El espacio Azkuna Zentroa, Centro de Sociedad y Cultura Contemporánea del Ayuntamiento de Bilbao acoge la exposición Nunca real/Siempre verdadero, comisariada por el ensayista, crítico y comisario Iván de la Nuez, y producida por el propio Centro. La exposición conecta la obra de 13 artistas que coinciden en asumir el arte como género literario, y la literatura como posibilidad expositiva. Se trata de Kurt Caviezel, Cristina de Middel, Gonzalo Elvira, Oier Etxeberria, Kiko Faxas, Joan Fontcuberta, Verónica Gerber Bicecci, Alicia Kopf, Glenda León, Valérie Mréjen, Guillem Nadal, Mabi Revuelta y Xabier Salaberria.
El título de la exposición es una frase escrita por el célebre poeta Antonin Artaud en un dibujo y funciona como estandarte de esta exposición sobre la simbiosis entre el arte y la literatura. Un emblema bajo el que se conectan trece discursos distintos que coinciden, sin embargo, en asumir el arte como género literario, y la literatura como posibilidad expositiva. La muestra también incluye una crítica al tratamiento de ambos como cotos cerrados y una apuesta por la ruptura de sus fronteras.
El espacio expositivo se divide en cuatro partes, la primera zona se titula Dibujar el libro y en ella participan los artistas Glenda León, Verónica Gerber Bicecci y Gonzalo Elvira. Pese a su identificación con la quietud, los libros, Cuando se mueven, hacen mover a sus lectores. Si estos vuelan, es porque esos libros han volado antes. Si nos dotan de un nuevo lenguaje es porque en ellos se ha sacudido previamente el diccionario. En esta dimensión las artistas interrumpen nuestra comodidad lectora y nos arrastran, junto a los libros, hacia los mundos que estos contienen.
La segunda zona se titula Traducir la política y cuenta con obra de Kiko Faxas, Cristina de Middel y Oier Etxeberria. El discurso político es sonido, imagen, una lengua bífida. Siempre sometido a segundas lecturas, siempre dispuesto a reescribir una segunda versión si hiciera falta. (O a cambiar, como Groucho Marx, de principios). Pero el arte más inteligente es el que saborea su venganza justamente cuando hace lo contrario. Esto es: cuando consigue licuar el agit prop bajo sus propias reglas. Cristina de Middel, Kiko Faxas y Oier Etxebarria optan por tres caminos diferentes, el concierto, la fiesta o la música, como formas de licuar la política y como exposición del derecho del arte a la disonancia.
En la tercera zona, llamada Escribir el paisaje, encontramos obra de Guillem Nadal, Alicia Kopf y Kurt Caviezel. Según Nietzsche, las mejores obras de arte son aquellas que se hacen a sí mismas. Visto así, entonces las mareas, los volcanes o las erosiones de una montaña clasificarían como arte. ¿Cómo olvidar que ahí, en una obra “definitivamente inacabada”, descansaba el ideal de Duchamp? Guillem Nadal, Kurt Caviezel o Alicia Kopf comparten, desde distintas posiciones, esta premisa. Captan el arte que el paisaje construye por sí mismo, y dejan su escritura se aloje en su arte, un mero traductor de esta.
La última zona se titula Desplazar las historias y cuenta con obra de Valérie Mrején, Joan Fontcuberta y Mabi Revuelta. ¿Dónde acaba la literatura y dónde empieza el arte? ¿Cómo se escriben las palabras de uno y cómo, a la manera de Artaud, el dibujo de la otra? En El libro que vendrá, Blanchot quita hierro a estas preguntas y amalgama ambos mundos. Una respuesta que también asumen Marc Saporta, Lucy R. Lippard o Enrique Vila-Matas. Esta doble identidad define la obra y la biografía Valérie Mrjén, Joan Fontcuberta o Mabi Revuelta.
Fechas: Hasta el 22 de septiembre de 2019
Lugar: Azkuna Zentroa, Bilbao