El escultor japonés Suda Yoshihiro regresa a la galería Elvira González con la que será su segunda exposición individual en la galería. Sus pequeñas esculturas hiperrealistas de plantas y flores volverán a dejarnos la sensación de que nos dejamos algo por ver: calma, paciencia y concentración son aptitudes que se requieren para apreciar la obra de Yoshihiro. Además, Suda es muy dado a instalar sus pequeñas naturalezas en lugares inesperados, creando en el espectador cierta incertidumbre.
El interés del artista por la naturaleza, por tallar plantas, surge sorprendentemente, cuando dejó su vida en el campo para trasladarse a la ciudad. Su paso por la Universidad supuso el contacto con el arte tradicional japonés, inculcándole la importancia en el detalle. Así mismo, la universidad le ayudó a definirse como artista; allí ya supo que se dedicaría al pequeño formato.
En cuanto a la elección de los materiales, Yushihiro emplea para sus pequeñas naturalezas madera de magnolio, también conocida como hoonoki. Como buen japonés, el uso de este material no es casual, sino que lo elige por lo que esa madera es y transmite desde sus orígenes. El artista lo explica así: el magnolio ha evolucionado a su forma actual desde hace más de cien millones de años, y esencialmente no ha cambiado desde entonces. Me gusta la sensación de historia que emerge de esta madera.
El artista japonés, como muchos creadores, siente el compromiso de utilizar su arte como un vínculo entre él y el espectador. Proyectando su voluntad en su obra, despierta una reflexión acerca de lo que ocurre más allá de la obra a primera vista: Tallo cosas pequeñas, pero, tan pequeñas que a veces pasan desapercibidas, tienen el potencial de cambiar la manera en que apreciamos un espacio. Creo que el arte puede cambiar nuestra perspectiva y manera de pensar. Nos motiva a ver cosas que de otra manera tal vez no veríamos.
Artista: Suda Yoshihiro
Fechas: del 2 de noviembre al 13 de enero de 2018
Lugar: galería Elvira González, Madrid
