Desde sus inicios, el trabajo de Blanca Casas Brullet (Mataró, 1973) se ha nutrido de imágenes inscritas en el lenguaje cotidiano, de la polisemia y de la carga poética que se esconde en los intersticios y en el paso de un idioma a otro.
Concibe el trabajo de creación como el lugar donde desarrollar un lenguaje plástico para intentar “hacer sentido” al tiempo que se “hace forma”. Es por ello que el taller, la mesa de trabajo, la página en blanco son el centro de sus dispositivos de exposición, así como los desbordamientos, arrugas, agujeros y accidentes que acontecen en el proceso de la materia plástica en transformación.
Así pues, el conjunto de tentativas y errores que habitan los rincones del taller, los papeles arrugados que llenan las papeleras, los montajes a veces dispendiosos de materiales diversos, nos hablan del propio trabajo de investigación plástica. Y es que a pesar de la tendencia a esconder el error (en un mundo que se querría eficaz), la deriva y el ensayo, el accidente y lo inesperado se encuentran en la base de todo proceso de aprendizaje y de creación, en la raíz misma del trabajo, sea o no artístico.
En Material sensible, Blanca Casas compone con palabras, materiales y formas, con desplazamientos, pérdidas y enriquecimientos, las desviaciones y las interrelaciones propias de la traducción de una disciplina a la otra, de una técnica a otra, de un medio a otro.
Artista: Blanca Casas Brullet
Fechas: Del 13 de enero al 10 de marzo de 2018
Lugar: Galería RocioSantaCruz. Gran Vía de les Corts Catalanes 627. Barcelona
Imágenes:
Foto 1: Vista general de la exposición
Foto 2: Bibliothèque, 2017. Blanca Casas Brullet. Contrachapado y adoquines de diferentes orígenes
Foto 3: Esborall, 2013. Blanca Casas Brullet. Plata sobre paper plegat. Medidas variables
Foto 4: Plan (o) de trabajo, 2015. Blanca Casas Brullet. Contrachapado y caballetes 83 x 122 x 75 cm