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Niels Reyes

Written by: Crítica de arte

Niels Reyes desde otras fisionomías

El artista cubano Niels Reyes (Santa Clara, 1977), en poco más de quince años de haber regresado de la Universidad de las Artes -otrora Instituto Superior de Arte (ISA)-, ha logrado condensar sus inquietudes creativas y encauzarlas hacia la creación de un estilo propio. Sus obras pictóricas, donde el retrato deviene leitmotiv para horadar en los intersticios de la condición humana, no necesitan presentación; son por sí mismas su sello identitario.

Niels Reyes. El toro por las astas (detalle)

Una vista a vuelo de pájaro por su trabajo da cuenta cómo se ha valido de este género pictórico de tan vieja data para, desde una reinterpretación que explora -y explota- el hecho plástico, formular sus tesis; las cuales han pretendido, como escalpelo, diseccionar psíquicamente a sus personajes hasta transparentar en ellos -o a partir de ellos- diversas intersubjetividades.

Niels Reyes. Secreto de estado

Así las cosas, los rostros nielsianos -me licencia el uso del neologismo la distintiva poética del artista- se erigen como radiografías de lo intangible. Tal exteriorización de pasiones y estados del alma a partir de impactantes primeros planos del semblante de sus protagonistas, resueltos por demás con ricos empastes que enfatizan el componente expresivo, se había constituido en su principal metodología creativa.

Mas, el haberse consolidado en una determinada manera de abordar el ejercicio plástico, tanto formal como temáticamente, no restringe su afán de búsqueda y experimentación; sine quan non del proceso creativo en los predios del arte. Su producción artística reciente revela un interés por explorar otras visualidades a tono con sus ansiedades y preocupaciones actuales; las cuales entroncan con una sensibilidad colectiva relacionada con las particularidades de su macroentorno.

La necesidad de dialogar desde el hecho pictórico de cuestiones que, como artista y ser social, le afectan, le ha llevado a trasmutar sus recursos ideoestéticos. Tal replanteamiento de su universo plástico marca, si no el inicio de una nueva etapa, sí un periodo de transición en su trabajo.

Niels Reyes. Summer colors

De ello hace eco su más reciente propuesta expositiva desarrollada en Cuba, El toro por las astas[1]; la cual desde el propio título -tomado de una de las obras integrantes de la muestra- hace un guiño al espíritu de cambio latente en sus nuevas propuestas artísticas.

Al realizar un rápido paneo por algunos de los trabajos presentados en la exposición desplegada en la habanera Galería Servando se alcanza a divisar una despersonalización de los sujetos representados producto de la estilización de sus rasgos. De “El toro por las astas” -cercano aún a la estética más conocida de su autor-, a “Summer colors”, pasando por “La letra del año” y “Arquitectura del poder”, las formas se van minimizando hasta llegar a soluciones estéticas que desenfocan la figura humana y coquetean con la abstracción; bien por la reiteración del motivo que da lugar a composiciones quebradas -“Arquitectura del poder”-, o por su tratamiento primitivo, desprovisto de detalles -“Summer colors”-.

Niels Reyes. La letra del año

Dichas obras evidencian, además, una vigorización del potencial anecdótico; el cual ya no reside en las microhistorias que sugieren sus conocidos rostros, sino en las atmósferas situacionales en las que sus nuevos personajes -dotados por demás de acción- se ven irremediablemente envueltos.

Saltará a la vista en ojos avezados reminiscencias de la estética de exponentes modernos como Tarsila do Amaral y Fernand Léger en estas creaciones. Pues el artista, para proyectarse en su presente, vuelve su mirada a la Historia del Arte o, más específicamente, a la tradición vanguardista de la primera mitad del siglo XX. Incluso reconecta con elementos discursivos abrazados en los inicios de su trayectoria artística -es el caso del empleo del motivo tipográfico en composiciones como “Secreto de estado”-. El socorro de la intertextualidad, con revisitaciones de textos artísticos ajenos y suyos propios, no es sino subterfugio para lanzar misivas sobre temas enconados de su realidad inmediata, cuyo abordaje directo suscitaría no pocas desavenencias. 

En esta suerte de encriptamiento echa mano de igual manera a la personificación; convirtiendo representaciones animalísticas en tropos de cuestiones inherentes al individuo y sus circunstancias. Así, en “Danza del golfo” la bandada de depredadores nadando en dirección al norte pudiera estar remedando ansias colectivas de fuga y desplazamiento a una supuesta tierra prometida; metáfora visual del fenómeno migratorio, harto presente en la Cuba de hoy.

Niels Reyes. Arquitectura del poder

En sentido general, de rupturas y reinvenciones hablan tales variaciones experimentadas en sus códigos visuales, las cuales se resumen, a grandes rasgos, en el cambio de abordaje de sus figuras humanas; la expansión de los encuadres hasta contemplar, más que ampulosos retratos, personajes en acción; la narratividad en las composiciones y el abrazo de intertextualidades, metáforas y personificaciones como recursos semánticos dinamizadores del acto intelectivo.

No obstante, estas nuevas propuestas, más que certezas, proponen caminos de exploración; deviniendo ensayos de posibles maneras de abordar el hecho pictórico que estén en sintonía con las inquietudes creativas y contextuales de este artífice que, sin reservas, se proyecta desde otras fisionomías.

Niels Reyes. Danza del golfo

[1] La exposición personal “El toro por las astas” se presentó en la Galería Servando -espacio expositivo habanero perteneciente a la Empresa Génesis Galerías de Arte- durante los meses de agosto y septiembre de 2023.

Etiquetas: Last modified: 25 septiembre, 2023