la joven hija de Butades de Sición. Así nos lo recuerda el historiador romano Plinio el Viejo. Dibujando los contornos de su rostro en la pared, la precoz artista trasladó la imagen proporcionada por la sombra al ámbito pictórico, mediante el acto creativo de rescatar dicha visión y hacerla sempiterna con unos pocos trazos.

 

Vineyard. 2020. Grabado (monotipo)/papel de algodón. 100 cm x 70 cm.

Para la artista Esther Medir (Barcelona, 1972), especializada en grabado, resulta trascendental capturar, al igual que para la joven griega, la realidad visible. Lo que ofrece el mundo externo es su inspiración clave. Eso se traduce al universo artístico mediante la concreción de los contornos, o dicho de otro modo, gracias al disegno.

El término disegno tiene una larga tradición, pero su desarrollo fundamental radica en el Renacimiento italiano, siendo, coincidentemente, un movimiento cultural de mucho interés para Medir. Aparte, Florencia, cuna de humanismo, ha supuesto un punto de inflexión en su vida, tratándose del lugar, primigenio, que vio nacer su trayectoria artística. Esto es así porque la artista se dio cuenta allí de que sus raíces familiares siempre habían bebido de Italia y particularmente de su auge cultural con el Renacimiento. La huella de todo esto había estado siempre presente en Medir, aunque de manera tenue, al igual que el interés por la creación, la investigación y la experimentación, llevándola a estudiar arte tras licenciarse en derecho. Fue su peculiar re-nacimiento.

 

Huellas infinitas. 2023. Grabado (monotipo hecho con aguafuerte) y chine collé/papel de algodón. 100 cm x 70 cm.

Volviendo a lo que ocupaba el discurso, el historiador del arte Giorgio Vasari ligó en su concepto de disegno tanto a la idea previa como al dibujo que materializa dicho pensamiento. El teórico Federico Zuccaro entendió entre disegno interno y disegno esterno, siendo el primero una manifestación de la divinidad; del intelecto que luego se externaliza a través de la forma-dibujo.

Sin embargo, Medir no imita o recrea. Es más, lo suyo no es un arte figurativo. No hay una revitalización del ilusionismo. No obstante, su inspiración es la naturaleza. Aquí, si es posible afirmar que vuelve sutilmente al Renacimiento; en este periodo cultural afloró el germen de distintas ciencias con cimientos aún no consolidados y la misteriosa naturaleza fue protagonista de varias de estas. Está interesada especialmente por la geología y por la botánica, aunque observándolas desde una óptica mágica; alquímica en muchas ocasiones. La filosofía y la arqueología, asimismo, son otras dos disciplinas de conocimiento que llaman sobremanera su atención. Su arte abstracto sintetiza todas estas cuestiones de forma precisa.

Por otro lado, el valor del disegno, tal y como lo entendieron los teóricos (sin falta de irnos hacia la parte sagrada de sus definiciones) citados está palpitante en su trayectoria, claramente abstracta. Siendo grabadora profesional, nuestra protagonista tiene un gran dominio de distintas técnicas relacionadas con tal arte, sobre todo el aguafuerte y la punta seca. Está claro que en esta parte se conecta nuevamente con el Renacimiento, el cual contó con artistas como Alberto Durero en calidad de exponente inicial del grabado en Occidente.

 

Balaitús. 2023. Grabado (monotipo)/papel de algodón. 56 cm x 38 cm.

Cualquier incisión en la matriz para grabado es un disegno; se procesa de manera meditada; surge del interior de la psique concentrándose. La propia elección de la técnica y del soporte ya son un arranque del disegno, aunque el trazo como tal es su auténtica concreción en la realidad visible. Con todo, los trabajos gráficos de Medir no se limitan a la creación de un grabado final en papel de tras el laborioso procedimiento. Por tanto, no se trata solamente de una estampación perfecta. Si bien el aguafuerte permite corregir hasta cierto punto la plancha, siendo una modalidad de grabado que confiere bastante libertad a la hora de componer y ejecutar, cualquier disegno-diseño que allí se establezca, se pasará idéntico al soporte una vez se considere concluido. Por supuesto, no significa que sea totalmente uniforme, pues cada estampación da lugar a un resultado ligeramente diferente; la tirada está cargada de arbitrariedades, aunque sean menores, verbigracia, colores más apagados o contornos difusos, sobre todo, cuando la matriz está muy desgastada. Esto es un rasgo identificativo del cualquier grabado, pero lo que parece (solo apariencia) siempre inalterable es la forma. La composición se plasma y se queda tal cual se representó en la matriz.

Medir evita esta homogeneidad de diversos modos. Uno de estos es utilizando la punta seca, diferenciada de otras técnicas por crear rebabas en la plancha calcográfica. Los trazos quedan así texturizados, irregulares y, de hecho, su final es mucho más impredecible que en cualquier otra técnica para grabar, pues las rebabas se rellenan de tinta (o no) con total arbitrariedad al abordar medidas milimétricas. Como consecuencia, ninguna obra quedará exactamente igual que la anterior en cuanto a las líneas presentadas. Además, la punta seca enriquece con la sensación háptica que transmite, avivando la composición dibujística. Sin embargo, esto no es una oda al formalismo artístico. Cabe apuntar que cada incisión en la matriz tiene un significado para la artista más allá de la estética que desea conseguir. De hecho, para ella la línea es sinónimo de la vida humana, del camino que se recorre, de la existencia en general frente a la nada, al vacío, que Medir encarna a través de los campos cromáticos. La línea, asimismo, representa lo infinito, pues el dualismo vida y muerte es atravesado por la eternidad. Mediante la creación, la catalana toma conciencia de esta idea, plasmando en cada trazo uno de los rasgos más identificativos de su viaje vital: la importancia del arte.

Por otro lado, Medir innova al incorporar dibujos después de la estampación, sobre el papel que sirve de soporte. Así, no ancla la temporalidad del acto creativo al proceso de grabado (la obra de arte puede seguir evolucionando; no es un objeto estático). Extiende la vida de lo procesual. A veces, parece interminable debido a la de ocasiones que vuelve a la pieza para nuevos perfeccionamientos. Los dibujos dinamizan el concepto de grabado como algo terminado, al ser creados a posteriori y exhiben las nuevas ideas, los novedosos disegni que surgen en la artista paulatinamente. Aparte, rompen con la noción frontal de los dibujos, grabados y pinturas porque Medir puede trazar tanto en el anverso como en el reverso de la lámina. En este aspecto, gusta de recordar una vez más al Renacimiento, particularmente a la pintura por capas; las veladuras características de la pintura al óleo. Y en otras circunstancias, retorna igualmente al mundo humanista; su experimentación va más allá, confeccionando incluso libros de artista como el icónico de Francisco de Holanda (De Aetatibus Mundi Imagines, 1545), con una estructura, una narrativa, la cual profundiza en el poder que tiene el relato para enriquecer su trabajo. A colación de esto, la doctora y profesora de Bellas Artes Bibiana Crespo Martín comenta que «[l]os Libros-Arte se pueden explorar, leer y percibir de múltiples maneras. Generalmente “solicitan” ser leídos de forma diferente al resto de libros. Permiten al lector explorar más allá de las convenciones lógicas del lenguaje y de la racionalidad de la página impresa en dos dimensiones». Resulta evidente que los libros de artista, al recurrir no solo al grabado-dibujo, sino también al texto y a la fotografía, atestiguan la importancia de los distintos recursos que utiliza Medir para crear, independientemente de que sean empleados para elaborar o no estos libros; son el despliegue de su mente, de la imaginación, articulando formas y colores, construyendo significados y discursos. En definitiva, creando, de lo intra a lo extra, del disegno al polifacético grabado; es una artista re-nacentista porque constantemente descubre y se reinventa, con la inspiración del arte del quattrocento y del cinquecento como bandera (sutil).

Actualmente, la artista tiene expuesta obra en la Galerie Paul Prouté, especializada en grabados, de París.

Imágenes cortesía de la artista.

Etiquetas: Última modificación: 10 julio, 2024