El sábado 25 de enero se inauguraba en la galería Rafael Ortiz (Sevilla) la exposición de Daniel Verbis (León, 1968) Objetos testigo. Una exposición de carácter multidisciplinar (como Verbis suele acostumbrar) donde la pintura y la instalación cercan la idea de objeto como elemento que atesora el paso del tiempo en cuanto que substancia de su aletargada existencia.
Los Objetos testigo que nos propone Daniel Verbis se originan a través de su carácter residual y obsoleto. Objetos como máquinas de coser o escribir, hormas o antiguos manuales (entre otros tantos), que fueron desarraigados (en su día) de su uso funcional, para ser incubados a través del tiempo, hasta ser capaces de provocar una mirada melancólica, romántica.
En una alusión a lo inacabado, a lo fragmentario, Verbis atesora en esta exposición una dualidad temporal entre lo pragmático y lo estético, entre la precarización del trabajo y la atmósfera grisácea y hostil de la que estuvieron rodeados aquellos objetos, y el eco descontextualizado que resuena de forma poética y nostálgica una vez vencido el tiempo de su usufructo. Objetos que no se presentan como conclusos, sino que muestran una estética en proceso, inacabada, en continua construcción metafísica.
Del mismo modo, Objetos testigo también alberga una serie de fotografías, collages y pinturas. En estos trabajos sigue presente esa incertidumbre que propicia la deformación conceptual y morfológica del objeto. Una arqueología del descontexto. Un proceso que se articula en torno a lo procesual del propio objeto. Un metaproceso del que emergen obras con una gran carga evocadora, ya que no se revelan como procesos consumados, sino abiertos a una multitud de deducciones. Una arqueología de lo hipotético, casi de lo gestual.
Una duda planea sobre estos Objetos testigo: ¿son obras de arte? Aunque gramaticalmente tenga la misma estructura y forma que la duda superficial, inerte y desfasada que por desgracia aún ronda la mente de cierto público cuando se habla de arte contemporáneo, esta duda sí que cobra un papel fundamental en la exposición de Daniel Verbis. Una serie de objetos de esta exposición no han sido intervenidos por el artista, simplemente son incluidos en la configuración final de la muestra. Objetos que por sí solos evidencian su propia inconclusión sustancial, son conjugados con otros iguales y otras piezas que sí han sido producidas por el artista. No se trataría de un simple objet trouve.
La duda no sólo está justificada, sino que es buscada. La duda del espectador como reflejo de la duda del artista, del recelo creativo. La duda como espacio de reflexión, donde la incertidumbre se transforma en búsqueda y análisis. Quizás así sea la propia duda la que otorgue un fin (en el amplio sentido de la palabra) a estos objetos. Evidentemente, no en un plano pragmático, inocuo y superficial, donde los objetos propuestos por Verbis seguirían siendo objetos substancialmente inconclusos, al igual que un pentagrama no supondría más que cinco líneas sobre un papel o que una escultura de mármol más que un trozo de piedra. Sería un fin en un plano estético, artístico, donde la duda otorga un cometido a estos objetos, conformándolos así como obras de arte por sí mismos.
Fechas: Hasta el 21 de marzo
Lugar: Galería Rafael Ortiz, Sevilla
Fotografías: Cortesía de la galería