La investigación de Agnes Questionmark imagina una sociedad en transición que va más allá de los límites evolutivos, esperando nuevas formas de humanidad biológica y tecnológicamente híbrida y fluida que reinventen sus cuerpos, haciéndolos maleables y reversibles. La artista pone en primer plano un cuerpo trans (transespecie, transgénero, transhumano) como un cuerpo a menudo patologizado, mecanizado y hospitalizado, arrojando luz sobre la biopolítica patriarcal en juego en los campos de la ciencia y la atención médica.
El punto de apoyo teórico de sus obras es la reflexión sobre una nueva forma de humanidad capaz de surgir de un contexto donde el medio ambiente y las especies están evolucionando y donde la identidad y la morfología del ser humano se preparan para divergir de los rasgos esenciales y únicos que tienen. hasta ahora se caracterizaron. En este contexto, la tecnología, el ser humano y la naturaleza se configuran como hilos de una madeja inextricable en la que enredarse en un intento de dar una nueva forma al mundo que nos rodea. A partir de la discusión de los textos de Michel Foucault, Donna Haraway, Karen Barad, Rosi Braidotti, Helen Hester y Paul B. Preciado, el proyecto Nexaris Suite propone la conceptualización y visualización de un escenario donde nuevas formas de resistencia a la vigilancia y al control se vuelven manifiesto de una mutación en curso. Ya no se trata, o no sólo, de reaccionar ante ser vigilado y castigado, sino de negarse a ser vigilado y controlado, vigilado y dominado, vigilado y sumiso.
El título de la exposición hace referencia a una sala quirúrgica híbrida y automatizada en la que se cruzan dos de las técnicas más solicitadas en el ámbito médico para la producción de imágenes de altísima calidad para un diagnóstico perfecto. Combinando imágenes por resonancia magnética y escaneo de rayos X móvil, este complejo experimental obliga a los pacientes a analizar sus datos mediante una red neuronal cuántica durante la cirugía. Totalmente inconsciente de la mecanización de la habitación, el paciente yace atrapado en una mesa donde alterna de un dispositivo a otro. Una imagen completa de sus órganos, tejidos o cualquier otro componente orgánico aparece detalladamente en pocos minutos en una pantalla, revelando toda su estructura. En consecuencia, la imagen es examinada por el médico, que es capaz de detectar cualquier tipo de indicio sintomático y, por tanto, imponer su mirada dominante. Reducido a microdatos y visualizado en un ordenador, el cuerpo ahora puede ser controlado por el médico en todas sus partes intrínsecas y analizado desde cualquier ángulo. A raíz del control ejercido por la condena de ser visible, el cuerpo humano es manipulado por las manos del médico y su aquiescencia con el ojo artificial.
Desde esta perspectiva, si la visibilidad es el instrumento a través del cual la mirada médica ejerce su dominio, los ojos podrían convertirse en los únicos instrumentos para liberar el cuerpo del paciente de la vigilancia del dispositivo. Al devolver la mirada a su escrutador, restaurando la autoconciencia a través de la conciencia de su propia intencionalidad, los ojos adquieren la capacidad de ver y por tanto de reafirmar su mirada dominante sobre el objeto o sujeto escrutador, subvirtiendo la vigilancia de la mirada médica. Así, la relación dialéctica de poder entre dominantes y dominados, que constituye el papel fundamental de la ecuación médico-paciente, podría ser revertida mediante la constitución de los ojos como una especie de umbral de espejo, como fronteras inviolables que permiten observar la realidad. , impidiendo que sea manipulado, controlado y regulado.
Sin embargo, el artista se pregunta qué sucede cuando son precisamente los ojos, emblema de esta inversión, los que se convierten en objeto de la intervención quirúrgica, lugar del choque entre observador y observado, dominante y dominado, supervisor y vigilado. La videoinstalación de tres canales y la instalación ambiental presentes en la exposición representan los ojos como ventanas simbólicas hacia el mundo, en diferentes declinaciones y perspectivas, y hacen una denuncia del control científico ejercido sobre los cuerpos. Una invitación a leer el presente y el futuro entre la realidad, la fantasía, la utopía y la distopía para construir e incubar otros mundos posibles.
Ángel Moya García
Comisariado: Ángel Moya García
Fechas: Hasta el 13 de abril de 2025
Lugar: Associazione Culturale Dello Scompiglio, Vorno – Capannori – Italia