La galería Espacio Mínimo presenta la quinta exposición individual del artista MANU ARREGUI donde nos presenta la serie completa 25 Figuras de Lamento y Restitución, cuyo adelanto pudo verse durante su participación en ARCO Madrid 2024, y que da título a la muestra.
La serie muestra un conjunto de composiciones escultóricas que se materializan en impresiones bi y tridimensionales, creando un espacio de diálogo entre cuerpos paralelepípedos, modelados ornamentales y fragmentos fotográficos. Arregui recurre a formas geométricas en L, referenciando al icónico Untitled (L-Beams) de Robert Morris (1965), pero, como dice el artista: lo que en Morris pretendía ser una negación de lo antropomórfico —la geometría como pureza tautológica— aquí es permeado por el cuerpo: performers que irrumpen en el espacio de la abstracción. Al yuxtaponer las estructuras minimalistas a molduras ornamentales y fotografías de la historia de la danza, el artista desafía el dogma del minimalismo radical, revelando las paradojas internas de su propia negación del cuerpo y de la representación.
En la planta inferior encontramos la instalación de vídeo de dos canales Ángulos rectos (2021), donde las formas escultóricas en L de Morris son amplificadas hasta lo arquitectónico, desdibujando los límites entre la escultura y la construcción. La obra alterna entre registros fotorrealistas que simulan una ejecución tangible y renders esquemáticos que exponen la naturaleza virtual de la representación. Los personajes —una mujer y un hombre— ejecutan movimientos coreográficos fragmentados, provenientes de espectáculos degradados de las décadas de los setenta y ochenta, con una estética camp que burla la monumentalidad de la escultura minimalista.
Finalmente, Dating App (2017-2024), un proyecto escultórico que lleva al extremo la lógica de la digitalización. Aquí el dispositivo tecnológico —un Smartphone o Tablet— se convierte en una construcción donde fragmentos anatómicos seccionados son dispuestos en celdas estancas, creando una versión tridimensional de la cuadrícula de una aplicación de citas. Lo que debería ser un espacio de interacción emocional —el mundo volátil de las relaciones en la era post-Internet— se petrifica en la frialdad del material cerámico y la resina fotosensible, convirtiendo el deseo en un remanente rígido de nuestra era digital.
El uso de diversos soportes —impresión sobre papel, vídeo, alabastro, resinas y compuestos cerámicos de mecanización e impresión 3D— nos plantea una reflexión adicional sobre la relación entre el arte y la tecnología. Si el minimalismo se definía por su inmediatez material, Arregui extiende esta concepción al territorio virtual: el arte ya no es solo objeto, sino también proceso y simulación, una suerte de materialismo digital que nos obliga a repensar el concepto de presencia en la era postdigital.
Fechas: Hasta el 18 de enero de 2025
Lugar: Espacio Mínimo, Madrid