Salgado para mí, como fotoperiodista, siempre ha sido una gran referencia como uno de los primeros impulsores de realizar proyectos a largo término, algo que en mi opinión siempre ha tenido sentido. Trabajar durante mucho tiempo y muchos años en una única temática ya sea social, ecológica, humanitaria… y Salgado ha sido un gran inspirador para mí en ese ámbito. El tema del éxodo, del trabajo forzado… ha sido siempre una inspiración. Salgado no solo es una máquina de hacer fotografías sino un gran impulsor de visibilización de la obra. Salgado hace lo que todos los fotoperiodistas querríamos; sus fotografías aparecen en todos los medios posibles. No es solo su talento y su capacidad de crear sino su capacidad de negociación con revistas, incluso años antes de su publicación. La capacidad de acercar su trabajo a las grandes masas es lo que siempre he admirado de él.
En cuanto a la estética de la crudeza y el dolor que tiene Salgado es su propia elección. Vivimos en un mundo que es una mierda. Un mundo desequilibrado. El trabajo de Salgado te da una bofetada para que por lo menos tú sepas que vivimos en ese mundo desequilibrado. Yo podría estar haciendo publicidad y ganando mucho más dinero sin meterme en tantos problemas. Pero este sexto sentido que me empuja a estar del lado de los que no tienen nada, es lo que me hace viajar hasta los lugares que viaja Salgado. Y como él, comunicar a las grandes masas todo lo que ocurra allí. La frustración es cuando un fotógrafo tiene una gran capacidad creativa, pero no es capaz de visibilizar tanto sus obras como hace Sebastiao. Un gran esfuerzo para tomar esa fotografía que finalmente no ha visto la luz y no se ha publicado. Yo siempre escucho a mi yo interior cuando busco un tema. No busco historias graciosas o curiosas, busco historias que denunciar.
Si Salgado durante el documental se refiere a «tirar la cámara al suelo» en algunos momentos de su vida debido a la dureza de la imagen que iba a retratar, yo no respondo de la misma manera. Nunca la tiro al suelo. Sé cuál es mi trabajo y por la dureza de las imágenes nunca he tirado la cámara. Mi trabajo es fotografiar. Primero disparar y después reflexionar. Tengo que tomar esa fotografía porque si me he ido hasta Somalia, Haití, El Chad… Si me he ido hasta el culo del mundo, haré mi trabajo.
PEP BONET, fotoperiodista nacido en Colònia de Sant Jordi, Mallorca, en 1974. Miembro fundador de la agencia Noor y ganador, entre otros, en 2009 del segundo puesto de la categoría de retratos en el conocido concurso World Press Photo con la fotografía “Forced Identity” y ganador del World Press Photo Multimedia 2013 con su corto ‘Into the Shadows’. La Fondazione Luchetta de Trieste le ha nombrado mejor fotógrafo de prensa y ganador de la beca W. Eugene Smith en fotografía humanística. La revista PDN Photo Anual de Nueva York lo selecciona como uno de los 30 jóvenes talentos del año y entre muchas exposiciones, el festival Photoespaña lo ha escogido en la sección Descubrimientos con La Procesión de San Lázaro, realizado en Cuba.
Etiquetas: Caramel Films, Pep Bonet, Sebastião Salgado Last modified: 30 octubre, 2014
Tuve la suerte de vivir con el Maestro en el Chad. Sensibilidad, carisma y generosidad hacen de Pep un grande.